Las manos sirvieron aquella noche para gesticular, para bendecir, para tomar alimento, para acariciar, para expresar asombro ante lo que sobrevendría; también, para sostener una bolsa con dinero. Fue una noche de muchos planes, de muchas sorpresas, de demasiadas preguntas sin formular y con muchos silencios encubiertos. Todas las manos participaron, y llegaron en ocasiones a entrelazarse. Pero sólo una empuñó el arma fuera del tiempo convenido y se encargó de eliminar los sueños de las demás.
jueves, 14 de febrero de 2008
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7 comentarios:
Sueños truncados por armas. Algo sabemos los que venimos de pises lesionados, lacerados y vilipendiados.
Sentimos el miedo, y a pesar de no quererlo, terminamos alimentándolo. Se instala en nuestro cuerpo como un comensal al que no habíamos invitado, siempre presente,
nos ataca, desgasta y consume hasta apoderarse de nuestra tranquilidad.
Me encanta tu elocuencia.
Las manos casi siempre expresan o pueden expresar algo más que la mirada, incluso. Muy expresivo el texto. Las manos, los gestos, la mirada pueden incluso dar una vida por acabada. Son poderosas, manipuladoras.
Saludos.
Expresiva fotografía y magnífica talla.
Hoy mi comentario se va a limitar a recoger parte de un poema de Miguel Hernández…
“¿Quién lavará estas manos fangosas que se extienden al agua y la deshonran, enrojecen y estragan?
Nadie lavará manos que en el puñal se encienden y en el amor se apagan.
Empuñan crucifijos y acaparan tesoros que a nadie corresponden sino a quien los labora, y sus mudos crepúsculos absorben los sonoros caudales de la aurora.”
Y ahora el Papa es Benedicto XVI... ay, como está el mundo...
Las manos también pueden urdir traición...
treinta monedas de plata fueron suficientes, para vender la dignidad de un hombre.
Me gusta tu espacio,volveré!
Saludos, nos leemos:)
Demoledora reflexión sobre la torpeza del género humano. Sobre la sinrazón.
¿Ya te he dicho que no sé si me gustan más las fotos o los textos?
Cierto es qué las manos expresan mucho de las personas:La ternura de una madre cogiendo a su bebé,la pena en unas manos entrelazadas,la alegria y entusiasmo cuando aplaudimos espontáneamente o el afecto al estrecharnos las manos cuando vemos a nuestros amigos y seres queridos. Imagino las manos de tu fotografia frias ,sudorosas y temblando ante tantas incertidumbres y acontecimientos en la noche.M.T.
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