-Dispongo de cinco amarras, porque cinco son los hermanos que me usan y me aman sobremanera. Soy el medio más habitual por el que se procuran sustento, y resulta hermoso comprobar cómo cada uno de ellos se ha hecho responsable de una parte de mi casco y cómo, día tras día, cada uno larga su amarre hacia el sitio convenido, para que quede bien claro que si bien yo soy solo una, son cinco dueños los me poseen por igual. Me requieren de un modo amoroso, femenil, casi perentorio, y yo les sirvo bien a todos ellos. Y cuando les veo recoger las maromas al día siguiente, sé que todo volverá a transcurrir otra jornada más por el camino justo, aquel en que la unidad quede simbolizada en mi capacidad para sostenerlos a todos ellos.
-Me sujetan de un modo abusivo porque no confían en mí. Las aguas de este puerto son demasiado tranquilas y abrigadas como para precisar tanta maroma que me mantenga en el sitio. Me sujetan demasiado, porque piensan que si no me atan acabaré huyendo. Y no les falta razón. Ansío poder surcar el mar cercano a la costa a mi libre albedrío, sin obligaciones pesqueras, ociosas o de simple recreo caprichoso de mis dueños. Admito que son precavidos, y por ello les admiro. Su miedo les previene del ejercicio de mi libertad. Les odio, aunque les entiendo. Pero aunque comprendo sus razones, si pudiera los destruiría para siempre.
-Me sujetan de un modo abusivo porque no confían en mí. Las aguas de este puerto son demasiado tranquilas y abrigadas como para precisar tanta maroma que me mantenga en el sitio. Me sujetan demasiado, porque piensan que si no me atan acabaré huyendo. Y no les falta razón. Ansío poder surcar el mar cercano a la costa a mi libre albedrío, sin obligaciones pesqueras, ociosas o de simple recreo caprichoso de mis dueños. Admito que son precavidos, y por ello les admiro. Su miedo les previene del ejercicio de mi libertad. Les odio, aunque les entiendo. Pero aunque comprendo sus razones, si pudiera los destruiría para siempre.
3 comentarios:
La foto es estupenda, la barquita tan sola en la inmensidad, sujeta por tantos amarres a pesar de tener tan escaso tamaño.
La he ampliado, resalta el color blanco de la madera sobre esa arena un tanto azulada que se confunde con el mar.
Soledad, eso es lo que me sugiere. Preciosa.
También me ha gustado el relato. Hablando la barca como primera persona nos induce automaticamente a ponernos en el lugar de un objeto que siempre imaginamos inanimado. Mú bueno.
un beso
Hola,
Atrévete a formar parte de la historia.
Besos
A mi esta foto me inspira un mensaje muy claro: ansia de libertad.
Buen fin de semana_!
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