jueves, 17 de abril de 2008

Advocación de Príapo


El paseo había sido largo y lleno de confidencias. Clara había conocido un chico del que se había enamorado recientemente, y Violeta estaba siendo informada de esos detalles tan necesarios entre amigas íntimas. Clara se sentía absorbida por su chico y Violeta, generosa, la comprendía, no sin un asomo leve de envidia. Sin embargo, Violeta notó que Clara no se había explayado con tanto entusiasmo como otras veces similares. Había un punto oscuro en lo que le había contado, que se le escapaba e introducía una nube de misterio en la larga conversación. A la pregunta habitual sobre qué era lo que más le gustaba de él, Clara había respondido que no sabría decir, que... todo, en general. A esas palabras siguieron unos cuantos pasos en silencio y le demostraron que aquella respuesta no encajaba para nada con alguien en su estado. En otras circunstancias, la habría abrasado con cientos de anécdotas y un entusiasmo de fácil contagio. Pero esta vez no. Por eso, decidió pincharla: "Y, ¿cómo anda de material? ¿La tiene grande?". Clara enrojeció, y sólo musitó alguna evasiva. Cuando llegaron a la explanada con los menhires, acabaron rodeando uno de ellos, el más alto. Clara se pegó a él, como si lo abrazara, como si deseara sentir el latido de la piedra contra su pecho, como si le quisiera transmitir palabras largo tiempo meditadas. Violeta, al principio expectante, y luego más desenvuelta y divertida, se acercó a la imponente piedra y la tocó también desde el otro lado. Pensó para sí: "Así que era esto". Pero sus labios acabaron diciendo: "Pues venga. Que así se cumpla". Y lo hizo en voz alta, para que su amiga la oyera con claridad.

7 comentarios:

Belén dijo...

La eterna pregunta querido... calidad o cantidad ;)

Besicos

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Belén en lo de calidad o cantidad,una persona te enamora por muchas más cosas.

La foto muy bonita con el mar de fondo.M.T.

la cocina de frabisa dijo...

¿Qué intenso el azul del mar, no?

Los menhires también me encantan, desde siempre, así que ese que muestra la foto, también.

Lo demás, confidencias entre niñas que comienzan a asomarse al mundo masculino y como es obvio, quieren contarse todo. Con el tiempo ya irán balanceando lo que realmente es importante y lo que no es más que un dato.

un besito

Anónimo dijo...

El Azul del mar es tan intenso como los sentimientos y pensamientos de estas 2 chicas...
Es una buena foto. Muy loco el comentario, pero no deja de ser "tipico"..

Amor > Cantidad/Calidad...

Un saludo!

Mariano Mendoza.
Fotografo Publicitario

Ana Vázquez dijo...

Si tardo tanto en decirlo seguro que era porque no había mucha calidad...

Un beso!

Lyra06 dijo...

La calidad es más importante que la cantidad, aunque luego venga Esther y nos diga lo contrario ^^...

Es que contarse esas cosas entre amigas muy íntimas es un vicio, no hay quién lo remedie.

Un beso.

Mármara dijo...

La eterna pregunta, efectivamente; la eterna disquisición; la eterna duda...Pregunta, disquisición, duda: común, abstracto, masculino, plural.

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