-De verdad, yo no quería, pero es que llevaba un día muy malo, encerrado en casa, sin salir, con mis necesidades por hacer, deprimido, con hambre, harto de dar vueltas por toda la casa. Es injusto que me hayan condenado a estar aquí dentro: está húmedo, es estrecho, huele mal, apenas hay luz, y menos mal que acabo de poder abrir esta ventana mínima. Pero es que yo no quería, lo juro, si siempre he sido un cachorrillo, los niños del barrio se montaban en mi lomo, y mi aspecto fiero no les daba ningún miedo. Todo lo que dijeron después es una sarta de mentiras. No tengo antecedentes. Debería tener derecho a que se presumiera mi inocencia. Pero, no. El castigo, lo primero, y la tortura, después. Si yo no quería, de verdad. Total, porque soy efusivo, que eso sí, siempre fui cariñoso, y a veces el impulso me mueve. Y después de tantas horas solo, me dio... no sé, la gana de saltarle encima. Pero para lamerle y darle mimos (y también urgirle para salir, claro); y no para agredirle ni matarlo, ni nada. ¿Qué culpa tengo yo de que cuando le salté encima, le diera un susto de muerte, resbalara y se diera con la cabeza con el sofá? Al fin y al cabo, no se murió, que eso sí sería grave. Ahora faltará menos en casa, sí, porque la silla de ruedas lo obligará a una vida más sedentaria. Lo malo será convivir con quien tenga que llevarla. Pero eso será otro problema que ya trataremos en su momento. Ahora, hay otra prioridad: salir de aquí cuanto antes. Porque yo no quería, es la verdad, no quise nunca. Y eso ya me exime de culpabilidad, ¿no?
miércoles, 9 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
AVISO A VISITANTES
Todas las imágenes (salvo excepciones indicadas) y los textos que las acompañan son propiedad del autor de esta bitácora. Su uso está permitido, siempre que se cite la fuente y la finalidad no sea comercial
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.
5 comentarios:
Ya se, el texto es duro, pero por favor que foto mas bonita, que perro mas lindo!!!!
Besicos
Pobre perrillo tus ojos hablan por ti!
Eso te pasa por ser fiel,efusivo y cariñoso y saltar de alegria por ver a tu dueño.Si eres huraño y esquivo dirá qué muerdes la mano qué te dá de comer, en cualquiera de los dos casos serás encerrado ahí, la vida es injusta.
CAMBIA DE DUEÑO YO TE ADOPTO. M.T.
Un diez!! Sí, es que te lo mereces y una es espléndida.
La foto es deliciosa, es una foto con VIDA, sí, esos ojos tiene vida y hablan. El relato es un monólogo tierno y delicioso a pesar del trasfondo dramático.
Me han encantado tanto la foto como el relato, muy parejita fue la cosa hoy. Un besito.
¡Qué te voy a decir, al respecto de este tema, que no sepas? La crueldad con los animales me toca tanto que ni siquiera puedo celebrar la excelente calidad de la foto.
WOW!
Aplausos!
Realmente muy bueno. La mirada triste y al mismo tiempo, llena de vida, decanta un sentimiento que pocas veces es visto en la gente, pero si, muchas veces en perros y gatos. Esa ternura, esa inocencia, que todos tenemos, y que con el avance del tiempo, vamos perdiendo de a poco (a algunos nos queda algo todavia de ESE MAGICO MUNDO que vemos cuando somos chicos).
El relato... Perfecto! Increible historia, aunque esperaba que al final, no solo pasara de un golpe. El desenlace de que terminara su dueño en silla de ruedas por el perro, es dramatico, pero real (puede pasar).
Y sobre los derechos de los animales.. que puedo decir.. lamentablemente, hay tanta gente mala.. tanta maldad dando vueltas.. y los pobres animales, pagando el precio porque al ser humano se le antojo "tener un mejor amigo"...
Excelente Trabajo!
Un saludo!
Mariano Mendoza.
Fotografo Publicitario
Publicar un comentario