
-Pero, mujer, y ahora, ¿qué pasa?
-Pasa, que ya me cansé.
-Y ahora ¿de qué te cansaste? Porque la semana pasada fue de jugar al tute a dos bandas.
-Pues me cansé de venir a pescar contigo.
-Y eso, ¿desde cuándo?
-No me gustó nunca, hijo, nunca.
-Pues me entero ahora mismo. Parecía que venías con ganas.
-Era por darte gusto, pero siempre me aburrí como una osa. Y además, estoy cansada de todo lo restante.
-Pues mira cuándo me voy a enterar...
-Siempre hay un momento primero para todo.
-Claro, pero ya podías haberlo dicho antes. Habrías ahorrado disgustos
-Eso se dice muy fácil, pero a ti cualquiera te lleva la contraria, hijo.
-Ni que hubieras acabado en el hospital conmigo.
-Bueno, porque no fui a dar parte nunca, pero...
-Pero ¿qué?
-Nada, nada. Que me aburro, vamos, y que no vengo más. Te quedas con la caña y todo, y así pescas tú el doble.
-Pues tú verás lo que haces, porque yo en casa sola no te pienso dejar.
-Pues tú verás lo que haces, porque a esta altura ya me da igual todo.
-Y con eso, ¿qué quieres decir?, a ver.
-Quiero decir, que ya me cansé, ya te digo. Y no sólo de pescar, sino de todo lo que tiene que ver contigo.
-Ya, y eso lo decides tú solita, ¿verdad?
-Pues claro.
-Pues no está nada claro. Y ya te estás yendo para casa, que cuando yo llegue ya aclararemos esto mismo y más cosas. Y con la cena puesta, por supuesto, que empiezo a tener gazuza.
-Faltaría más.
-Menos cachondeo, que la tenemos.
-La vamos a tener igual, así que...
-Que ¿qué?
-Que allí te espero, y que la tendremos; y gorda, te lo garantizo. (Y seguro que va a ser la última, de eso me encargo yo).
-Pues a lo mejor es la última que tenemos.
-Pues sí, mira, eso también lo pensé yo. Ya era hora de que coincidiéramos en algo. Aunque igual no, porque mi final seguro que es diferente al tuyo.
-Bueno, anda, tira pa'casa, que ya voy yo dentro de un poco.
-Sí, sí, no te demores, que las cosas en caliente, mejor. (No sabes lo caliente que estoy, pero no para la cama, sino para clavarte un hierro entre los ojos, animal)
-A ti te voy a calentar yo el morro todavía.
-Venga, en casa te aguardo; mientras, tendré todo a punto (la cena, la lumbre, la escopeta...).