miércoles, 8 de febrero de 2012

UN MUNDO PARA JULIUS




Hay en La Coruña varias cosas singulares, pero en esta fotografía se conjugan dos de ellas: la Plaza del Humor y un vagabundo alemán, de nombre Julius.

Uno ha viajado algo, pero no tanto como para saber si hay otra plaza tan extraordinaria como ésta, en la que se homenajea al humor y a unos cuantos que de él hicieron profesión y a quienes les deberemos siempre agradecimiento eterno. En cualquier caso, no conozco otra en la que literatos, dibujantes, cineastas, periodistas y payasos se conjunten en un espacio urbano donde se les muestra en dibujos taraceados en el suelo, y también con algunas esculturas para los más insignes humoristas patrios, de un modo tan acertado y edificante.

El personaje que se ve en la imagen es Julius. Al parecer, se apellidaba Lederer, pero para todo el mundo era simplemente Julius. Había aparecido en La Coruña hacía algunos años, y los relatos sobre el origen de su estadía coruñesa se fueron sucediendo. Lo cierto es que este joven no molestaba a nadie, no aceptaba ayudas de nadie y no se relacionaba con nadie. Como mucho, un cartelito de vez en cuando en el que solicitaba “40 céntimos”. Vagabundeaba por la ciudad, sin lugar fijo donde quedarse, y haciendo lo que le daba la gana, a su aire. La gente se acostumbró a él. Sin embargo, con el tiempo, según parece, su salud y estado se fueron deteriorando progresivamente, aunque él siempre rechazó cualquier tipo de asistencia. Se trasladó, no obstante por la costa gallega, y acabó recalando en Burela, donde las autoridades determinaron su ingreso en un centro psiquiátrico. Hoy, dos meses después de dicho internamiento, leo la noticia de su muerte en un hospital de Lugo. Tenía 31 años.

Hace años, una vez conocí la historia, me pareció un personaje digno de fotografías y merecedor de algunas palabras. En una mañana de mayo de 2009, tuve suerte de localizarlo en la referida Plaza del Humor, y le tiré algunas fotos desde lejos.

En ésta se le puede observar, como se podía ver muchas veces por el casco urbano coruñés, cargado con su impedimenta, pero a su aire, descansando, como aquí se ve, en brazos del inmortal Cunqueiro, que parece comprenderlo bien, hasta el punto de ofrecerle su abrazo y su corpachón para que descanse de sus tribulaciones diarias. Los ojos cerrados, pensativos, el cuerpo relajado, pese a la postura encogida, fumándose un puro. A pesar de su torpe aliño indumentario, a pesar de las mochilas, a pesar de sus barbas y largos cabellos, a pesar de todo, para mí supone, sin lugar a dudas, una imagen de la felicidad. Justo por su carácter efímero, puntual, momentáneo, de aquella mañana primaveral. Estoy seguro que en ese preciso momento, él estaba feliz.

Como dije, había hecho las fotos. Nunca, en cambio, había escrito las palabras. Acaso estuvieran esperando para salir, que su historia se completara. No lo sé. Y aunque debo confesar mi tristeza al escribirlas, no sabría responder a qué extrañas causas obedece.

6 comentarios:

la cocina de frabisa dijo...

Que pena también me da a mí. Realmente, Julius era un poco "vecino" de todos los coruñeses. Cada cierto tiempo aparecía ante nuestros ojos sin que le buscásemos.
Cuando empezó a frecuentar las calles de esta, mi ciudad, a todos nos sorprendió, su apariencia denotaba claramente su procedencia extranjera. No molestaba, no pedía, sólo quería que le dejasen vivir su vida, sin ayudas, sin consejos, sin nada, era un pájaro libre. Quizás por eso, no pudo soportar su internamiento....

Descanse en paz...

Charo Reyes dijo...

Hermosa fotografía. Y hermosa historia también, porque no deja de hablarnos de que hay otras vidas al margen de las nuestras (tan "normalizadas"), que, aunque duras, presentan un encanto especial en determinados momentos.
Uno de ellos es el que tú has captado...

Lidia dijo...

era feliz, es feliz... a su manera, con sus formas y gestos y su vida en hilos.Descansa en paz...

Anónimo dijo...

¿es de verdad Julius ese que aparece en la foto fumándose un puro?

Sergio dijo...

Hola Eduardo, el otro día lei tu entrada y me conmovió.
Hoy leyendo la prensa, apareció esta noticia:

http://goo.gl/ejdaA

Quizá te interese su lectura.

un abrazo,

Arce

Anónimo dijo...


EL MISTERIO DEL VAGABUNDO ALEMÁN
Parrafo extraido del artículo publicado en ”La Voz de Galicia” el 10-2-2012, firmado por Javier Becerra, titulado “Julius, el campeón de matemáticas”. Cito: “Hace dos meses, Julius ingresaba en la unidad de psicología del Hospital de Lugo. «Dicen que dentro bebía once litros de agua al día, cuando fuera no lo hacía», comenta Juan Carlos Fernández. Los padres mantenían una teoría al respecto: «Ellos dicen que la bebía para eliminar los medicamentos que le obligaban a tomar». Hasta el final intentó romper todas las cadenas. Las que le puso la sociedad a esa libertad que buscaba su mente enferma.”

Parrafos extraidos del artículo publicado en ”La Voz de Galicia” el 31-12-2012, firmado por Sara Carreira titulado “Potomaníacos, adictos al agua”. Cito:
“Juan Carlos Díaz del Valle, psiquiatra del Chuac, explica algunas motivaciones de este comportamiento: «Sabemos que las personas con trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, tienen una alteración en la secreción de dopamina que les puede provocar un deseo irrefrenable de tomar agua”
“El consumo excesivo de líquido (potomanía) , que puede superar los siete litros al día, es síntoma de algún problema y puede provocar hasta la muerte”
¿Cuánta cantidad de agua es patológica? «Es una frontera muy difícil de definir», apunta Díaz del Valle, para quien tomar hasta 2 o 2,5 litros diarios no tendría que resultar problemático; en cambio, un potomaníaco puede beber más de 7 litros cada día. Hay dos consecuencias principales de una ingesta excesiva: la caída de la concentración del sodio y la de potasio. En el primer caso, si baja mucho se puede acabar con un edema cerebral -acumulación de líquido en el cerebro……”

Parrafos extraidos de entrevista publicado en ”La Voz de Galicia” el 31-12-2012, firmada por Joel Gómez titulada «Na esquizofrenia é un síntoma máis da doenza»
Le pregunta a Ramón Ramos-Psiquiatra de Conxo
-¿Cando preocupa o consumo excesivo de líquidos?
-O normal é consumir entre 1,5 e 2 litros. O beber 3 ou máis litros xa se valora como un síntoma que pode ter múltiples causas, aínda que non se considera unha patoloxía psiquiátrica. No noso estudo había varias persoas que superaban os 5 litros diarios, en certos casos sospeitamos que puidesen ser o dobre, e iso supón risco de complicacións de saúde serias.
-¿Que complicacións?
-Pode haber unha intoxicación aguda por auga; e se se mantén no tempo o consumo excesivo, derivar en problemas renais, cardíacos e outros, moitos deles graves porque o corpo non manexa esa cantidade excesiva de líquidos. Na esquizofrenia é un síntoma máis da doenza;
-¿Como se trata este problema?
-Non é fácil controlar nin tratar este problema, pois é moi fácil dispor de auga. Hai que limitar e restrinxir o consumo de líquidos e existen fármacos para axudar nestes casos.



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