Cuando se produjo la explosión, nadie estaba atento. Era de noche, y nos habíamos concentrado para otro evento ruidoso y multicolor. Pero, de repente, se escuchó el estampido que nos sacó a todos de nuestra actitud distendida y festiva. Pudimos confundir la deflagración con la de los fuegos artificiales que estaban teniendo lugar frente al mar. Pero la violencia del sonido, la lluvia de cascotes que dejó sembrada la playa de heridos, y los dos coches que volaron por encima de nuestras cabeza, no nos dejaron lugar a dudas. La fiesta devino tragedia. Como siempre, a traición. Poco antes de producirse la explosión aquella noche, bolas y palmeras de puntos de luz surcaban el cielo y el olor a pólvora festiva lo inundaba todo. La imagen que tenemos impresa de aquel momento es horrible, sanguinolenta, caótica, pero la hemos ido borrado nuestras mentes, por prevención terapéutica. Si queremos recordar lo que sucedió aquella noche, recurrimos a imágenes como ésta, que nos reconcilian con la vida sin aludir a la muerte. Los más habilidosos ya no recuerdan nada. A algunos nos cuesta algo más, pero no dudamos de alcanzar el gozo de esos pioneros, maestros del olvido metódico, catártico, liberador.
miércoles, 23 de abril de 2008
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7 comentarios:
Jolín, y es tan fácil olvidar como una catarsis y ya?
Pues vaya, si que me estaba confundiendo si...
Besicos
Bonita la foto.
Es tan largo el olvido, que se entiende que algunos aún no lo hayan alcanzado.
Besos
La foto es preciosa,parecen relámpagos hechos de cristal cayendo como un castigo divino.
Me gusta eso del olvido como prevención terapéutica.
Yo viví en carne propia algo traumatico y no recuerdo nada(por suerte)me explicaron qué la mente era muy selectiva y olvidaba lo que le hacia daño,en tu relato,para recordar veis las fotos yo para hacerlo pregunto a mi familia,pero cada vez pregunto menos, eso sí.
Prefiero recordar lo que hice ayer por ejemplo.M.T.
Bonita foto. Preciosa la elección.
Prefiero no decir lo que una explosión traicionera, sembradora de dolor y muerte puede llegar a marcar. De eso sí que sé, pero como anónimo dice, es mejor no recordar, olvidar. Y ¿cómo se logra la habilidad para hacerlo y liberarse?
Un abrazo.
Como siempre a traición...
Es triste y dura esta realidad de nuestro país, ese cáncer que no termina de ser extirpado...
Mientras tanto, algunos, los que pueden anestesiar el pasado, recordarán sólo la explosión multicolor...
Besines:)
Me gusta cómo has conjugado los temas. La Vida es así, capaz de lo mejor y lo peor en un solo instante.
Suerte que, para según qué cosas, tengamos memoria de pez.
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