jueves, 17 de enero de 2008

Atrápame ese cielo


Lo intentaron, con sus extremos cubiertos de hojas y la vida palpitando en su interior, pero el cielo siempre estaba muy alto y el sol difuminaba esperanzas. Después, cuando su manto verde se tornó amarillo o cárdeno, el cielo no bajó a interesarse por ellos. En el invierno, sus muñones nudosos y desnudos se elevaron como garras afiladas, presos de una agresividad exorbitada, que alimentaron de rencor acumulado. El cielo, ahora trémulo, se protegió con las nubes, pero aquellas garras las deshicieron con rapidez. Entonces, la cámara congeló la guerra. Aún siguen esperando veredicto.

2 comentarios:

Mármara dijo...

Sé que no tienen comparación posible, pero ahora ya no sé si quedarme con ésta con con la aleta caudal.

Anónimo dijo...

Es angustioso ver como esas ramas qué parecen tentáculos se dirigen al cielo implorando piedad.Al fondo una nube ,qué parece tornarse maligna.M.T.

AVISO A VISITANTES

Todas las imágenes (salvo excepciones indicadas) y los textos que las acompañan son propiedad del autor de esta bitácora. Su uso está permitido, siempre que se cite la fuente y la finalidad no sea comercial
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.