viernes, 11 de abril de 2008

Calles, calles


En el Mairena de Machado "los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa" fue poetizado por un niño convirtiendo la frase en "lo que pasa en la calle". Y la verdad es que suceden muchas cosas en las calles; y en algunas ocasiones, situaciones de gran alcance. Como en aquel pueblo castellano, donde las calles cobraron un protagonismo singular: la tradición marcaba que el recorrido debía comenzar por la calle Corta, seguir por la Larga, y terminar la ruta en la calle del Reventón. De siempre se había hecho, y desde siempre se celebraba ese rito, que se comunicaba a los visitantes, quienes con el alborozo de todo turista por las tonterías locales seguían sumisos las indicaciones de los lugareños. Todos en ese pueblo conocía lo que había que hacer; pero lo que nadie recordaba ya era que el origen de la tradición venía de que antaño hubo dos vecinas, una muy alta, a la que por zaherir llamaban "la Corta", y otra de comportamientos muy viperinos, a quien apodaron "la Larga", que se llevaban fatal, como es lógico en estos casos, y que aprovechaban cualquier momento para proseguir su enfrentamiento particular. Hasta que un día la cosa se salió de madre, y la Corta recorrió la calle donde vivía hasta llegar a donde vivía la Larga, a la que hizo salir, a la que persiguió por toda su calle hasta llegar a la adyacente, donde ambas se enzarzaron en sangrienta reyerta, que acabó en degollina; de modo que quienes se llevaban a matar, tomaron al pie de la letra la situación, que al final reventó como tenía que reventar. Y desde entonces se conmemora del modo referido tan glorioso evento de cainismo patrio. Eso sí, la calle Corta es bastante larga, y la Larga, bastante corta. Y la del Reventón es... como ya uno se puede imaginar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces, por hechos o dichos determinados las personas ó las cosas se conocen más por lo acontecido con ellas qué por sus nombres propios.

En mi pueblo hay un grupo de viviendas qué lo llaman EL TOCOTE fueron acogidas en su dia y la gente se preguntaban unos a otros si les habia tocado un piso..... TOCOTÉ? (si,no)y así quedó bautizado para siempre.

Después se hizo otra remesa de viviendas y otros se decian si no te tocó en la primera fase TOCARATE en ésta.
Así quedó de por vida "EL TOCOTE y EL TOCARATE" varias calles qué pertenecieron a un poblado de pescadores la mayoria hoy en dia no sabe el origen de su nombre.M.T.

la cocina de frabisa dijo...

Ahora las calles suelen tener nombre y apellidos y es mucho más fácil conocer su procedencia.

Hay nombres, como los que nos señalas que si no fuese por los "viejos" del lugar, nunca sabríamos su significado.

Claro que con "la sangrienta reyerta, que acabó en degollina" como pa no llamarse Reventón, pa habernos matáoo, te lo juro

besos

Mármara dijo...

Con la de pocas calles que hay, en nuestros pueblos y ciudades, que lleven nombre de mujer, esta historia tuya me deja un poco tibia. No es que no sea original, y que hasta tenga su gracia, y todo, pero me cargan tanto los estereotipos, últimamente...

Perlita dijo...

No salen mis comentarios. Algún duende cibernético como siempre digo.

En mi pueblo, por más que el ayuntamiento se empeñe, las calles siguen con sus mismos nombres populares que le dio la gente llana: Calle de la loca a la de Antonio Machado, ...del botellero, a la calle Isabel la Católica y así siempre. ¡Cómo somos! Pienso que lo mejor y aunque a veces tenga su gracia esto de los nombres, sería adjudicar un número a cada calzada.
Un saludo.

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