lunes, 27 de febrero de 2012

¿POR QUÉ FOTOGRAFÍO LOS DETALLES?

Practico la fotografía porque me gusta la belleza de una forma visual, bien captándola, bien seleccionándola, bien creándola. Entre otros muchos temas, me gusta la macrofotografía, vulgo macro, por unas cuantas razones.

Podría comenzar diciendo que me fascina la Belleza -bajo cualquiera de sus expresiones- y ésta abunda por doquier; sólo hay que buscarla:  en lo grande, sí, pero también en lo diminuto, porque es lo que no estamos acostumbrados no sólo a mirar, sino a hacerlo con el suficiente detalle. 

Precisamente, los detalles son, muchas veces, trasuntos del todo, pero con una apariencia mucho más elegante, divertida, impactante o intensa.

De igual modo, cabría apuntar que me gustan algunas sorpresas, las que depara algo que estamos acostumbrados a ver de un modo habitual, desde determinada altura, o en un contexto concreto, cuando se lo mira desde muy cerca, y las perspectivas cambian y las relaciones entre los objetos y las formas se alteran.

Aquí añadiría que si me encanta contemplar algo que nunca había visto antes, aunque lo tuviera delante de mi mirada de continuo, la estética de la macrofotografía se adecua de un modo excelente a esa afición contemplativa y degustadora.

También, porque me entusiasma crear nuevas e impensadas relaciones entre las líneas, los contenidos, los colores y las texturas, vistos todos ellos con los ojos artificiales de unos aparatos (sobre todo, objetivo macro y tubos de extensión) que amplían y diversifican cuanto el ojo pueda captar.

Y en último término, porque creo que si se observa bien lo pequeño, tal vez podamos ver con otra mirada lo que parece grande, y valorarlo en su justa medida.

Y porque es difícil, ¡coño! Y a mí me gustan los retos que me obligan a crecer.

Pd/ En estas dirección1, dirección2 y dirección3 puedes mirar unas cuantas muestras de esta técnica en mi galería de FLICKR, según quieras Composiciones, Macro vegetal o Macro animal, respectivamente.
O, simplemente aquí, en este mismo blog, en la etiqueta MACROFOTOGRAFÍA

sábado, 25 de febrero de 2012

PERDER TIEMPO Y ENERGÍA

Perdemos demasiado tiempo intentando cambiar a quienes difícilmente lo harán a instancias nuestras (los demás),  e invertimos demasiada poca energía en transformar y asumir a quien más nos debería importar (nosotros mismos). ¡Qué de pérdidas! ¡Qué de frustraciones! Familiares, sobre todo.

viernes, 17 de febrero de 2012

Y, DE NUEVO, CARNAVAL

La sucesión de las fiestas cíclicas tiene una función bien clara: la de que la vida se nos haga más corta, dándonos la imprecisión -falsa- de que el tiempo pasa volando, pues después de una fiesta viene la otra, y así en un continuum absoluto, que hace musitar en voz baja "ya está aquí...". Y no. Cada fiesta tarda exactamente un año en llegar. Pero nos acordamos de que hace muy poco era la anterior fiesta y en breve vendrá la siguiente (sólo hace un mes y poco era Navidad, y en 40 días llega la Semana Santa) y así nos parece que pasó poco tiempo. Pero los carnavales llegaron hace aproximadamente un año (es fiesta con referencias astronómicas, con lo que sus fechas varían de un año a otro). Y eso no tiene vuelta de hoja.

No me gusta el carnaval. No sólo por lo que supone de simbolismo al respecto, ese derroche de comida y divertimento antes del período cuaresmal de ayuno y abstinencias. Eso, fue. Hoy, ya no supone nada de ello. Pero es un ritual basado en creencias que no comparto. No, me refiero a que no me gusta por un par de razones distintas. La primera, su categoría de fiesta de masas (no soporto a las masas, y menos cuando ejercen conscientemente de tales). La segunda, porque supone que durante unos días, unas horas, un  tiempo, uno se disfraza y es lo que no es, se convierte en lo que no puede ser, ansía ser y acaso nunca será, pero durante unas horas, unos días, un abrir y cerrar de ojos, uno se transforma en alguien distinto.

El éxito del carnaval se fundamenta en esto (además de que cualquier motivo de jolgorio es aceptado sin rechistar por la mayoría): en ser quien no se es, porque a uno no le suele gustar ni la apariencia ni la esencia propias. Y estos días de carnestolendas, uno prueba a ser otro cuerpo, otra esencia, otra actitud. ¿Respetable? Sí, claro. ¿Compartible? En mi caso, para nada. Me gusta lo que soy en un grado superior a la media. Y quienes esto sufren o disfrutan a diario en mis proximidades, lo podrían corroborar. Por eso, la posibilidad de colocarme otra piel y otra personalidad encima, siquiera sea por unas horas, me horripila, aunque pudiera ser divertido.

Hay otra razón para que no me guste el carnaval. Y es que soy muy vago para algunas cosas. Y pensar en qué tipo de persona (o animal, o ente) se quiere aparentar ser, elaborar el correspondiente disfraz, acondicionarlo todo para que sea un éxito, y otros etcéteras... ya me supone un desasosiego que me aboca directamente a la inacción más absoluta. 

De todos modos, el carnaval me gusta mucho. Como motivo fotográfico, es de los más agradecidos. 

martes, 14 de febrero de 2012

¿DEL AMOR? EN PRIMERA PERSONA





Pese a todo lo que se diga, nadie puede hablar cabalmente del amor. Como mucho, y siendo generoso con el permiso, uno puede hablar de su propia experiencia personal, que tampoco es que dé para mucho (una vida... siempre es poco, a qué engañarse). Sin embargo, se generaliza mucho, se comercializa más y -como todo el mundo ha tenido la experiencia a mayor o menor nivel- se pontifica lo infinito.

Con todo,  lo cierto es que hablar de amor es muy fácil. Parece que cualquiera podría hacerlo, tomando como base sus propios pasos en la materia. Pero por eso mismo, me parece frívolo, oportunista y autojustificativo.

Como mucho, del amor cabría hablar en primera persona. Y no de cualquier forma, sino en un susurro, con la compañía adecuada del género que se quiera, con la condición que se desee, arropados bajo una manta, tomando un té aromatizado en un salón o sintiendo la caricia del sol en una playa. Uno podría decir, entonces, en la confidencia: "pues no, no me he enamorado nunca, pero llevo emparejado con la misma mujer desde hace casi doce años, cuando no pensaba que el asunto pasara de dos o tres meses a lo sumo, lo cual en alguien con mis características, debe significar algo más que mucho". También, podría comentar: "no sé cómo lo hace, porque es más divertida que la radio, y me cago de risa nueve y media de cada diez veces que estamos juntos, por no hablar de que cocina como los ángeles, pero también lee, camina, ve cine, viaja, hace fotos, cursillos, cuida a sus hijos, a sus padres, a sus amigos, a sus sobrinos...". O incluso, algún detalle anatómico: "siempre que caminamos, no podemos hacerlo sin que nuestros dedos vayan juntos e incluso en el cine jugueteen, aun a veces sin sentirse, de pura costumbre relajante, y también resulta que esos dedos que acarician, se entrelazan, amasan, hojean, disparan, señalan, planifican y se hidratan a diario, han caminado junto a mí unos cuantos miles de kilómetros por cinco países europeos, amén de unas cuantas provincias del país patrio".  Aunque lo más seguro es que sólo se escuchara al final que quiero seguir haciéndolo, porque si no lo hiciera, demasiadas cosas se desajustarían. Empezando por mi cabeza, siguiendo con mi entusiasmo y mis proyectos, y terminando con mis dedos, que sólo se podrían encaramar a la frialdad de la empuñadura de mi cámara, a las curvas nacaradas de mis plumas y a las convexidades doradas de mis libros. Únicamente.

domingo, 12 de febrero de 2012

MI COHERENCIA


En sesuda consonancia con mis dos anteriores entradas, he dado comienzo a la lectura de David Copperfield, opera magna del bicentenariado Charles Dickens.

Titulo del libro: DAVID COPPERFIELD (CAJA)El ejemplar en tapa dura que me he comprado (editado en Barcelona por Alba editorial, Colección Clásica Maior, nº XX, 2003, 2ª ed., de 2010, en traducción de Marta Salís) pesa 1590 gramos y posee 1022 páginas, adecuadamente cosidas en unos cuantos cuadernillos.

A esto llamo yo coherencia suma.

sábado, 11 de febrero de 2012

MAL LECTOR DE NOVELAS

Hoy habría querido escribir esto:
"Soy un mal lector de novelas. Salvo un puñado de ellas -a las que siempre vuelvo- me parecen una descortesía: nos dan demasiado poco a cambio del tiempo que nos roban. Cuando me preguntan por el último best seller suelo contestar siempre lo mismo: "Conozco formas más agradables de perder el tiempo."


Pero acabo de leerlo en una obra de José Luis García Martín, titulada Alrededores del paraíso, de la editorial Universos, en su página 57. Y ya no tengo necesidad de escribirlo, claro. Ya lo hizo él por mí. 

viernes, 10 de febrero de 2012

LO BREVE

Siento fascinación por lo breve. Los recortes, los chistes, los aforismos, las fotografías, las viñetas, los microrrelatos... Todos ellos son ejemplos de cuánto se puede decir o mostrar con extraordinaria economía de medios. De cómo se puede contar mucho sin aburrir a quien lee o mira. De cómo una idea, una imagen, un asunto pueden calar tan profundamente como obras de mayor entidad cuantitativa.

Confieso que la edad no contribuye a erradicar la posible dolencia. Pero en mi caso, no es un signo de los tiempos, que asocian lo breve a lo rápido. Siempre me pasó, incluso de adolescente. De hecho, mi mayor carencia literaria se halla en el capítulo "obras maestras, sección libros de más de 400 páginas". Sólo me arrepiento en parte. Tiendo a pensar que he compensado con otros recursos.

Me fascina lo breve, porque diversifica la calidad y multiplica la cantidad de todo cuanto aún me queda por ver y aprender.

Ya lo he dicho. Brevemente.

jueves, 9 de febrero de 2012

LA ÉTICA DEONTOLÓGICA DE ALGUNOS PROFESORES

Los claustros profesorales suelen ser aburridos y burocráticos, estadísticos y funcionariales en el peor sentido de la palabra. A casi nadie le gustan. Y aunque a veces hay algo de interés, hay que comentar que se hacen porque son prescriptivos y de obligado cumplimiento. Aclaro esto porque es un deber, algo por lo que a uno -entre otras cosas- le pagan, no algo que pueda o deba fascinar. 
Pues bien, acabo de salir de uno de esos claustros. En él he intervenido un par de veces, pero lo que hace brotar estas palabras es constatar que algunos compañeros, siempre unos pocos, siempre las excepciones, son peores que los alumnos. Tener que intervenir, después de aguantar mucho rato un continuum de risas, comentarios, parloteos a dos, tres y cuatro bandas, con algunos de estos compañeros, mandarles callar y que dejaran de pegar la hebra, ya, de por sí, es molesto. Comprobar que la advertencia sólo hizo efecto un par de minutos, lo es mucho más. Y constatar que a medida que avanzaba la hora, otro subgrupo de personas algo más alejadas imitaba a los moscardones primeros, resultó descorazonador.
Yo comprendo el aburrimiento, la desgana, el desinterés en problemas para profesores que no imparten la ESO, que están de paso en el centro, o a quienes, simple y llanamente, todo se les da una higa. Yo mismo me aburro como un oso, y eso que soy persona implicada con el centro. Pero yo me llevo mi libro, mi revista, mi suplemento, etc., con el que poder aliviar el tedio, PERO SIN MOLESTAR. Que es lo que nos revienta a los profesores que hagan los alumnos, pero que es lo que algunos profesores, mudando su condición momentáneamente, llevan a cabo.
La profesión docente no es como otras. Lo siento, pero es así. Es como la de judicatura, la política, la medicina, la abogacía casos (y algunos casos más). Quienes la ejercen deben ser modelos, espejos en que los demás se reflejen. Su deontología profesional debe ser en esos casos superior a la media, porque seguimos siendo muestras que la sociedad reconoce -querámoslo o no, sea hoy menos que antes, pero aun así- como referenciales. Por ello, nuestro comportamiento debe ser, no digo inmaculado porque uno es realista, pero sí mucho mejor que el de otras profesiones. Concuerdo en que debería ser el óptimo siempre, se trate del trabajo que se trate. Pero insisto en su carácter ejemplar y modélico, que otras ocupaciones no ejercen.
Así, contemplando el comportamiento de estos seis compañeros, uno se hace muchas preguntas sobre docencia, coherencia, conciencia y profesionalidad. Que, en honor a la verdad, no me apetece responderme ahora mismo. Más que nada, por imaginar la respuesta.

miércoles, 8 de febrero de 2012

UN MUNDO PARA JULIUS




Hay en La Coruña varias cosas singulares, pero en esta fotografía se conjugan dos de ellas: la Plaza del Humor y un vagabundo alemán, de nombre Julius.

Uno ha viajado algo, pero no tanto como para saber si hay otra plaza tan extraordinaria como ésta, en la que se homenajea al humor y a unos cuantos que de él hicieron profesión y a quienes les deberemos siempre agradecimiento eterno. En cualquier caso, no conozco otra en la que literatos, dibujantes, cineastas, periodistas y payasos se conjunten en un espacio urbano donde se les muestra en dibujos taraceados en el suelo, y también con algunas esculturas para los más insignes humoristas patrios, de un modo tan acertado y edificante.

El personaje que se ve en la imagen es Julius. Al parecer, se apellidaba Lederer, pero para todo el mundo era simplemente Julius. Había aparecido en La Coruña hacía algunos años, y los relatos sobre el origen de su estadía coruñesa se fueron sucediendo. Lo cierto es que este joven no molestaba a nadie, no aceptaba ayudas de nadie y no se relacionaba con nadie. Como mucho, un cartelito de vez en cuando en el que solicitaba “40 céntimos”. Vagabundeaba por la ciudad, sin lugar fijo donde quedarse, y haciendo lo que le daba la gana, a su aire. La gente se acostumbró a él. Sin embargo, con el tiempo, según parece, su salud y estado se fueron deteriorando progresivamente, aunque él siempre rechazó cualquier tipo de asistencia. Se trasladó, no obstante por la costa gallega, y acabó recalando en Burela, donde las autoridades determinaron su ingreso en un centro psiquiátrico. Hoy, dos meses después de dicho internamiento, leo la noticia de su muerte en un hospital de Lugo. Tenía 31 años.

Hace años, una vez conocí la historia, me pareció un personaje digno de fotografías y merecedor de algunas palabras. En una mañana de mayo de 2009, tuve suerte de localizarlo en la referida Plaza del Humor, y le tiré algunas fotos desde lejos.

En ésta se le puede observar, como se podía ver muchas veces por el casco urbano coruñés, cargado con su impedimenta, pero a su aire, descansando, como aquí se ve, en brazos del inmortal Cunqueiro, que parece comprenderlo bien, hasta el punto de ofrecerle su abrazo y su corpachón para que descanse de sus tribulaciones diarias. Los ojos cerrados, pensativos, el cuerpo relajado, pese a la postura encogida, fumándose un puro. A pesar de su torpe aliño indumentario, a pesar de las mochilas, a pesar de sus barbas y largos cabellos, a pesar de todo, para mí supone, sin lugar a dudas, una imagen de la felicidad. Justo por su carácter efímero, puntual, momentáneo, de aquella mañana primaveral. Estoy seguro que en ese preciso momento, él estaba feliz.

Como dije, había hecho las fotos. Nunca, en cambio, había escrito las palabras. Acaso estuvieran esperando para salir, que su historia se completara. No lo sé. Y aunque debo confesar mi tristeza al escribirlas, no sabría responder a qué extrañas causas obedece.

martes, 7 de febrero de 2012

TÀPIES

Ha muerto este añoso pintor, al que los ditirambos más o menos oficiales tildan de "último gran artista del siglo XX", o sea, lo que dicen siempre que se muere alguien a edad avanzada.

Su expresión artística nunca provocó que se me moviera un músculo, salvo alguna obra concreta, y por escaso lapso de tiempo. De hecho, más de una vez califiqué su trayectoria con palabras gruesas, de las que no me arrepiento en absoluto. Al fin y al cabo, nadie me paga ni soy experto en Arte. Y, por fortuna, no tengo que explicarlo nunca en clase, donde tendría que comentar algunos lugares comunes en los que para nada creo.

Sin embargo, si lo traigo a colación en este suelto es porque sí leí varias de sus entrevistas en diversos medios de comunicación. De cultura vastísima, su espiritualidad rayaba siempre a un gran nivel.Recuerdo sus palabras dulces y bien templadas, sin excesos, relacionando diversos conceptos de la Historia del Arte con los de la religión y  con los del Pensamiento.  Y siempre aventuré que, a pesar de su perenne salud frágil, habría sido un excelente interlocutor para algunas tardes.

Ese gusto de leer lo que contestó a quienes le entrevistaron es su mayor aportación -involuntaria- a nuestra imposible amistad. Descanse en paz Antoni Tàpies.

lunes, 6 de febrero de 2012

SOLIPSISMO

¿Alguien podría convencerme de que el solipsismo no es la verdadera opción para conocer y conocerse? ¿Alguien podría convencerme de que no es LA única forma?  Si fuera la única, no cabría ninguna explicación convincente, pero si se acabara dando tal explicación, ello no probaría necesariamente que no fuera la correcta, sino que acaso no habríamos penetrado en el fondo de sus secretos.

Todo muy complicado, en esencia. Pero, de momento, sólo puedo contar con mi percepción sensorial y mental para captar y aprehender el mundo. No sé si fiarme de ellas, pero son las únicas de que dispongo. Y no sé si enfadarme o sumirme un rato en la perplejidad.

domingo, 5 de febrero de 2012

RESTOS DEL FIN DE SEMANA



Al acabar la noche, la luz nos muestra lo que sólo horas antes tenía un tinte de marcada irrealidad. Aunque tampoco esto sea cierto del todo (toda situación, incluso la más irreal, es parte de la realidad), es nítida la diferencia de colorido, de posibilidades, de estímulos que la noche encierra con respecto al día, y viceversa.

En la imagen, podemos contemplar restos de una noche cualquiera de cualquier fin de semana de cualquier ciudad. Decir que fue realizada en Toulouse este verano, no añade ni resta nada a su contenido, puesto que los elementos que en ella aparecen son, además, muy internacionales. Dos marcas conocidas, de cerveza y de cigarrillos rubios, que igualmente se podrían haber  captado en Bangkok como en Manhattan o Viena. De las hojas caídas, podemos decir lo mismo, y del banco tampoco haremos comentarios.

Es, pues, una situación habitual, excesivamente manida como para resultar interesante. Sin embargo, la disposición de los elementos acaso nos abra vías de nueva luz. Una botella erguida, otra tumbada. Un paquete de tabaco presumiblemente vacío, mojado por la lluvia, y una colilla bastante apurada. Unas hojas de plátano esparcidas por el banco.

De pronto, la mirada capta lo excepcional en lo común, un orden entre lo que suele asociarse con estos objetos. La línea oblicua baja que conforma el banco y sirve de soporte a todo lo que ha llamado nuestra atención. Las botellas, apuntando cada una a un lado distinto, la superior, erguida, hacia el cielo, con las promesas de elevación que el alcohol susurra al oído de quienes lo ingieren; la inferior, acostada, vaciado ya su líquido promisorio, derrotada su potencial felicidad, parece que cediera el testigo a la colilla que señala su gollete. Cabe pensar que fuera apurada con la ansiedad propia de un encuentro posible; o bien que fue depositada allí con cierto mimo, antes de dar por finalizada la caza nocturna; o incluso, que se dejó ahí con la rapidez que un cabeceo o un guiño cómplice hicieran comprender el éxito de la empresa. Las hojas son testigos mudos. Han muerto acaso prematuramente, pero aún contemplan desde sus restos de vida, la muerte de sus compañeros de banco, un banco que está lleno de objetos dispuestos de un modo que pareciera poco natural, que pareciera compuesto para la ocasión.

En realidad, así fue. El banco estaba vacío, las botellas tiradas al borde del pretil, con la colilla metida en en una de ellas; el paquete, unos metros más allá. La cotidianidad no es tan bella, ni mucho menos. Labor nuestra es, pues, intentar transformarla en lo posible, para que esa vida tan prosaica no nos drogue en exceso con promesas incumplidas y fealdad nada estimulante.

COHERENCIAS


Hace frío y llueve. Es perfecto. Al fin y al cabo, estamos en pleno invierno. ¿Qué esperamos en esta estación, lo que sucedió a comienzos del otoño pasado, que tuvimos un verano real, cuando procedía algo muy distinto?

Me gusta la coherencia. En las personas, en los animales, en la climatología. En los animales es donde más se aprecia. Un animal suele comportarse como se espera de él, incluso habiendo sido transformado por su contacto con el ser humano. Con respecto a las personas, voy aceptando que para referirnos a alguien que lo es mucho, digamos (como mucho) “es poco incoherente”, pues lo habitual es la incoherencia, el desajuste entre lo que pensamos y el modo en que actuamos después. Pero que hasta la climatología presente rasgos inapropiados, imprevisibles y dependientes de variables cada vez menos predecibles, me molesta en gran medida. 

Por eso, también me molestan quienes ansían tener siempre  buen tiempo, en épocas en las que ese “buen tiempo” (concepto también muy relativo, subjetivo y opinable). Cada momento, debería tener su lógica, cada estación, su meteorología. Y cada ser humano, su línea de actuación, lo menos incoherente posible. Así que si ahora hace frío y también llueve, resulta perfecto. Tal vez me haya fastidiado el fin de semana, y la posibilidad de pasear con quien uno más quiere. Pero, en definitiva, hoy es un día coherente que estimula en buena medida el deseo de erradicar mis incoherencias.

jueves, 2 de febrero de 2012

MÁS REFORMAS (NUESTRO SINO PROFESIONAL)

Sólo se puede pensar en que la causa esté en la tradición: a nuevo gobierno (sic) con nuevo sesgo político (sic), procede una reforma educativa, que dé satisfacción a sus mentores o correligionarios. Da igual que sean los actuales o los anteriores. No hay voluntad de llegar a unos mínimos netos sobre los que asentar una enseñanza que dote de calidad a quienes la reciban, permita darla a quienes la imparten, y canalice a quienes no la desean hacia otras vías, cuanto antes y sin más segregacionismos que los que uno mismo asuma.
Ahora, será un bachillerato de tres años (¡qué bien!), pero de ellos el primero será obligatorio (¿cómo?) y los dos restantes, voluntarios. La ESO se reduce un curso, pero la obligatoriedad de permanecer en el aula, la supera un año más, hasta los 16 (¿qué desatino es éste?), porque ésa es la edad mínima para poder trabajar. Del mismo modo, sigue sin solucionarse el tema de la religión en la enseñanza, se desvirtuará la Educación para la Ciudadanía, y aún caben sorpresas varias que no se descartan.
¿Hay alguien que piense con sentido común dentro de lo que son altas instancias educativas?
¿Se volverá a legislar sin tener en cuenta a los que impartimos la docencia?
Los despropósitos continuarán produciéndose. Ya parece nuestro sino profesional indestructible, tradicional.

miércoles, 1 de febrero de 2012

FUENTE LIBRESCA (PALAS DE REY, LUGO)





Uno va a reposar, tras un dilatado viaje, se acerca a una fuente a refrescar el gaznate y, de súbito, la sorpresa. En la localidad lucense de Palas de Rei se encuentra este monumento (llamarle fuente sería algo reduccionista e injusto), en la que una pila irregular de libros va a recibirnos con la misma alegría que el agua que nos va a aliviar. El alborozo fue doble, y contemplando la imagen acaso se pueda entender parte del porqué.

martes, 31 de enero de 2012

NORUEGA, OTRA MENTALIDAD, OTRO PROYECTO


NORUEGA

Es el país que mejor funciona de Europa.
Crece, no tiene paro, su deuda es mínima y encabeza las clasificaciones sobre desarrollo humano.
Practican una sorprendente alianza entre un feroz individualismo con una conciencia colectiva envidiable.
¿Se explica sólo con la inyección que supuso el petróleo? ¿Hay quien lo piense?


La ubicacion de Noruega  Bandera con el escudo de la Noruega



Unos datos, tan sólo.


Servicio militar obligatorio
El 95 % de las escuelas, públicas
El IVA alcanza el 25 %  y los impuestos son severos en los tramos altos
El petróleo es de propiedad estatal
El Estado controla hasta el consumo de alcohol, que es un monopolio
Fue uno de los países inventores del Estado del bienestar
Tiene más responsabilidad el que más tiene
Los datos sobre ingresos llevan muchos años siendo públicos
Ocupa el puesto 1º en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU
Desempleo anecdótico
Crecimiento del 3 % anual
El presupuesto del Ministerio de Igualdad es de 1000 € por habitante
Su deuda soberana es la más sólida del planeta
Absoluta paridad de género, tanto en lo público como en lo privado
No tuvieron colonias, ni participaron en guerras
Rechazaron en dos referendos pertenecer a la Unión Europea
Segundo exportador mundial de gas y tercero de crudo
Su población es escasa (5 mill.  de habitantes) y homogénea tanto racial como cultural y religiosamente
Omnipresencia del Estado, cuyo objetivo es, en cambio “Mejorar la vida de la gente”
Su “ética del trabajo” sólida, basada en criterios luteranos
Sentido de la independencia y de la libertad admirables (ni Hitler ni Stalin pudieron con ellos)
Han conseguido que el 80 % de las mujeres trabajen y que el 82 % tengan hijos menores de 10 años
Distancia pequeña entre las grandes fortunas y los más desfavorecidos, porque la desigualdad se considera corrosiva
Algunos dicen que Noruega es el último estado socialista de Europa, pero sin los venenos asociados a ese tipo de régimen


Y después de esto, vuelve la pregunta. ¿Hay todavía quien piensa que esto es resultado únicamente de la pesca, de la hidroelectricidad, del gas, del petróleo? 

lunes, 30 de enero de 2012

JUSTICIA NATURAL vs. JUSTICIA CIVIL

Viendo esta película, nueva adaptación (2010; Phillip Martin) del clásico de Agatha Christie, uno cae en la cuenta de aspectos que la versión de Lumet (más película y con insuperable elenco, pero menos fiel a la novela original, y más tendente a la comedia) omitía o dejaba que desear, si se ha leído la obra original.

No es cosa de aburrir aludiendo a todos los matices. Para mí el más interesante es que, cuando, tras haber resuelto la explicación del crimen, el inefable investigador se enfrenta a sus asesinos, calificándoles de tales. Y cuando éstos, con el público ya ganado para la causa -espectador o lector, tanto da-, argumentan que su acción no ha sido un asesinato sino una ejecución bien merecida, cuando la justicia ordinaria nada ha podido hacer, él niega de un modo violento, iusnaturalista, aludiendo al hecho de que tomarse la justicia por la propia mano es regresar a la Edad Media.

No entro en cómo se resuelve al final el asunto. Apunto lo interesantísimo de ese debate, de la lucha entre la justicia natural con la ley civil, algo que ya los griegos supieron que era clave en las relaciones humanas, como el mito de Antígona refleja bien. Pero ver el debate interior de un Poirot escrupulosísimo con la aplicación de la ley civil (hasta el extremo de mostrar sus lágrimas -las de Poirot, nada menos-) al final de esta película ha compensado con creces su peor ritmo y su carencia de hechuras de buen cine. Insisto, con creces.

PARAJODAS DE LA VIDA

Un juez que lucha contra los golfos apandadores es sentado en el banquillo por éstos, aunque aún no sabemos en qué acabarán esos manejos. Unos políticos a quien todo el mundo ha escuchado decir las barbaridades que dijo, es encontrado "no culpable" por un jurado popular. Unos descerebrados se lanzan a bañarse de madrugada en el mar, unos policías intentan salvarles y mueren ellos mismos en la operación. Demasiadas paradojas o "parajodas", diría mi amiga Pilar.


Hay días en que uno querría que una burbuja lo envolviese a uno con la suficiente intensidad como para no mostrar que todos pertenecemos a la misma especie, como para querer pertenecer a otra, de paso.

domingo, 29 de enero de 2012

PORQUE ES BUENO PARA MI SALUD (AÑO NUEVO)


Estas Navidades, en una tienda de La Alberca (Salamanca) me compré dos azulejos con sendas frases, que deseé incorporar a los anaqueles de mi biblioteca. Una de ellas es muy famosa: se trata del “Carpe diem” de Horacio. La otra también es conocida,  pero mucho menos: es de Voltaire, y dice “He decidido hacer lo que me gusta, porque es bueno para la salud”.

Cuando volví de mi viaje por tierras de Cáceres, tenía claro qué iba a hacer con una serie de asuntos de mis creaciones particulares. Pero aún no qué futuro le reservaba al blog. He estado más de un mes dándole vueltas al cómo, al qué y a la cadencia que debía imprimirle a cada uno de los aspectos que en él se incluyeran. Hoy, mientras comía, reparé en los dos azulejos, que ocupan ya lugar preeminente delante de mis libros, y saltó la chispa: ahí está clave, en aprovechar el momento (el que sea, sin ataduras) y en hacer lo que me gusta, cuando me guste y si me gusta (en román paladino: hacer lo que me dé la gana). O sea, libertad absoluta en temática, extensión, intensidad y frecuencia.

De ese modo, este año, perdido ya el primer mes hábil del mismo, mi blog se transformará para ser lo que allá por diciembre, al hacer balance, se observe. Por primera vez no planificaré lo que aquí se dará a la luz. Desconozco si dicha libertad de compromisos será más productiva o, por el contrario, nociva y contraproducente. Sólo experimentándolo lo sabré.

Por tanto, sólo una promesa, en esta primera entrada del nuevo año. El blog Fotografía y palabra será un reflejo casi perfecto de lo que yo sea, pues por aquí se podrán observar las fotos y los relatos habituales, pero también frases sueltas, opiniones sobre películas, sobre mis lecturas, sobre la actualidad, sobre mis problemas, sobre mis alegrías. No será un diario, pero este espacio nunca se habrá parecido más a uno.

Por supuesto, sé que como ya no entro a casi ninguno de los blogs que antaño frecuentaba, mi espacio no propiciará que se realicen comentarios, aunque los admita. Serán bienvenidos, eso sí, los que pese a todo deseen acumularse en su alcancía.

Pd/ Y lo de la foto de cabecera nueva, también; pero hoy no: igual mañana

miércoles, 21 de diciembre de 2011

PUZZLE CONTRASTADO


domingo, 18 de diciembre de 2011

MICRORRELATO

COHERENCIA FINAL

Que no, que no, que no quiero. Que yo no me convertí en caballero andante para nada, que buenos palos recibí, y escarnios y burlas. Que mi empresa, voto al cielo, fue de tal altura, que los tiempos venideros hablarán de mí, y sabrán de mis hazañas, no siempre bien contadas o tergiversadas en sus esencias. Así, ¡cómo tolerar que ese tullido ahora decida para mí un final tan insípido y sin honor! En la cama, y cuerdo, ¡como si yo estuviera loco! No, he dicho que no. Un caballero de mi condición y que, a diferencia de los que lo eran por alto linaje, debo todo a mis acciones y aventuras, no puede morir en el lecho, rodeado de los amigos y familiares como un vulgar destripaterrones o incluso un alguacil. Me niego. Facilitadme, pues, una soga suficientemente larga con que dar su merecido a ese soldadito desertor metido a escritorzuelo de mis desdichas. Y, luego, dadme una daga de hoja ancha o, mejor, una espada de largo filo con la que, como el aciago Ayax Telamonio, ponga fin a mi propia historia y así lavar tanta injuria y deshonor vertidos contra mi heroica persona.
Del libro Micrólogos

miércoles, 14 de diciembre de 2011

ASÍ SE PRESENTÓ EN MI PESADILLA


miércoles, 7 de diciembre de 2011

CUMBRES HERMANADAS


domingo, 4 de diciembre de 2011

MICRORRELATO

EXTRAÑO CIRCO

Un día, el domador de tigres se tragó un sable después de ver al equilibrista imitar a los elefantes en su postura más acostumbrada. Desde entonces, la mujer enana se dejó crecer la barba, el clown enlazaba volatines sin solución de continuidad y el augusto logró un triple salto mortal sin red, impulsado por el hombre-bala que reconvirtió sus habilidades para acomodar a los espectadores en sus asientos. El funambulista rugía de un modo estremecedor, al tiempo que el maestro de ceremonias, ronco de la emoción decidió que en adelante se lanzaría desde lo alto del mástil a la mínima piscina con la única ayuda de un cabo de vela. Los compañeros se jaleaban unos a otros en sus nuevas habilidades. Reinaba un clima de verdadera camaradería, y se pensó que aquel circo superaría en originalidad a los grandes del siglo XX, época dorada de aquellos espectáculos. Pero en las gradas nadie había reído aún, ni prorrumpido en aplausos: todo el mundo estaba tan atónito, que nadie sabía bien qué hacer, ni a dónde mirar con más atención. Hasta que un niño rompió a llorar cuando los perros equilibristas empezaron a devorar a dos tigres ancianos. Hubo un revuelo generalizado entre el público, y todos imaginaron lo peor. Por fortuna, el mago había mantenido la cordura y, cortando los anclajes de la estructura, cubrió a todos con la carpa, , y con un rápido movimiento de manos los hizo desaparecer. A todos, público y artistas. A todos,  menos a la bella lanzadora de cuchillos, que mostraba un trastorno extraño que la hacía vibrar como una serpiente de cascabel.
Del libro Micrólogos

miércoles, 30 de noviembre de 2011

TAPA SURREALISTA


domingo, 27 de noviembre de 2011

MICRORRELATO

ÚLTIMAS NOTICIAS

—Podrías al menos haberme traído un periódico con las últimas noticias sobre mí, en el juicio.
—No hace falta. Te las puedo decir yo mismo.
—Dilas, pues.
—Vas a morir ahora mismo.
—No me refiero a eso; ya sé lo que vas a hacer. Cuando digo las últimas, quiero decir las últimas. Al efecto que produjo mi anuncio de confesión en...


El estampido seco selló su boca para siempre al final de su frase.


—Que conste que esta bala no es mi respuesta. Las últimas noticias sobre ti tardarán unos cuantos meses en llegar. Referirán en titulares de portada que habrán encontrado tu cuerpo en el lago, descompuesto y devorado tras varias semanas sin saber nada de ti. Yo para entonces me hallaré en paradero desconocido, disfrutando del dinero y una vida muelle, como nuestro jefe y yo convinimos.
Del libro Micrólogos

miércoles, 23 de noviembre de 2011

domingo, 20 de noviembre de 2011

MICRORRELATO

EQUIVOCACIONES DE ULISES, VIEJO

Yo, que tantos hombres he sido, que tantos mares surqué, y que tan tarde regresé a mi hogar, debo reducirme en estos tiempos a la situación de invalidez inmóvil a que los años implacables me someten. Yo, que revestí mi cuerpo de disfraces cuyas vidas fui absorbiendo sin cesar, que hallé siempre el modo de encontrar metas sin agotar la energía que me impulsaba, que he apurado placeres que otros ni siquiera imaginaron, he de verme ahora conducido por manos que no deseo, por sendas que detesto. Yo, que fui amado mucho más de lo que amé, que descubrí tierras extrañas mientras conducía a mis hombres a inciertos destinos, al tiempo que los dioses me perseguían con una saña incomprensible, pero que a su vez acrecentaba mi gloria, he de ser alimentado como un recién nacido, sin poder limpiarme siquiera mi descuidada barba. Yo, que hice de mi astucia el estandarte que todos seguían sin discutir, que jamás tembló en el combate y que tantos alientos quebró con armas bien templadas, debo contemplar a diario cómo mi palabra es la primera en olvidarse y la última en tenerse en cuenta. Por eso yo, que tantos hombres fui, mientras burlaba a las parcas, postergando la laguna postrera, yo, el gran Odiseo, el astuto, el sagaz, el sabio rey de Ítaca, sólo alcanzo a contemplar en el espejo (cuando me lo acercan) sólo una imagen impensable hace años, sucia y decrépita, que no es la de quien he sido, ni la de quien soy ahora mismo, sino el trasunto mismo de lo que ya seré para siempre.
Del libro Micrólogos

miércoles, 16 de noviembre de 2011

DESNUDO EN ESCORZO, TEXTURIZADO


miércoles, 9 de noviembre de 2011

PÉTALOS SOLARIZADOS


domingo, 6 de noviembre de 2011

MICRORRELATO

MALDITO DINOSAURIO

Cuando por fin logró dormirse, llegó el dinosaurio y lo devoró. Esa vez no quedó constancia literaria del hecho. Por fin.
Del libro Micrólogos

miércoles, 26 de octubre de 2011

CALLES, CALLES


domingo, 23 de octubre de 2011

MICRORRELATO

PROMETO

Prometo regresar contigo a este instante y regalarte un universo oscuro, rico en detalles y recuerdos, por donde paseamos en tiempos arcanos y felices, cuando la perfección existía, porque nos la creíamos y porque la creamos ambos. Prometo volver a recrear tu imagen vaporosa y desdibujada, ante mis ojos miopes y pequeños, que abusan de la cercanía, que tratan de acercar lo que cada vez se aleja más y más. Prometo no quererte más de lo necesario, la cantidad justa que tu esencia requiera para que no se sienta asaltada ni obligada, con la intensidad necesaria para que tu sonrisa se asocie con tus lágrimas y formen una alianza perfecta de paz y tiempo. Prometo. Te prometo a cada segundo. Prometo tantas cosas, que seguro me olvidaré de muchas. Así que prometo no prometer. Y, sin embargo, como ves, te sigo insistiendo siempre, hasta que alguna noche, después de cenar, me comuniques que ya no puedes seguir fingiendo, que nunca creíste ninguna de mis promesas.
Del libro Micrólogos

miércoles, 19 de octubre de 2011

PASOS SIN RUMBO


miércoles, 12 de octubre de 2011

domingo, 9 de octubre de 2011

MICRORRELATO

ELLA, ELLA FUE

Sí, sí, se encargó mamá. Ella fue quien los mató, pero no conviene dramatizar. Al fin y al cabo se lo pedimos todos. Y conseguimos ser muy persuasivos, ya nos conoces. Es verdad que no quería, que de entrada se negó. Nos dijo que eso era algo de lo que se ha venido ocupando en el pasado, cuando era joven, y tenía mejor pulso, pero que ya no, y que no se sentía con ánimo. Pareció que no había manera, pero tío Alfonso la convenció. No sé cómo, pero ya sabes cómo es. Le susurró no sé qué al oído, y ella primero puso cara de asombro; luego sonrió con picardía, como cuando éramos niños, y en unas horas no sabíamos nada de ellos, ¿recuerdas? Y al final accedió a ser ella la protagonista, la que los matara antes de las cuatro de la tarde. Debió pensar que ciertas tradiciones no han de perderse nunca y, al fin y al cabo, el día de Nochebuena era la única fecha memorable para todos. Accedió, sí, aunque tuviera luego que limpiar las salpicaduras de sangre, las plumas desperdigadas y dedicar varias horas para que todo quedara impecable, listo para la cena. Más tarde, mamá se puso a la tarea. Primero, el encargo, el deber. Luego, la tradición, la fiesta. De enviar el cuerpo con el correspondiente mensaje, nos encargaríamos nosotros, como de costumbre. Volvió a demostrar su gran pericia. Siempre ha sido la mejor, y a pesar de los años, esas cosas no se olvidan. Los de la banda rival, seguro que tampoco.
Del libro Micrólogos

miércoles, 5 de octubre de 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

MICRORRELATO

SORPRESAS

Demasiadas sorpresas seguidas, has de admitirlo. No he podido entender esa capacidad de análisis, después de tantos meses. Llegar a decirme “lo más claro que recuerdo es la imagen de tus ojos cuando estaban muy cerquita de los míos”, o “descubrí un ser completamente desconocido a todo lo que yo sabía de ti”, después de tu mutismo habitual, ha supuesto una prueba de fuerza para la que no estaba preparado, he de admitirlo. Pero lo que más desconcierto me produjo, fueron las notas dulces: “lo que a mí me transmitía esa mirada con ojos sonrientes era una especie de dulzura extrema, como de un ser incluso ingenuo, como si en el fondo fueras un niño tremendamente tierno, alguien a quien dan unas tremendas ganas de dar besos y besos y salvarle”. Parecías otra, cambiada quién sabe por qué razón o extraño conjuro, alguien muy distinto al ser casi ausente que muestras cuando actúas con normalidad, y que tanto me convenía. Pero ¡decirle eso a un asesino profesional! !Descubrir su secreto más profundo! Qué bien lo has entendido todo. Qué bien has desenterrado mi máscara. Seguro que también habrás adivinado la sorpresa que te he reservado, a continuación.
Del libro Micrólogos

miércoles, 28 de septiembre de 2011

PARA VER MÁS CERCA, MÁS LEJOS


domingo, 25 de septiembre de 2011

MICRORRELATO


POR TODO LO QUE FUE 

Y no lo olvides nunca, no des marcha atrás, no desfallezcas. Acaso tengas recuerdos, y los sentimientos broten de forma traicionera. Es probable que vuelvan de nuevo a tu mente aquellos tiempos de cielo azul coronando las montañas; la casa de piedra y pizarra donde fuimos acogidos tras nuestro exilio en Francia; el olor a la comida recién hecha que envolvía cada habitación y a ti te hizo adorar para siempre los huevos fritos con pan de escanda; las conversaciones alrededor de la lumbre en aquella cocina estrecha y renegrida, dando cuenta de los sufrimientos de la guerra, ella los suyos, nosotros los propios, pero también haciendo planes para vivir, para mejorar. Sí, seguro que en el último momento  tienes la tentación de ceder al pasado, a lo que entonces fue nuestra vida cotidiana, a la tradición de la familia. Por eso te lo recuerdo, una vez más. No cedas, no desfallezcas, no digas “no puedo hacerlo”. Actúa, termina lo acordado: pon fin a sus días sin vida. Ella no merece morir de esa manera. Ahora que sólo es un cuerpo, la abuela debe irse como la señora que siempre fue.
Del libro Micrólogos

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LECHE FLUVIAL

domingo, 18 de septiembre de 2011

MICRORRELATO

EXIMENTE

Su ansia de venganza contra el colegio de curas databa de mucho tiempo atrás, pero cobró realidad aquella tarde, cuando, rojo de ira, se lanzó a arengar a sus compañeros, los cuales quedaron muy impresionados por sus razones y sus palabras. Cuando concluyó su discurso, se decidió a dar un paso más. Tomó una piedra de un parterre cercano, y tras sopesarla un par de veces, la arrojó contra el rosetón de la portada sur, produciéndole un boquete notable. A continuación, los demás, inflamados por sus palabras y animados por su gesto, comenzaron a hacer lo propio. En pocos minutos, no quedaba una ventana intacta en aquella iglesia, famosa por sus conjuntos vitrales. Los religiosos llamaron a las fuerzas del orden que, pese a la desbandada, todavía  pudieron alcanzar a varios. El protagonista, en cambio, se presentó sin resistencia alguna ante los guardias, que lo detuvieron en el acto, acusado de ser el cabecilla e instigador de los desmanes. Al ser interrogado, sorprendió a todos declarándose por completo inocente de los hechos que se le imputaban. Como a continuación se le mostraran las imágenes de las cámaras de seguridad donde se mostraban sus acciones, él adujo que ahí tenían la prueba definitiva, ya que en esas cintas se podría verificar que él había tirado la primera piedra, y por tanto se hallaba eximido de toda culpa, como tanto le repitieran en otro tiempo.
Del libro Micrólogos

miércoles, 14 de septiembre de 2011

MÚLTIPLES FACETAS DE RETRATO


domingo, 11 de septiembre de 2011

MICRORRELATO

EL NIÑO YA NO ESTÁ

El niño se tapa la cara y los ojos con las manos. “Ya no estoy”, piensa. Pero nota que nadie le hace caso, que todos siguen a lo suyo, y que hay un silencio que lo remueve todo. Abre los dedos, y a través de ellos ve a su familia con unos cuantos amigos, pero casi nadie habla. Sólo gestos que no comprende. Es muy pequeño, y no comprende, pero él no lo sabe todavía. Sólo lo intenta de nuevo. Entonces se tapa con mucho aspaviento, colocándose en medio de la sala al lado de las flores. Con la cara tapada, ahora no sólo lo piensa: también lo dice en voz alta: “¡Ya no estoooy!”, pero nadie le presta la menor atención, y el niño se empieza a preocupar, porque él sabe que cuando se tapa la cara, desaparece, y los demás no pueden verle, pero sí oírle. Por eso no entiende nada, y menos que su madre esté en medio de un sofá tendida, como muerta, aunque su tía y su padre la están abanicando y diciéndole cosas, pese a que lo hagan llorosos y compungidos. Justo como empieza a estar él, porque se siente solo, desamparado, ya que nadie le hace caso. Al final, repara en que dos mujeres entran al salón y la más joven le dice al papá muy cerca de su cara: “Ya está dentro; ahora lo sacan”. Cuando éste se levanta, la madre también se incorpora, y al darse cuenta de la situación, estalla en un llanto desgarrado que al niño le parece inabarcable, excesivo. “Mi cielo, mi ángel querido. ¿Por qué, por qué? ¿Por qué ya no estás?”. El niño sonríe un poco y se tapa y se destapa alternativamente los ojos, como siguiendo el juego que parece retornar a las reglas de costumbre. Pero nada es ya como antes. Sin embargo, tardará todavía un tiempo hasta que se dé cuenta de ello, pues la madre no podrá verlo, ni lo encontrará a su lado, ni volverá nunca a acariciarlo, a mimarlo, porque el niño ya no está con ellos. Porque el niño desapareció ya para siempre.
Del libro Micrólogos

miércoles, 7 de septiembre de 2011

ALCÁZAR NOCTURNO, DE DÍA


domingo, 4 de septiembre de 2011

MICRORRELATO

PICADILLOS

La agotadora tarea del despiece le había dejado exhausto y sudoroso. Notó también que se le había despertado bruscamente el apetito, y decidió que la ocasión bien merecía un homenaje. Dejó los cuerpos restantes desparramados por el suelo, troceados y deshechos, aunque alguien con mentalidad sensible y objetiva habría detectado un calculado orden en la disposición, como de cuadro abstracto, matérico, de tonos cálidos, suaves, sobre fondo rojo intenso. Una ducha relajó su ansiedad y aclaró sus dudas. Terminó de acicalarse y se dirigió a un restaurante cercano, famoso por sus carnes a la parrilla. Pidió una ración grande de picadillo fresco bien adobado. Cuando lo probó, asintió con un gesto admirativo, pero en voz baja musitó para sí, seguro de sí mismo: “el que he hecho yo es mucho mejor, más intenso, más inusual, más artístico, ¿dónde va a parar?”. Nadie lo escuchó. Ni siquiera el camarero. Nadie pudo, por tanto, ni confirmar ni replicarle. A cambio, cuando terminó el banquete, pudo proseguir su tarea en la soledad más creativa, cercana a la impunidad.
Del libro Micrólogos

domingo, 21 de agosto de 2011

MICRORRELATO

SOBRIO APOCALIPSIS

Yo lo había sospechado desde siempre, y lo digo sin deseo de presunción: pero el último día nada fue como habíamos leído, como nos habían enseñado. El día del Juicio Final, no cayeron sobre el mundo toda suerte de desastres o cataclismos, ni los humanos que sobre sus caballos recorrieran las cuatro direcciones propagando todos los se enzarzaron en una guerra última. Tampoco hubo cordero alguno que rompiera los siete sellos, ni trompetas que hendieran el aire con horrísono estruendo, ni jinetes  males, ni ángeles que formaran legiones con que acorralar y conducir a los encausados, ni balanzas, ni arcángeles, ni juicio, ni nada. Aquel día, sólo una voz se escuchó en lo alto; audible, eso sí, para todos, pero sin que su fuerza resultara algo fuera de lo común. Era de madrugada, y se oyeron sólo dos palabras, que a cada cual sonaron en su idioma propio: ≪Hala; arriba≫. Tan sólo eso. Después, como impelidos por una orden imposible de desobedecer, todos los muertos recobraron su corporeidad y todo se llenó de pútridos vapores. Cada cual parecía saber dónde dirigirse, y en poco tiempo —poco más de un mes— cada humano recaló en la estancia que correspondía a sus méritos, acordados con anterioridad, por lo que se ve. Después, la nada lo invadió todo, y el firmamento desapareció como en el pasado brotó de la nada; todo fue espíritu en continuidad. Pero yo siempre lo había sospechado, ya lo dije: Juan, el discípulo predilecto, el amado del Maestro, se deleitó toda su vida con alucinógenos, y jamás pudo dejarlos. Y en Patmos, ya viejo, mucho menos, como al final se ha podido comprobar.
Del libro Micrólogos

miércoles, 17 de agosto de 2011

NO HAY JUBILACIÓN


domingo, 14 de agosto de 2011

MICRORRELATO

COSA DE ARAÑAS

Aquel niño no dejaba de insistir con las arañas. Desde que las conociera en un libro de ciencias, en el colegio, a todo el mundo asediaba para que le contara cosas sobre ellas, le regalara libros con fotografías o le recomendara lugares en la red para visitar. Poseído de una fiebre sin control, comprobó que a los pocos meses lo sabía casi todo sobre ellas. Pero un día reparó en que desconocía la procedencia de ese nombre que tanto le había cambiado las apetencias. Se enteró por fin de que provenía de una experta tejedora griega, llamada Aracne, cuya delicadeza en el arte del bordado sobre tela y tapicería era sólo comparable a su soberbia; y tanta fue, en efecto, que pretendió que la hermosura de su labor y la pericia de su arte aventajarían incluso a Atenea. Siguió indagando, y comprobó que la diosa accedió al desafío y que éste tuvo lugar en la casa de la tejedora, donde la diosa de la inteligencia y de la guerra fue vencida por la calidad artesana de su oponente mortal. Al chico le molestó mucho, en cambio, que Atenea no pudiera soportar la derrota, y que, despechada, golpeara a su rival y destrozara su telar. La conclusión de la historia, con su trágico final y la reparadora metamorfosis lo dejaron estupefacto.

—Pero, ¿quién se creía esa diosa que era? Hoy, Spiderman la habría fulminado por completo —sentenció, muy resuelto.
Del libro Micrólogos

miércoles, 10 de agosto de 2011

PANORÁMICA EN LOS PIRINEOS


En este caso, convendría verla en un tamaño mayor, pinchando en ella

domingo, 7 de agosto de 2011

MICRORRELATO

LA HISTORIA DE TU VIDA

Cuando empecé a elaborar la historia de tu vida, no imaginé que tuviera tanto éxito, que se venderían tantos libros; al fin y al cabo, ni tú eras famosa, ni yo tan conocido como lo soy ahora; todavía no me lo puedo explicar del todo, aunque tal vez tenga que ver con el morbo de los años que pasaron entre que desapareciste y que encontraran tu cuerpo; o que los forenses llevaran a cabo aquella investigación tan minuciosa, tan aireada por la prensa, entusiasmada con nuevas técnicas químicas que nadie podía prever hace tiempo, como no fuera en alguna serie de televisión; ni siquiera yo mismo, que me precio de calculador y metódico. Cuando empecé a elaborar la historia de tu vida sabía que el último capítulo sería el más difícil y también el más revelador, así que no lo escribí, razón por la cual conservé el manuscrito mucho tiempo inacabado. Mientras duró la investigación, mi propio texto de biógrafo, que ofrecí como ayuda desinteresada, no les aclaró gran cosa. Sin embargo, otros procedimientos más profesionales acabarían revelando con sorprendente precisión detalles que sólo yo podía haber imaginado. Desde el momento en que me comunicaron que lo sabían todo, pude escribir ya sin tapujos el capítulo final. Me dio tiempo suficiente antes del juicio, que fue sorprendentemente rápido, previsible e inapelable. Con la historia de tu vida, he obtenido mi mayor éxito como escritor. No sé si los próximos años me alcanzarán a resolver tal paradoja.
Del libro Micrólogos

miércoles, 3 de agosto de 2011

TIOVIVO

domingo, 26 de junio de 2011

MICRORRELATO

SOMNUS INTERRUPTUS

Cuando alcanzó a dormirse, todos los microrrelatos que había leído en su vida pasaron por su mente en riguroso orden alfabético (autores), uno detrás de otro, sin omitir ninguno, palabra por palabra, con exactitud absoluta. Tal sucesión de historias lo desveló por completo, y ya no fue capaz de recuperar el sueño nunca más. Pero tampoco pudo dejar de ver recreados en su mente los diferentes argumentos, que pasaban por él a velocidad de vértigo. Cuando dicha sucesión concluyó a los veintiún días, quince horas y diez minutos, falleció —según llegó a trascender— a consecuencia de un fallo multiorgánico severo. A la nueva disfunción neuronal descubierta para la comunidad científica, acabaron bautizándola con su propio nombre. De tal modo, todavía pudo alcanzar la celebridad que siempre había anhelado. Eso sí, a posteriori, y sin efecto retroactivo alguno.
Del libro Micrólogos

miércoles, 15 de junio de 2011

SOMBRA DE NUBE, AL CONTRALUZ

domingo, 12 de junio de 2011

MICRORRELATO

DE AQUELLO A ESTO

Hoy la volví a ver. Había cambiado. Estaba más fea. Los años, sin duda. El uniforme, también. Las largas horas de rutinaria tarea, tras la caja. La monotonía de tantas caras sin rostro, mercancías, dinero que no le pertenece ni lo hará nunca. La reconocí enseguida, mientras aguardaba mi turno. Tamara. Uno de los verbos más floridos que mi carrera docente recuerda. Algunos de los exámenes más perfectos que he podido saborear, salieron de sus manos menudas con uñas que entonces aún se mordía. Y ahora, doce años después, su figura ligeramente encorvada, ahí, tras los paneles, colocando los códigos tras el lector óptico. Sin mirar a los clientes. Devolviendo puntualmente el cambio. Agradeciendo de forma mecánica al acabar. Saludándome con el protocolo, al proseguir. Sin mirarme, como con todos. Pasando mis compras y metiendo cada producto en las bolsas de plástico. La miro, con intención, pero ella sigue, sin darse cuenta. Cuando queda un último alimento sobre la cinta, coloco mi mano sobre la bolsa, impidiendo su acción. Ella me mira, de repente. Sin expresión. Sorprendida por el gesto. Mi mirada la interroga, con una leve sonrisa. Ella, durante un instante, duda. Sigue impasible, sugiriendo en silencio que la deje proseguir. De súbito, sus ojos se abren. Me reconoce. Su cuerpo parece encoger. Con rapidez, enrojece. Por mimetismo, creo que yo también, aunque con menor intensidad. Ella baja los ojos. Y no volverá a levantarlos. Tampoco cambiará de color. Levanto mi mano de la bolsa de naranjas. Finaliza la compra. Una cantidad, una tarjeta, una operación y una firma. Mis ojos no se han separado de su rostro en estos minutos. Ella cierra la caja. La cinta echa de nuevo a andar. Gracias, buenos días.
Del libro Micrólogos

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