domingo, 9 de marzo de 2008

Cuestión de oficio


Bueno, allá vamos. Otra parejita más. Estos parecen algo mayores. Superan los treinta y tantos los dos, vamos. Lo habitual, en estos tiempos. Si es que no queremos salir de casa ni a tiros. Como los míos, que, claro, ¿dónde van a estar mejor? Con el imbécil de su padre y con la tonta de su madre. Yo llevo el dinero, ella lo distribuye, y ellos se lo montan estupendamente, pero ni dios se larga cuando está mandado. ¿Y estos de hoy? Ahí los tengo, tan juntitos, esperándome, con más prisa que ganas. ¿Qué pensarán? Me verán como un mal menor. Ahora, las fotos, luego, el banquete, los invitados. Madre mía, parecido a cuando me casé yo. Puffff. ¡Qué agobio! Para bodas estoy yo. Si ya hacerles los fotos me cuesta un triunfo, no quiero imaginar casarme de nuevo. Y, ahora, en breve: "rodéala de frente", "poneos así", "detrás de ella", "miraos con una sonrisa"... Total, para lo que les va a servir, dará lo mismo. Al final, lo único que quedará será el álbum de fotos, eso sí, dividido o con hojas arrancadas por uno u otro. Ay, qué vida. Menos mal que yo tengo mucho oficio, y esto, como todo, es una cuestión de oficio.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El arte de la fotografía es más complicado cuando sus modelos no saben “posar”.
Si lo sabré yo, que se me han dado situaciones de estas…

¡Que no hables!..
-es que no puedo estar sin decir nada.
¡No te rías!
-intento no hacerlo, pero no me sale.
¡Así quedas siempre en las fotos, ahora lo entiendo!
-es que esto me pone de los nervios.
¡Si al final no es para tanto!
-no se que hacer con la manos.
¡Mételas en los bolsillos!
-ahhgggg … que horror, que mal quedé, parece una foto para un anuncio de pasta dental.
¡Pero… si estas muy bien!

la cocina de frabisa dijo...

Si es que hay costumbres que no se pierden, aunque varíe el momento en el que se ejerciten, jjajajjaja.

El relato mejora la foto, me ha gustado mucho que el protagonista fuese el fotógrafo. Muy buenos sus pensamientos tan alejados de los que se supone serían los de los novios en ese instante.

Es que las bodas sólo marcan las vidas de los novios, los demás…. convidados de piedra. Un beso

Belén dijo...

Y lo gordo es que probablemente tenga razón...

Besicos

Anónimo dijo...

Pues si cuestión de oficio:El cura qué los casa,el fotógrafo qué les hace el reportaje(qué será lo qué les quede),el abogado y juez qué tramitaran su divorcio todos realizaran su oficio porqué de él viven y la parejita se separará porqué támbien tendrá qué vivir.M.T:

Lyra06 dijo...

Así, con positividad frente al matrimonio. Pero tiene que ser cansado estar haciendo fotos continuamente a novios y esperar al mismo tiempo hacérselas a tus hijos para que se vayan de casa. Menos mal que no es una exigencia necesaria para independizarse... Un beso.

Mármara dijo...

Menos mal que no he tenido que pasar por semajante trance.
Hace unos meses me tocó presenciar un espectáculo similar en Xagó. Terminaron metiéndose en el agua, que debía estar a 8º, hasta quedar como pollos (congelados).
La estulticia humana no tiene límites.

Ana Vázquez dijo...

Es muy buena la foto. Me ha gustado el diálogo sobre todo, ¡qué coñazo debe ser ejercer de fotógrafo de bodas!

Besos.

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