PROMETO
Prometo regresar contigo a este instante y regalarte un universo oscuro, rico en detalles y recuerdos, por donde paseamos en tiempos arcanos y felices, cuando la perfección existía, porque nos la creíamos y porque la creamos ambos. Prometo volver a recrear tu imagen vaporosa y desdibujada, ante mis ojos miopes y pequeños, que abusan de la cercanía, que tratan de acercar lo que cada vez se aleja más y más. Prometo no quererte más de lo necesario, la cantidad justa que tu esencia requiera para que no se sienta asaltada ni obligada, con la intensidad necesaria para que tu sonrisa se asocie con tus lágrimas y formen una alianza perfecta de paz y tiempo. Prometo. Te prometo a cada segundo. Prometo tantas cosas, que seguro me olvidaré de muchas. Así que prometo no prometer. Y, sin embargo, como ves, te sigo insistiendo siempre, hasta que alguna noche, después de cenar, me comuniques que ya no puedes seguir fingiendo, que nunca creíste ninguna de mis promesas.
Del libro Micrólogos
1 comentario:
Y digo yo, pa variar, ¿no podrías alguna vez escribir un final feliz para tus cuentos?
Es tan bonita la primera parte hasta que de golpe uno cae de la nube para estrellarse en la realidad de las falsas promesas..
Promete, anda, promete escribir un cuento con final feliz...
besitos
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