sábado, 9 de junio de 2018

LOS GESTOS DEL NUEVO GOBIERNO

Los gestos son importantes. Los gestos a veces llegan a convertirse en símbolos. Significan más de lo que en apariencia ofrecen. Connotan, además de lo que denotan. A menudo no les damos la importancia que merecerían. Las personas públicas que deambulan de continuo por entre los diversos medios de comunicación, y que están expuestas a muchísima presión ante cualquier cosa que digan o hagan, deberían saberlo. Y si son de esos personajes que la ciudadanía toma como modelos de determinadas actitudes o valores, no sólo deberían saberlo, sino tenerlo grabado en sus ADN éticos, para que no cupiera el olvido cada vez que hacen o dicen algo ante unos micrófonos o unas cámaras.

Gestos. En nuestra constitución actual (Art. 16) se exponen con claridad los siguientes tres puntos, al respecto de la cuestión religiosa:

Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Gestos. El flamante presidente del gobierno español accedió a su cargo el pasado día  7 de junio, sin la presencia de un crucifijo o una biblia, sin jurar nada, sino prometiendo sobre un ejemplar de la Constitución respetarla y hacerla respetar. Todo impecable. No hay nada que comentar. En primer lugar, porque si este señor fuera católico y hubiera querido jurar su cargo sobre la Biblia y con un crucifijo presente, e incluso arrodillado, yo estaría diciendo lo mismo. En segundo lugar, si lo fuera acaso quisiera ser escrupuloso con la observancia de la ley, que es bien clara, como se puede apreciar más arriba. Ahí es donde aparecería el gesto, el símbolo. Los presidentes de gobierno de España, país laico, prometen o juran su cargo de una forma laica. Que alguien en un futuro quiere hacerlo por una vía más religiosa, no habrá nada que objetar. Ahora bien, deberíamos acostumbrarnos a este tipo de situaciones, que son las que proceden, y no rasgarse las vestiduras por cuestiones que en el resto de los países civilizados de nuestro entorno están más que superadas.

Gestos. El flamante gabinete ministerial formado hace unos días tiene la curiosa peculiaridad de tener más carteras femeninas que masculinas, concretamente 11 sobre 7, casi el doble. ¿Por qué? El nuevo presidente del gobierno, político joven, que no inexperto, aunque aún le falte mucha andadura para convertirse en un estadista, ha pulsado el sentir de la calle, sobre todo en los últimos tiempos, que contemplaron la manifestación más multitudinaria habida en la España democrática. No sólo las mujeres son la mitad de la sociedad, no sólo copan ya varias facetas de la vida cotidiana, sino que resulta insultante el trato a que se somete a muchas de continuo. Tal vez por ello Pedro Sánchez haya querido lanzar ese gesto, buscando mujeres profesionales competentes que incorporar a su consejo de ministras (y ministros).  Personalmente, a mí cada nombramiento de lo que sea, sólo me interesa en lo concerniente a su valía, independientemente de su género, pero entiendo y aplaudo ese gesto, que me alegra, porque es un mensaje que alguien tiene que dar por primera vez para que en breve sea algo tan cotidiano que ni nos acordemos de cuando actuábamos como estúpidos (anteayer mismo).

Gestos. ¿Tan difícil era lograr reunir un puñado de profesionales con reputación en cada ámbito, cuya mención ya sea sinónimo de excelencia, esperanza e ilusión? Pues bien, este pimpollo resucitado y recalcitrante, inasequible al desaliento, lo ha logrado de la primera tacada. Con la sola excepción de un ministro “televisivo”, este presidente, que sólo cuenta con el apoyo fijo de 84 diputados (sobre 350) ha logrado el asombroso consenso de lograr que casi todo el mundo admire el elenco escogido. No deja de ser asombroso, pero a mi modo de ver es mucho más sencillo de lo que se piensa, si se aplica el sentido común, y se elige para crear un parterre a un jardinero, o para construir un edificio se encarga el asunto a un arquitecto, y no al amigo Perico, que necesita el cargo para enriquecerse con prontitud, y  que luego devuelva los favores prestados.

El ser humano es el único que puede generar símbolos. Los gestos simbólicos que he visto estos días, me han cambiado el semblante por unas horas. No creo que sea demasiado pedir más, muchos más, todos los días, a cualquier hora. En la misma órbita progresista, quiero decir.

viernes, 8 de junio de 2018

LOS MITOS DE COVADONGA Y SANTIAGO DE COMPOSTELA


Nunca pierdo la oportunidad, cuando explico la Edad Media española, de mencionar a mis sufridos alumnos dos mitos que se crearon en nuestro norte peninsular, de muchísima importancia de cara al desarrollo de nuestra historia, pero cuya mitología, creada ex novo o "reconstruida" a posteriori resultan notables. Me refiero a dos hechos acaecidos uno en Asturias y otro en Galicia. Cien años apenas los separan. Su trascendencia fue gigantesca en ambos casos. Tanta como su falsedad en origen.

El primero es la denominada "batalla de Covadonga", ocurrida según la tradición en 722, y en la cual unos pocos restos de tropas visigodas acaudilladas por un noble de nombre Pelayo, se enfrentaron a un enorme contingente de los ejércitos sarracenos, que habían conquistado ya casi toda la península Ibérica. El resultado de la desequilibrada y descomunal batalla fue la derrota completa y la aniquilación total de los musulmanes, que se retirarían para siempre de tierras astures para no ocuparla permanentemente nunca más (razzias y saqueos puntuales aparte). Esto es lo que dice la leyenda, la tradición. La historiografía apunta a que la realidad fue muy otra, por supuesto. Ni hubo tremenda batalla (todo lo más, una refriega), ni hubo ejército musulmán de casi doscientos mil hombres (todo lo más, unos pocos miles), ni la marcha del ejército moro tuvo que ver con la derrota infligida (más bien la orografía, la climatología, la ausencia de tierras fértiles, y la escasez de botín aprovechable). Pues bien, aquí es donde finjo meterme con la frase asturiana/española del "Asturias es España, y lo demás tierra conquistada", para suscitar un debate que, como se puede adivinar, brota enseguida y con la pasión que yo espero... para oponerla con otros argumentos y así enseñarles a debatir, a argumentar, a aceptar hipótesis, falsar otras, etc. He de apuntar que lo logro en parte con los inteligentes, y fracaso siempre con los prejuiciosos, los nacionalistas y los escasos de neocórtex.

El otro hecho, al que le saco menos punta porque a ellos por nacimiento les atañe menos, es el "descubrimiento" al lado de Padrón (La Coruña) del sepulcro del apóstol Santiago el Mayor, en el s. IX, durante el reinado de Alfonso II el Casto de Asturias. Este rey sacó provechosa tajada propagandística del asunto para su reino y para sí mismo, y proyectó dicha importancia hacia los siglos posteriores, hasta el punto de que, a día de hoy Santiago sigue siendo el patrono masculino de España, al lado de la patrona femenina, la Virgen del Pilar. Pues bien, aquí afronto el asunto con alguna frase impactante, del tipo: "Las probabilidades de que los huesos hallados en el Campus Stellae fueran los de la persona que escuchó a Jesús por Galilea son de 0'0000000001, y exagero porque creo que eso todavía es demasiado". Para, a continuación, proseguir diciendo que, en realidad, da lo mismo de quién fueran los huesos: lo relevante es que la gente lo creyó. Y que de esa creencia surgiría una vía de peregrinación, transmisión, comercio y comunicación que vertebró una primitiva Europa dándole por primera vez desde la antigua Roma, una conciencia común en algún aspecto.

Los dos temas siempre acaban igual. Remitiéndonos a la verdadera importancia de los fenómenos históricos, independientemente de la verdad que los haya hecho aparecer. Cuando consigo que al menos lo reflexionen, me doy por satisfecho. Cuando veo el cerrilismo de algunos, no muy diferente de las opiniones de otros cerriles catalanes, vascos o gallegos, me encojo de hombros, me apeno unos minutos (pocos), y me prometo que el curso siguiente, volveré a fustigarlos de igual modo, para que por lo menos algunos puedan entrever la multiplicidad de lo que llamamos verdad histórica y que muchos prejuicios muden su piel de serpiente y la nueva les permita observar con mayor angulación y con más cantidad de matices. Lo prometo, y lo cumplo siempre.

Panel de Asturias, en la Plaza de España de Sevilla (Andalucía, España)
Enero, 2018 ----- Nikon D500

jueves, 7 de junio de 2018

DE NUEVO, CIORAN

Hacía muchos años que no leía a Cioran. Compré hace  unas semanas una antología de los 34 Cuadernos que año a año le sirvieron de depósito de ocurrencias, apuntes, esbozos, reflexiones, recordatorios puntuales. El reencuentro ha sido muy emocionante. Fue un autor de cabecera, unos años. Me impactó su desesperación; su amor por el fragmento, por lo breve; su tendencia recurrente al suicidio, que jamás perpetró ni siquiera como intento; su afilado verbo, que sólo podría explicarse tras una labor lenta y continuada de pulido corrector; sus contradicciones -humanas- en aspectos sorprendentes que hacían dudar de la sinceridad de sus afirmaciones, siempre contundentes y absolutas.

El reencuentro ha sido grato, ya digo. Es como si él no hubiera salido de su casa y yo fuera a hacerle una visita de nueva. El, por lógica, seguiría pensando lo mismo, pero el visitante, o sea, yo, ya no sería aquel que lo leyó con fruición arrebatada en la primera juventud. Habría sido yo quien hubiera cambiado, quien filtrase sus palabras con criterios de cetáceo y no con modos de escualo; el ágil tiburón que devoró a dentelladas sus libros, habría sido relevado por un pesado rorcual que permitiría pasar a través de sus ballenas sólo las ideas que se acomodasen al espacio entre las mismas. La cantidad de subrayados que surgen ahora como necesarios es considerablemente menor: mi nariz de viejo oso pardo rastrea alimento muy selecto y acorde a una dieta de madurez, porque me faltan piezas en la dentadura y los jugos gástricos ya no disuelven con el poderío de entonces.

Las conexiones de su inveterada soledad mental con la mía propia son mucho más laxas hoy que entonces. Con los años, las influencias, los autores, las lecturas, las personas, las experiencias, fui encontrando mi camino propio, que poco a poco se fue separando del suyo. Pero aun así, ¡qué delicia volver a sentir algún puñetazo de los suyos!, que te cogen siempre con la guardia baja, por mucho que sepas que es experto en los ganchos de izquierda. ¡Qué maravilla comprobar que la sorpresa anida siempre en las mentes privilegiadas, que ven y piensan de un modo tan redicalmente novedoso, tan violentamente nihilista!

miércoles, 6 de junio de 2018

A MAL TIEMPO, BLANCA SONRISA (DEL MIMO)


Tras una jornada agotadora de sol, arte, montañas, lagos y larga caminata, la tarde se anticipa tranquila, en el bello pueblo de Annecy, en los Alpes franceses. Pero, de pronto, el diluvio se desparrama por sobre todos cuantos nos hallábamos por las calles. Los soportales nos protegen, pero hay alguien que busca, además de unas monedas, sacarnos una sonrisa por contraste. El mimo se arma de su facha maquillada, abre un paraguas imaginario por toda protección, y deambula por el medio de las rúas mientras jarrea a conciencia. A todos, nos sonríe, mientras gesticula con su cuerpo, y al final nos muestra con picardía simulada su vaso de metal, donde algunas monedas comparten espacio con el agua recién caída. A la mayoría nos enternece. En medio del aguacero, esa sonrisa ilumina toda la calle más que el blanco de su camiseta y de su pintura de payaso. El instante mereció la pena. Justo es que ahora se comparta.

Robado en Annecy (Alta Saboya, Rhône-Les Alpes, Francia)
Julio, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

martes, 5 de junio de 2018

HITOS DE MI ESCALERA (28)

Ese mismo verano intenso con mi primera chica que relaté en el último Hitos, fue también el último que viajé con mis padres y hermano de vacaciones estivales. Así como en la mayoría de cosas, no, en la del viaje de vacaciones mis dos padres estaban asombrosamente de acuerdo. Tomando como base la peregrina idea de que si los chicos tomaban sol y agua de mar en verano, se ahorrarían catarros en invierno, cada julio (desde que mi padre se compró el Seat 600, y luego con el Seat 127) nos encaminábamos a algún puerto de la costa cantábrica o atlántica. Allí solíamos pasar dos semanas, en régimen de pensión o apartamento -no había dinero para hoteles-. De ese modo, conocí La Coruña (allí vivía una tía mía, muy querida), Laredo, Gijón, Llanes y, sobre todo, la zona de las Rías Bajas, con el pueblo de El Grove como asentamiento base.

Pues bien, en el año 1981 el último viaje de vacaciones estival con mis padres fuimos a Santander, que mi madre, como buena citadina que ha sido, tenía ganas de conocer. Era un destino que a mí también me sugería mucho, porque en mi primer año de carrera, me había empapado de muchísima información sobre la Prehistoria, una de mis asignaturas favoritas siempre, y en concreto de la cantidad de cuevas que en la provincia de Cantabria había. Por eso, lo primero que propuse es que fuéramos a la cueva de Tito Bustillo, en Ribadesella, en el camino de ida, y más adelante al pueblo de Puente Viesgo, para ver las cuevas del Monte Castillo. Pero mis padres fueron muy claritos. Ellos no volverían a ver “piedrinas” (se referían a una excursión que planteé y fue aceptada, sobre unos petroglifos cerca de Marín, y un dolmen en Axeitos, hacía años). Se negaron en banda. Pero, al menos, dejaron que fuera yo, “si tanto interés tienes”. Y, sí, tanto interés tuve, y no a la ida, pero sí a la vuelta, conocí la cueva riosellana, que colmó mis expectativas, mientras ellos gozaban de la playa. Y lo de Puente Viesgo... pues fue cosa de autobús, paseo a pie y goce posterior. Tampoco digo nada del Museo Arqueológico santanderino, que para mí fue un hallazgo, aunque de aquella era objetivamente bien tétrico en comparación con el actual.

Ese último verano lo recuerdo también porque, enamorado como estaba de mi asignatura, cada vez que paseábamos por el centro de Santander, en los puestos de libros de ocasión, hurgaba para ver si encontraba revistas de Historia 16, que en aquélla fue uno de mis alimentos básicos; o bien ejemplares usados de libros clave. No tenía dinero, claro, y debía pedírselo a mis padres. En esto, justo es decirlo, mi padre no preguntaba demasiado, y solía facilitarme las pesetas correspondientes. Por el contrario, mi madre siempre opuso seria resistencia a todo lo que no fuera el “manual o libro de texto de toda la vida” (y ya ni cuento si le pedía algo para “novelinas”). Pero, mal que bien, regresé de Santander con una buena dosis de melanina veraniega y con un puñado de revistas de historia que devoraría los meses siguientes.

Ya no habría, sin embargo, más veranos con ellos. Mi madre se había mareado siempre, y cada vez que se montaba en el coche, ello le suponía revoltura de cuerpo seria para varios días. Además, la adolescencia de mi hermano se le fue atragantando cada vez más, a lo que se añadió mi marcha a estudiar Madrid dos años después, lo que acabó de darle la puntilla para inaugurar su época más depresiva y enferma. Tardaría varios años en poder irme de viaje por mi cuenta, y en otras compañías. Pero jamás les agradeceré a mis padres el esfuerzo que hicieron para que sus hijos tuvieran una infancia con veranos en el mar.

lunes, 4 de junio de 2018

LA MIRADA CLARA DE SANDRA


¿Qué puede pensar una niña de 11 años, ante una cámara semiprofesional que ocupa tanto como su pequeña cabeza? Asaltada desde la cuna por alguien que le ha hecho fotos desde el primer momento, es seguro que está más que acostumbrada a que el “tito Eduardo”, cada vez que se encuentran, le tire unas cuantas docenas de tomas, a la espera de que la siguiente sea mejor y capte ese alma interior que poco a poco va esculpiendo entre problemas, alegrías, dificultades y circunstancias. 

Pero esa cara sonriente sin fisuras, con esa mirada abierta sin dobleces, nos impulsa a imaginar una inteligencia maravillosa, que año a año va descubriendo su potencial, el perfilado de sus gustos, la asunción de sus cualidades, que amplían su horizonte. También la de sus defectos, con los que se ha vuelto más indulgente, lo que la convierte en un ser más adorable, si cabe. Esa cara sonriente nos dice algo, nos impacta sin remedio, porque en el instante en que el fotógrafo aprieta el botón, ella le está diciendo algo, algo cariñoso, sin duda, y que a través de la imagen resultante, una vez que la niña la pueda ver, la vinculará un poquito más con él. La cámara habrá servido de nuevo para penetrar en el lenguaje de los cuerpos, y demostrar con la reciente imagen el paso del tiempo, la progresión de la inteligencia, el aprendizaje de la dulzura sin empalago, y el crecimiento de un cariño que resulta inevitablemente recíproco.

Sandra (La Coruña, Galicia, España)
Junio, 2018 ----- Nikon D500

domingo, 3 de junio de 2018

YA ERA HORA DE QUE LOS ECHARAN, COÑO

Y, sí. Nadie lo pensaba, pero al fin se han ido. Aunque en realidad les han echado. Por fin los que no gobernaban se han dado cuenta de que juntos son más que quien estaba en el gobierno, y que ellos estaban siendo cómplices de su permanncia. Independientemente de lo que cada grupo piense, todos han pensado -¡por fin!- que el gabinete presidido por M. Rajoy era ultraconservador, monolítico, sordo, egoísta, interesado, altivo, inculto, manipulador, chantajista y, sobre todo, corrupto; y que debía ser castigado por ello.

El partido que nos ha gobernado (sic) los últimos siete años ha sido un modelo de servilismo con los poderes económicos, que han hecho cuanto han querido, y no lo que demandaba la ciudadanía. Ha rescatado a la banca con el dinero de los españoles, sin que haya revertido nada favorable para éstos; antes al contrario, los beneficios actuales de las entidades sobrevivientes tras la reestructuración se han multiplicado con respecto a los tiempos previos a la crisis de 2008. Ha legislado todo lo posible para favorecer el ámbito privado de la medicina, la sanidad y la educación, los tres pilares del Estado del Bienestar, seriamente amenazado por esta panda de golfos apandadores. Ha legislado contra las energías renovables para favorecer a las empresas eléctricas, que serán las que los acojan ahora cuando algunos ya no tengan con qué mantener su insultante tren de vida. Se ha apropiado de dineros públicos de todos los ámbitos, desde los de cooperación internacional hasta del ámbito sagrado de las pensiones, cuyas arcas han quedado vacías, sin que hayan buscado alternativas para compensar las tropelías, aunque ello no les ha impedido mostrar una desfachatez absoluta, echando culpa a anteriores ocupantes del poder.

El partido que ha dirigido (sic) los destinos de España en los últimos años, fue estableciendo una red clientelar de jetas profesionales, de trincones de profesión, de inútiles para casi todo (excepto para medrar a través del partido), de meapilas que aconsejan sobre lo divino sin olvidar lo humano (pero sólo lo que les conviene), de faltones sin escrúpulos, de mentirosos compulsivos, de negadores de la mayor, la menor y la del medio, de gente creyente en la autoinmunidad que genera el poder, basado en el Partido, esta vez sí con mayúsculas. Dicho partido del gobierno, ha sido incluso definido en sentencia reciente como una organización mafiosa que, además de poseer una doble contabilidad, ha albergado en su seno a personas que, desde sus puestos de poder, han obtenido beneficios millonarios, de los que el propio partido se ha beneficiado. La misma sentencia llega a decir que la declaración de su líder y presidente del Consejo de Ministros resultaba poco creíble y dudaba de su veracidad.

Esta capacidad de resistencia frente a la inmensa cantidad de casos de corrupción en que se ha visto involucrado este partido, especialista en utilizar el poder como forma de ganar dinero a espuertas, resulta, en cambio, asombrosa. Como igualmente asombrosa es la pertinacia del electorado en mantener a estos golfos en el lugar que no les corresponde. Pero las sociedades, como las personas, también se encanallan en determinadas circunstancias.

La España de 2018 ha sufrido en los últimos años una involución en su calidad de vida como no había sucedido en los 40 años de democracia reciente. Con las libertades restringidas, vigiladas, censuradas incluso. Con la Cultura como territorio al que convertir en yermo, por la peligrosidad del pensamiento frente a los ladrones sin escrúpulos. Con los trabajadores sometidos a una legislación que concede toda la capacidad de maniobra a los contratadores, y con una bajada de nivel salarial que no resultaría creíble para nadie en 2007. Con una generación de estudiantes que ha de buscarse la vida en otros países, donde sí precisan sus cualificados conocimientos, o bien someterse aquí a empleos muy por debajo de sus titulaciones, y con sueldos acordes a una escala muy inferior a sus merecimientos.  España entera es un Estado lleno de mangantes, compañeros de partido, parientes, enchufados, correas de transmisión caciquil del poder hasta sus últimas estructuras.

No digo que el nuevo presidente sea un genio de la política -ni se aproxima-. Tampoco, que sus coyunturales “socios” sean más admirables que los salientes -en algunos casos, apostaría por lo contrario-. Pero era hora de que toda esta caterva de cínicos impresentables corruptos fuera expulsada de sus poltronas y que otros prueben otros modos, otras formas. A ser posible, con la Ética y la Constitución como referentes. Bendita moción de censura. Por fin.

viernes, 1 de junio de 2018

LA PRIMAVERA, NO SÓLO VERDE


La primavera no es sólo verde. También es azul, y gris, ocre. Pero el verde lo prefigura todo. Sin él, parecería que algo falta. El renacer de la tierra provoca que el verde inunde la mirada. Enmarcado por el ocre y el azul en sus bordes terrosos y celestes. La primavera es de colores, de cultivos nacientes. Perséfone regresa. Su séquito oscuro del inframundo cambiará de tono y de brillo. El verde triunfa. Y los ocres. Y el azul. 

Inmediaciones de Sierra de Cazorla (Jaén, Andalucía, España)
Marzo, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

jueves, 31 de mayo de 2018

INDIVIDUALISMO FEROZ

De lo poco que he leído de Michel Foucault -muy poco- en realidad, tengo que decir que jamás me interesó nada. Es más, siempre pensé que eran vueltas de rizo sobre aspectos que me parecen irrelevantes o disquisiciones de bizantinismo contemporáneo. Sin embargo, en una entrevista que Guillermo Altares le hace a la filósofa húngara Agnes Heller (El País Semanal, 20-VIII-2017), aparece una anécdota que esta mujer relata como fidedigna, sucedida cuando el filósofo francés y ella andaban por Nueva York: un seguidor le preguntó si era estructuralista o posestructuralista; él respondió “Soy Michel Foucault”. Así de sencillo. Este pensador creía que ningún filósofo puede sumarse a ningún ismo. Y aquí sí que concuerdo con él. Esa idea es lo suficientemente clara y directa como para que un lego mortal como yo la entienda. Pero, además, redunda en el individualismo feroz y antigrupal que me caracteriza y que mis amigos y allegados conocen bien. 

Por desgracia, el ser humano gusta de clasificar. Si no encuadra una acción, un animal, un pensamiento, etc. en una caja concreta, no es capaz de hablar de casi nada. Por eso la pregunta del discípulo busca claridad a la hora de encuadrar a su maestro. Pero la filosofía implica pensar, y el pensamiento siempre es único. Es obvio que nadie es absolutamente único, y que buena parte de las ideas que albergamos cada uno son adquiridas y bebidas de otras fuentes. Sin embargo, la combinación que dichas lecturas, asimilaciones y actitudes generan en cada pensador es por fuerza diferente a la de los demás. De ahí la actitud tan desafiante de Foucault sobre la inclusión en un ismo, en una caja común donde poder clasificar mejor su pensamiento. Si se piensa bien, su respuesta es de una lógica tan aplastante, que el interrogador queda inmediatamente descalificado. 

ELOGIO DE LA LENTITUD


Quien camina lento (con lentitud), camina sano (con salud) y va (llega) lejos”. ¡Qué duda cabe que la frase italiana de la pintada no sólo suena mejor, sino que por sí misma y sin traducción ninguna que nos acerque su significado, es más verdadera que vertida al castellano literal que acabo de improvisar. Ya los mismos italianos acuñaron el dicho Traduttore, traditore (Traductor, traidor), que no requiere explicación suplementaria. Pero vayamos a la frase.

Plantear hoy día la apología de la lentitud es predicar en el desierto. A pesar de la aparición de algunos libros sobre esto, de la recuperación de clásicos como Thoreau o de sabios orientales que abocan por dejar que la prisa resbale por nuestros cuerpos con la facilidad que lo hacen las gotas de lluvia, a pesar de todo ello, nuestro tiempo no es propicio a lo que signifique tranquilidad, serenidad, lentitud, silencio. Y, sin embargo, ése es el camino que muchas veces precisamos, cuando más nos acucian los problemas. 

Pero la frase apunta a otra cualidad cada vez más rara en nuestros días: la constancia, la perseverancia, el mantenerse firme en la misma dirección, por muy mal dadas que vengan las bofetadas que la vida pueda infligirnos. 

No es cierto, en cambio, que caminar despacio aboque a la salud, pero lo contrario sí que supone perderla fácilmente, por lo que, en puridad, se podría considerar válida también. Lo lento, pues, como sinónimo de salud.

Por último, “lejos”. Es un concepto ambiguo. Puede significar longitud, si tomamos la referencia desde un punto de partida. Puede indicar logros, si tenemos en cuenta lo que se consigue poco a poco, sin desmayos ni abandonos. Puede querer decir altura, si las miras apuntan a lo alto, desde un suelo mucho más plano y trivial. Pero en los tres casos es siempre un concepto del “más” en cantidad, del “más allá” en el espacio o hacia arriba.

Caminemos lento. Sin pausas. Sin prisas. Sin paradas. Sin descanso. La primera acción que inicia una singladura alrededor del mundo parte de soltar las amarras desde un puerto cualquiera. El comienzo de cualquier peregrinaje, lo hace con el primer paso, sin el cual no nos movemos siquiera. Sin ese primer acto, nada prosigue, nada se logra. Pero hagámoslo con cadencia morosa. Caminemos lento. Tendremos la salud más preparada para viajar lejos, llegar lejos, mirar lejos. 

Pintada en Génova (Liguria, Italia)
Julio, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

miércoles, 30 de mayo de 2018

MI PALABRERÍO CANALLA (35)

CRUCIFIJO: Objeto simbólico cristiano que consiste en una representación escultórica a escala, más o menos esquemática, más o menos fantasiosa, de la ejecución en la cruz de Jesús de Nazaret, llamado el Cristo. Ha desfilado delante de tantos ejércitos y ha sido instigador y testigo de tantas tropelías, que ya no resulta creíble en modo alguno su mensaje de paz original, salvo para los que se creerían cualquier cosa con tal de creer en algo.
CRUELDAD: Tipo de trato vejatorio con los semejantes a quienes no se considera como tales, sino menos, lo cual viene muy bien para justificar el poder dar rienda suelta a bajos instintos, violencias subyacentes, modos de placer prohibidos u ocultos, y refinamientos muy específicos. Abunda mucho y, por ello, sus modalidades pueden ser infinitas y susceptibles de acoger un determinado grado de creatividad.
CRUZADA: Operación religiosa, militar y económica de corte fanático que instaba a degollar a quienes no acreditasen adorar al dios de los cristianos, que es el único y verdadero como todo el mundo sabe; todo el mundo, menos el islámico, que se queda perplejo de que alguien piense así, cuando según dicha religión lo correcto es creer que Alá es el único y verdadero, como todo el mundo debería saber.
CUADERNO: Universo rectangular susceptible de ser rellenado con cuanta materia cósmica o imaginativa que uno pudiere concebir, suponiendo que se disponga de tal capacidad, y donde -de verdad- cabe todo -todo- en formato escrito, pictórico e incluso matérico.
CUADRO: Fragmento plástico cuadrangular de origen onírico, misterioso o falaz, que en la actualidad presenta un parecido mínimo con respecto a su modelo o inspiración; suponiendo que haya habido un modelo.
CUÁQUERO: Atípico modelo de creyente cristiano no violento que, para mayor sorpresa aún, radican en su mayoría en los Estados Unidos de América. Son ferozmente individualistas en cuanto a la interpretación de la  Biblia, reniegan del culto inducido, pero son monstruosamente gregarios y colectivos; y es que nobody is perfect.
CUBISMO: Estilo pictórico de inicios del s. XX, que renegó de la perspectiva lineal, por unívoca, estatista y obsoleta, para decantarse por una perspectiva múltiple, sin tener en cuenta de que los cuadros seguían siendo bidimensionales y que los hologramas aún estaban por imaginar siquiera. Sus logros plásticos demuestran que únicamente con racionalismo el arte sólo construye monstruos, como ya Goya advirtiese un siglo atrás.
CUCHILLO: Maravilloso instrumento cortante de gran eficacia por su acertado diseño, que puede servir para pelar una patata, hacer ejercicios de puntería o clavarlo por diversión, negocio, necesidad  o error, en el cuerpo que se nos cruza en el camino.
CUENTO: Narración de pequeñas dimensiones, oral o escrita, que se cuenta o se pone por escrito con la intención de entretener, concienciar, hacer dormir, o provocar admiración hacia quien lo lee, sin perjuicio de envanecer a quien lo ha escrito o contado.
CUERNO: Apéndice óseo, curvo y puntiagudo -real o imaginario- que ostentan los varones de determinadas especies animales con diversos fines o significados, generalmente relacionados con en enfrentamiento, la lucha por la cópula y/o el orgullo de la exclusividad acaparadora (V. Cornudo/a).

Del libro inédito Palabrerío canalla1999

martes, 29 de mayo de 2018

EL HERMOSO MESTIZAJE DE LA GIRALDA


La Giralda es una de las torres más bellas del arte hispano. Casi nadie queda indiferente ante su ajustada esbeltez, su abstracta decoración, su logrado sincretismo; también por su elevación (101 metros, con el Giraldillo), en una ciudad donde predomina lo horizontal. Todos le encuentran alguna belleza a tan distinguida torre, pero pocos conocen que dichas calificaciones provienen de una decisión inusual en tiempos de religión y sangre. La Giralda es una torre que es a la vez musulmana y cristiana. Y de dicho mestizaje, logradísima integración en sus dos partes, proviene esa misteriosa atracción.

La Giralda, antes de ser lo que hoy vemos, no tenía campanas y era bastante más baja y achaparrada. Era un alminar más, de tantos como poblaban las ciudades musulmanas de Al-Ándalus. Era la torre desde la que el muecín convocaba a los fieles a la oración, en la mezquita aljama más importante de la ciudad de Sevilla. Había sido construida en tiempos del integrismo y la austeridad almohades, en el siglo XII, lo que no le impidió estar decorada en su exterior por bellísimos paños ciegos de sebqa. Cuando Sevilla fue conquistada por los ejércitos castellanos de Fernando III el Santo, parecería que todo iba a cambiar, pero no. Al menos, no tan pronto. Durante 150 años se usó la antigua mezquita y el alminar (con el añadido de campanas), como templo cristiano. En el s. XV, sin embargo, se demolió el edificio musulmán para edificar sobre él el mayor templo gótico del mundo, la actual catedral sevillana. Con todo, la belleza del alminar se impuso, al tiempo que el pragmatismo por no tener que construir otra torre influiría también lo suyo. De modo que se cristianizó el minarete, añadiéndole un tercio más de altura, donde se colocaron varios cuerpos con campanas y otros aditamentos cristianos, que concluiría ya en el XVI, en plena estética renacentista.

La contemplación de la Giralda ofrece a nuestros ojos lo mejor que cualquier mestizaje cultural puede transmitir: la posibilidad de la mezcla sin que las formas disuenen a la viste; la capacidad de la coexistencia sin que se pierdan todas las esencias. Cierto que la torre forma parte hoy de un edificio cristiano, pero no sería lo que es sin su apariencia netamente musulmana en sus dos tercios inferiores. Eso es lo que todos miran y admiran cuando la contemplan, pero que tan pocos ven. 

La Giralda, de noche (Sevilla, Andalucía, España)
Enero, 2018 ----- Nikon D500

lunes, 28 de mayo de 2018

UNA SORPRESA ESTUPENDA: JAVIER RUIZ TABOADA

Una de las cosas que me más me gustan es hurgar entre anaqueles de librerías, bien de viejo, bien de nuevo, a la caza de sorpresas que justifiquen el tiempo invertido entre tanto volumen. No siempre encuentro algo que me descoloque, aunque es rara la visita que salgo de vacío. En una de mis últimas incursiones libreras, hallé esta joya de un fulano (Javier Ruiz Taboada, @ruiztaboada) que no sólo no me sonaba en absoluto, sino que su imagen en portada, a más de petulante, ni siquiera me resultó agradable. Pero...

Se trata de un volumen de apenas 135 páginas, editado por Renacimiento (lo que ya le otorga algo de credibilidad, de entrada), titulado Se te tiene que ocurrir. Aforismos, Tuits y Citas a ciegas. Y en portada, ya digo, una fotografía del autor que la cubre al completo. Me hizo gracia el título, y lo abrí esperando las mandangas típicas que tanta red social ha hecho proliferar en nuestros tiempos. Lo que descubrí me dejó sobrecogido, por su calidad, por su intensidad, por la cantidad de ideas, por el extraordinario uso de un lenguaje al que retuerce hasta exprimir la última gota de significado, por su humor, por su ternura, por su lucidez, por su forma de darle la vuelta a lo que ya consideramos definitivo, sin serlo. Os dejo una breve muestra de lo que este periodista, poeta, escritor de literatura infantil ha incluido en esta joya, y ya me vais contando... si os place.

1. El dinero da la facilidad

2. La belleza está en el interior, en el interior hay cosas más importantes
3. El que esté libre de pecado, no sé a qué espera
4. La vida es un curso de formación con una mala salida
5. Importas lo que exportas
6. Aunque pueda parecer paradójico, cuando vuelves también vas. Volver es otra forma de ir
7. Lo bueno, si breve, una putada
8. La justicia no sería tan ciega si algunas leyes usaran gafas de cerca
9. No me interesa el cerebro de quien no tiene corazón
10. Estoy de las banderas hasta el mástil
11. Es una obligación moral de los que tienen voz ponerla al servicio de los que sólo tienen voto
12. Entre gol y gol, lectura

domingo, 27 de mayo de 2018

EL DISEÑO MODERNO (¿INTEMPORAL?) DE LAS JOYAS ANTIGUAS


Esta pieza fue ejecutada en oro nativo sobre el siglo III a. C.  en nuestra península Ibérica, en la zona suroeste, en lo que se vino en llamar cultura tartésica. Se trata de un collar o diadema cuyo cuerpo central lo componen varios hilos entrelazados de oro puro, sin otros elementos añadidos. Deberíamos, tras contemplarla, sugerir algunas preguntas que brotan casi sin querer. Por ejemplo, tomar nota con respecto al diseño, y plantearnos si al ver algo así en una joyería de postín de Londres, París o Nueva York nos llamaría la atención por su diseño "antiguo". También podremos cuestionarnos el valor de las modas a través de los tiempos, la circularidad de sus recurrencias. Y por último, plantearnos el hecho de que unos humanos anteriores al imperio romano pudieran llegar a tal nivel de filigrana y pericia en la orfebrería con unos medios técnicos ridículos en comparación con los actuales. De la respuesta a dichas preguntas, podríamos aprender mucho sobre nosotros mismos, y por esa razón yo la traigo hoy aquí a colación. 

Diadema tartésica (Tesoro de Mairena), Museo Arqueológico de Sevilla (Andalucía, España)
Enero, 2018 ----- Nikon D500

sábado, 26 de mayo de 2018

LA DESCONFIANZA EN LA RAZÓN

Leo una entrevista que Guillermo Altares le hace a la filósofa húngara Agnes Heller (El País Semanal, 20-VIII-2017), esta mujer menuda, de avanzada edad, y superviviente de los dos horrores más grandes que ha vivido el siglo XX: el Holocausto judío y el Gulag soviético. Sorprende su vitalidad, su herejía constante, evolutiva a lo largo de toda su vida, de su disidencia disconforme a aceptar lo que los demás marcaban como pensamiento único, porque el pensamiento si se caracteriza por algo, es, precisamente, por ser multiforme, infinito en sus ramales y posibilidades, inaprehensible en una única dirección.

Esta mujer, que fue discípula marxista de George Lukács, hizo de la disidencia y del pensamiento individual su marchamo más personal, una vez que los derroteros de su azarosa vida le fueron convenciendo de que el ser humano podía llegar a convertirse en el ser más abyecto que la Tierra albergara nunca. Aun así admite no comprender cómo se pudieron dar esas dos muestras de exterminio de humanos por humanos: “Nunca he logrado una respuesta. Lo que sí he llegado a comprender es que la idea de la Ilustración del siglo XVIII, la imagen de un progreso social constante, es un gran error. En el siglo XX vinieron Auschwitz y el Gulag. ¿Eso es progreso? El mundo es un lugar peligroso y siempre lo será. Debemos aprender a vivir con ello.”

Pero lo que más me ha dado que pensar es su desconfianza extrema hacia la Razón. No es que no la use, es que no confía en ella “porque los totalitarismos nos han enseñado que los malos instintos pueden matar a miles, a decenas de miles, pero solo la razón puede matar a millones, porque la ideología basada en el pensamiento racional establece que matar es correcto. La maldad puede matar a unos pocos, pero es la persuasión, el llamamiento a la razón, lo que te puede llevar a hacer cosas mucho más terribles”. Y me ha dado que pensar, porque yo me considero una persona cuyo enfoque analítico del mundo le da la preminencia a la razón sobre el sentimiento. Y aunque no me considero un racionalista puro ni extremista, y aunque yo le doy la adecuada entrada a los sentimientos, cuando procede... A ver si yo, en el fondo...

viernes, 25 de mayo de 2018

TRABAJO, ARTESANÍA,. ARTE


Cuando se entra en una pastelería del renombre de La Dulcería de Triana, en la calle Pureza (¡qué buena asociación!), con sólo el aroma ya se justifica el encuentro. Al repasar cuanto en su interior se halla en los diferentes estantes -pocos elementos pero muy llamativos-, a uno se le hace la boca agua. Literalmente. Pero si, además, levanta la vista, y ve un panel como el que aquí se muestra, comprende que hasta la labor humana más humilde puede traspasar el delicado margen de la artesanía al arte, con un poco de imaginación, intensidad, insistencia y la creatividad que inspira el amor a lo bien hecho.

Véase de qué modo tan sencillo se explica en ese texto la diferencia entre el sencillo pero sano trabajo, la trabajosa pero refinada artesanía y el sublime arte. De forma implícita deja bien a las clara que son grados diferentes, complementarios todos ellos, de la creación humana. Y también, que a lo más alto sólo se accede después de haber superado los escalones inferiores.

Panel en la pastelería La Dulcería (Sevilla, Andalucía, España)
Enero, 2018 ----- Nikon D500

jueves, 24 de mayo de 2018

VOCES PARA VIRGINIA (MICRORRELATO)

Las voces la envolvían desde hacía tiempo. No dejaban de taladrar sus pensamientos. Eran cada vez más inconexas. Ya no le servían para elaborar largos párrafos de monólogo interior. Pensó acabar de una vez por todas. Cuando todos estaban descansando, por la tarde, en un descuido se acercó a la orilla. Pudo aún ver el patrón convergente que formaban las dos orillas y la belleza cambiante de los reflejos del sol en el agua. Pensó que allí dentro las voces acabarían para siempre. Decidió cargar sus bolsillos con varias piedras; fue eligiendo las más bonitas, lo que la demoró un rato. Pero los gritos regresaban, con cruel intermitencia. Así que se adentró en las aguas, con paso tímido, pero pronto los remolinos la engulleron. Bajo la superficie, comprobó que todo seguía igual, que las voces seguían chillando, que lo hacían aún más fuerte; como si protestaran.

Del libro inédito Micrólogos, 2012

miércoles, 23 de mayo de 2018

ATACANDO LOS PREJUICIOS POR LO MUSULMÁN


De acuerdo, lo confesamos no sin reticencias. Esta cúpula no pertenece a la Alhambra, ni a alcazaba alguna. Es una obra realizada bajo auspicio cristiano. Fue construida en el primer cuarto del s. XV en Sevilla. Pero no es musulmana. Sólo es mudéjar. Se trata de la cúpula del Salón de Embajadores de los Reales Alcázares sevillanos, en concreto a la parte mandada construir por Pedro I. 

A veces, pruebo a mis alumnos, poniéndoles sin cartel ni aviso de ningún tipo, una obra como ésta, u otras, bien musulmanas propiamente dichas, bien corregidas por el tamiz cristiano en la mixtura mudéjar. La mayoría, hasta los más ceporros, suelen alcanzar la expresión “¡qué pasada!”, que es justamente lo que pretendo con el experimento. Luego, les comento que todo eso tiene su origen en el Islam, y en la prohibición de mostrar personas o animales, y cómo la decoración bajo múltiples formas y expresiones alcanzó con ellos cotas magníficas de belleza, que solemos desconocer. Pero también les azuzo para que acaben reaccionando en contra, para que salgan sus críticas a todo lo musulmán. Suelo hacerlo en horario tutorial más que en clase de Arte, porque conociéndolos y conociéndome, la clase “oficial” se iría a tomar viento. La idea es que reaccionen. ¿A qué? A las ideas preconcebidas de que todo lo musulmán es atrasado, sucio o malintencionado.

A continuación, les cuento que en el año 1.000 la ciudad más populosa de la España cristiana era León, y que tenía sólo 10.000 habitantes, y un nivel de higiene deplorable y una cultura por lo común limitada a los monasterios, como bien indicara en famoso libro Sánchez Albornoz. Acto seguido, les refiero que en ese mismo año, Córdoba, capital del califato homónimo alcanzaba los 500.000 habitantes (¡medio millón, sí!, sólo superada por la Constantinopla bizantina), con un nivel impresionante del control del agua y del alcantarillado, y una red increíble de baños públicos, teniendo en cuenta que se trataba de una ciudad con un clima cálido buena parte del año; que la traducción de obras antiguas, filosofía, la poesía, la medicina y otras disciplinas brillaban con una luz propia que en toda Europa reconocían los pocos fanáticos que en ella había. Todo lo cual les hace mover el ceño. Unos, extendiéndolo, rendidamente admirados. Otros, frunciéndolo, visiblemente molestos.

A los primeros, la explicación les dará otro punto de vista, otras plataformas desde las que ojear nuevos horizontes. A los otros, inasequibles a las orejeras del fanatismo educativo familiar, o de la religión, o de los prejuicios, cuando no a todo ello junto, a ésos, insisto, la clase sólo habrá servido para afianzarles un poco más en que su profesor es poco patriota, un débil multiculturalista como Rodríguez Zapatero, y quién sabe qué cosas más que no me dicen, aunque a veces adivino. Pobres. Jamás adivinarán que únicamente hablo para los otros, que son quienes en realidad me escuchan, y no sólo me oyen. Eso sí, las imágenes se las tragan. Quieran o no.

Cúpula del Salón de Embajadores de los Reales Alcázares  (Sevilla, Andalucía, España)
Enero, 2018 ----- Nikon D500

martes, 22 de mayo de 2018

101 DILEMAS ÉTICOS (INTRODUCCIÓN PARA HACER BOCA)

Como siempre estoy comprando libros, alguno ha de haber con la etiqueta de prescindible o innecesario. El que me compré ayer puede que tenga esta calificación, o puede que no. Recuerden quienes esto leen que en su momento me gasté una ridícula cantidad de pesetas (no sé si 25 ó 50) en comprarme el Libro de las preguntas, de Gregory Stock, que lo adquirí como parte de un lote de más volúmenes, y que luego, a lo tonto, acabó generando un libro de mi parte -por completo prescindible, éste sí- en respuesta a todas y cada una de sus preguntas, y que yo aquí voy ofreciendo al respetable en espaciadas y poco agobiantes entregas. O sea, que nunca se sabe. El que me llamó la atención ayer hasta el punto de comprarlo per se, y sólo ése (es raro que yo salga de una librería con un libro “sólo”), se titula 101 dilemas éticos; la editorial: Alianza; su autor, Martin Cohen.

Dicho así, no parece mucho, a pesar de sus 650 páginas en formato octavo. Pero a mí me encantan los retos. Y el primero que me pasó por la cabeza es que si me lo leo, y la cosa me gusta, podría proponer aquí los dilemas que me resultasen más atractivos, enrevesados o dignos de debate. Porque la ética se las trae. Parece que estamos jugando con hipótesis, con futuribles o con ucronías, y resulta que se está dirimiendo en este caso concreto la posibilidad de ser un canalla o alguien honesto... así, en la misma página, y dependiendo de lo que se responda.

En realidad, nos pasamos la vida eligiendo entre opciones no demasiado separadas entre sí, pero cuya respuesta determina los caminos por donde circulemos en nuestra existencia. Parece una tontería, pero nada hay más importante que la ética, a mi modo de entender. Parece una tontería, sí, pero de qué respondamos, de cómo actuemos, de qué elijamos, dependerá nuestra suerte, nuestra desdicha, nuestro bienestar o nuestras pesadillas más recurrentes. Muchas veces, todo parte de una mala elección, de una postura más arriesgada, o menos convencional. Y, de repente, todo cambia: a mejor, a peor; difícilmente todo queda como estaba. Siempre hay consecuencias.

Ya iremos viendo qué depara este volumen. Pero, para muestra y golosineo del personal, ofrezcamos un ejemplo sencillo y reciente. 

Dos líderes de un partido político minoritario pero creciente en apoyos, acaban uniendo sus vidas en lo sentimental y en lo económico. De resultas de sus debates amatorios, ella acaba embarazada, y de común acuerdo, deciden cambiar su lugar de residencia. Y compran una buena, espaciosa y bien resguardada de la primera línea de espionaje ciudadano. Una casa de esas que generan envidias. Como entre los dos sueldos de diputados, tienen un nivel de vida medio-alto, y se pueden permitir solicitar una hipoteca a un banco por el resto del dinero que precisan, por lo que se endeudan para 30 años, como cualquiera. Sin embargo, hay que añadir como datos relevantes que ambos pertenecen a un partido que lleva abogando desde el inicio por la limpieza, la transparencia y la lucha contra la corrupción, constituyendo un partido de izquierdas (sic); además, hay que saber también que  él, hace un tiempo criticó severamente a un ministro conservador por comprarse un inmueble de valor parecido e hizo veladas alusiones a la procedencia de los dineros necesarios para adquirirlo. Por lo cual, ahora mucha gente de los partidos rivales, de los medios de comunicación y de su propio partido, consideran gran falta de coherencia el asunto de la casa, y durante unos días acaban siendo la comidilla de los mentideros nacionales. Por ello, harto de tal situación, él decide dar un golpe de timón y solicitar a las bases de su partido que se pronuncien en referéndum (sic) sobre si han actuado bien y por tanto está legitimada su posición, o si por el contrario deberían dimitir por el despropósito.

Y aquí vienen las dos preguntas. 1ª) El primer comportamiento ¿es éticamente honesto? 2ª) ¿Debe un líder político someter al juicio de sus bases los aspectos de su vida privada?

lunes, 21 de mayo de 2018

LA CIRCULARIDAD IMPOSTADA DE LAS NORIAS


Las norias nos fascinan por su forma. Por su movimiento circular, repetitivo, que parece alejarse, pero siempre retorna. Las norias nos inquietan, pero siempre nos tranquilizan, al final. Nos permiten simular que viajamos, que nos instalamos en las alturas. Pero es un engaño en el que entramos con voluntariosa alegría. Esa circunferencia que dibujan las norias no tiene que ver con la simbología del infinito asociada a las religiones. Es más bien una particularidad de la impostura del juego a que nos prestamos siempre con ellas: simulamos viajar, sentados, pero lo único que logramos es ver lo mismo de siempre, pero desde un lugar más alto, y con un intervalo corto de tiempo; con otra perspectiva, eso sí. Pero no es más que un sucedáneo. Aunque con los colores que le añaden por la noche, resulta un sucedáneo apetecible y por momentos hermoso. 

Parque del Prado de S. Sebastián (Sevilla, Andalucía, España)
Enero, 2018 ----- Nikon D500

domingo, 20 de mayo de 2018

MAGNÍFICA FARIÑA

Ayer terminé de ver Fariña, la serie producida por Antena 3, que fue precedida del escándalo referido a la censura y prohibición del libro de Nacho Carretero en que está basada. ¡Censura! ¡Prohibición! Tal como suena. En pleno siglo XXI, en un país de la Unión Europea. Pero, sí. Aunque de eso hablaremos otro día. Digo que ayer acabé de beberme (de un tirón corto) los diez largos episodios -más de una hora cada uno- de esta serie española. La mayoría ya sabe de qué va, así que ahorraré los detalles del argumento. Me centraré en la impresión que me ha dejado cuanto vi.

Lo primero que me impactó de una serie que hace historia sobre el narcotráfico patrio es la ausencia de violencia armada, el hecho de que aparezcan poquísimas pistolas o rifles, y los que hay se disparan muy pocas veces. No es eso a lo que estamos acostumbrados con las series yankies, donde el realismo de las balas y de los muertos es la desagradable nota común. No es lo más importante que se puede reseñar, pero admito que es de lo más llamativo que uno contempla, capítulo a capítulo.

Lo que más impacta, sin embargo, es la sensación agridulce que queda después de toda la peripecia de un esforzado sargento de la Guardia Civil, ayudado sólo al final por el hoy inhabilitado juez Baltasar Garzón. Las más de 12 horas de metraje nos muestran el intento de este policía -interpretado con inmenso oficio por Tristán Ulloa- de acabar con el narcotráfico de las Rías Bajas gallegas, primero con el contrabando de “tabaco de batea”, luego con el hachís norteafricano y más tarde con la cocaína colombiana. Por supuesto, en medio de un aislamiento y falta de medios vergonzantes. Y aquejado de una enfermedad pulmonar que avanza sin remedio. Por eso mismo, su perseverancia es el nexo común que hilvana toda la trama y lo que más admirable resulta.

Otro aspecto llamativo es la conciencia de los capos de ser “benefactores” de la sociedad, a la que proporcionan trabajo y una conciencia “especial”. Para Sito Miñanco (Javier Rey), Manuel Charlín (Antonio Durán “Morris”) o Laureano Oubiña (Carlos Blanco), sus actividades no son delincuencia, son actividades empresariales, que benefician a toda la población y que deberían ser tan respetables como las que más. Lo que no cuentan es la rapidez con la que se enriquecen a costa del mismo pueblo al que dicen favorecer, ni los muertos que la droga ocasionará, a medida que la cocaína y la heroína sean las drogas distribuidas. Los papeles de estos tres (hay más, pero éstos son los que llevan un papel principal) son sobresalientes, aunque sobre todos destaca la figura de Sito Miñanco que, de ser un don nadie, pasa a dirigir el negocio, a medida que la cocaína se impone como droga más consumida y por tanto más rentable.

La sensación que la muy bien hilada trama deja en el espectador, ya digo, es agridulce. Porque si por un lado, la constancia del trabajo humilde y callado de unas escasas fuerzas de seguridad (no contaminadas ni sobornadas) lleva a ciertos éxitos con respecto a los narcotraficantes, por otro el panorama se ensombrece. A lo largo de todos los episodios cala la impresión de que prácticamente cualquiera puede ser comprado de algún modo, policías y altos políticos incluidos, que luego sacarán provechosos réditos políticos y económicos de tales “miradas a otro lado”. De algún modo es desesperante comprobar cómo un entramado delincuente se puede extender como una plaga, sin demasiado trabajo y con el concurso de la sociedad, al tiempo que los esfuerzos por detenerla siempre encuentran obstáculos o cosechan fracasos parciales, que por acumulación generan desánimo y ganas de claudicar. 

Por fortuna, siempre quedarán policías honestos y perseverantes, y jueces y fiscales que cumplen con su tarea, con independencia de dineros y de las tramas corruptas de que se ocupen. Fariña muestra esto con una brutal claridad, con magníficos actores (la mayoría, de la tierra donde se ubica la historia), con un excelente guión que entremezcla muchas subtramas familiares y sociales, sin que se pierda un ápice el interés por la principal. Excelente producción, a fe, que nada ha de envidiar a las provenientes de otros pagos.

sábado, 19 de mayo de 2018

DISTANCIAS DE PEREGRINO


Son distancias kilométricas. Ignoro si han sido medidas en línea recta -es probable- o son referencias de tortuoso camino real. En cualquier caso, sobre todo las de Roma y Jerusalén, resultan gigantescas para cualquier mente que las intente asumir en su cabeza, una vez repuesta del asombro de encontrarse semejante indicador al lado ¡del Canal de Castilla! a su paso por Frómista. En comparación, las distancias a las dos localidades de peregrinaje más famosas de nuestro país (con el permiso de la Virgen del Rocío y la de Caravaca de la Cruz), parecen pequeñas. Pero, aun así, si uno se las imagina recorridas a pie, la mente empieza a calibrar gestos raros y a sentirse perdida por la falta de referencia.

El peregrinaje comenzó siendo una actividad religiosa, que suponía un viaje físico y un viaje mental, hacia uno de los puntos considerados santos por la religión que se profesara. En el caso del Islam resulta obligatorio (es uno de sus cinco pilares básicos, aunque sólo si se dispone de medios económicos suficientes) en el caso de La Meca; también la ciudad natal de Mahoma, Medina, además de Jerusalén, ciudad que comparte sacralidad con las otras dos religiones monoteístas. En el caso cristiano no hay obligación preceptiva, pero sí se considera un mérito a sumar a lo largo de una vida piadosa y observante de las normas: Roma y Santiago de Compostela, serían sus destinos más sobresalientes, sin olvidar tampoco los lugares santos de Palestina. Los judíos disponen de sus propios lugares, que no pueden competir en dimensiones -salvo la mencionada Jerusalén-, pero sí en intensidad asumida desde dentro de su propia creencia.

El peregrinaje se inició como actividad religiosa que buscaba expiación, méritos, purificación, conocimiento, mortificación. Hoy, algo de ello queda. Pero, más que nada, hoy el peregrinaje tiene mucho de negocio del que salen beneficiadas muchas personas, empresas e instituciones. No objetamos nada. Sólo lo contemplamos como lo que es. Cada uno invierte su tiempo en lo que le parece más rentable, apetecible o sugerente. Y si en su ejecución sufre para expiar, disfruta con la belleza y la recompensa de los logros, conoce mejor al ser humano y a sí mismo, y crece como persona, nadie puede oponer nada. Y si para su desarrollo es necesario el concurso de empresas de servicios diversos, que obtienen beneficios jugosos por ello, y a mayores amplían el número de personas trabajando, ¿quién puede argüir nada en contra? Y si determinadas instituciones publicitan sus logros, amplían sus contactos, agrandan sus arcas y refuerzan sus influencias y esferas de poder, ¿podría alguien reprochárselo? Bueno, sobre este punto cabría mucho que comentar, dependiendo del uso público que se hiciera de dichos beneficios, y suponga la creación de un huerto donde robar a espuertas; o dependiendo de si la institución es política o religiosa o civil sin ánimo de lucro: ahí la cosa dependería de la coherencia con que se enfocase el asunto. Pero en esto, seguro, ya habría mucha más polémica con que abonar las sobremesas. Y seguro que quien me lea, me está entendiendo.

Frómista (Palencia, Castilla y León, España)
Mayo, 2018 ----- Nikon D500

viernes, 18 de mayo de 2018

SUEÑO DE CERVANTES (MICRORRELATO)

Cuando posó la pluma, y dejó de soñar El Quijote, Alonso Quijano todavía estaba allí. Conversaron.

Del libro inédito Micrólogos, 2012

jueves, 17 de mayo de 2018

EL ASPECTO CANALLA DE LAS BANDERAS

                                                          

En un pueblo palentino han encontrado una manera original de cuidar (sic) a sus árboles, y de paso protegerlos del frío. A una docena de plátanos de la calle principal del pueblo, los han abufandado, valga el palabro, con una serie de tejidos de punto con los motivos más curiosos (telas de araña, abstractos, azulejados, motivos de tapete camero, hules de mesa camilla, y otros motivos igual de modernos). Me sonreí de inmediato ante dicha propuesta. Pero en uno de ellos, también, la bufanda recogía las diecisiete banderas autonómicas de España. De súbito, se me ensombreció el ánimo.

Luego di en pensar sobre la tristeza de dicha situación. En el hecho de que unos colores, unas barras, unos elementos variados, tengan para sí la capacidad de ser los símbolos de determinados pueblos, no debería ser motivo de sensaciones negativas: ni odio, ni asco, ni indiferencia; tampoco, de tristeza. Pero el caso es que es así. Los seres humanos somos así. Somos el único animal simbólico, que atribuye unos valores a ciertos elementos materiales, cambiando su significado y aumentando connotaciones a su estrecha denotación. Sí, somos simbólicos, pero esos símbolos suelen ser signos de diferenciación, en vez de servir de unión.

En clase suelo explicar el acierto que tuvieron los diseñadores de los siete billetes de euro, cada uno de los cuales presenta en su anverso una ventana y en su reverso un puente, en los diferentes estilos artísticos que no han supuesto movimientos locales, sino aquellos que se dieron en amplias zonas europeas. Se trata aquí de aprovechar dos elementos arquitectónicos a los que los humanos les hemos dotado de un significado de luminosidad, unión y concordia.

Pero las banderas, que deberían servir para lo mismo, por el mal uso que determinados humanos hacen de ellas, se están convirtiendo en marcas excluyentes, separadoras, identificadoras de la diferencia. Eso es lo que a mí me produce vergüenza, asco, impotencia. Un inglés ilustrado llegó a decir que el patriotismo es el último refugio de los canallas. Yo añadiría que las banderas son los vestidos con que se enfundan los cuerpos cuyas mentes resultan más vacías. 

Cervera de Pisuerga (Palencia, Castilla y León, España)
Mayo, 2018 ----- Nikon D500

lunes, 14 de mayo de 2018

MI PALABRERÍO CANALLA (34)

COTILLEO: Actividad del despelleje y la murmuración sublimadora, que tiene como fin cohesionar con solidez a quienes no hallan otros temas de conversación. Une con tan alto nivel placer y realización personal, que se lo considera deporte nacional en varios países.
CREACIÓN: Prodigio capaz de lograr obtener algo donde antes no había nada; nadie lo ha logrado todavía, pero ello no ha impedido que muchos se arroguen la etiqueta de creadores (puesto que se considera una actividad de gran reputación) y que se dediquen a intentarlo de continuo multitud de nuevos aspirantes al fracaso.
CREDULIDAD: Tendencia de las personas ingenuas, candorosas y poco inteligentes a creer todo aquello que se les diga, desde cotilleos de última hora hasta la última novedad de temporada en sectas, pasando por la idea de que This is a wonderful world (entónese con rasposidad luisarmstronguiana).
CREENCIA: Certeza (v.) a la que se la añade una idea religiosa, lo que la convierte en una idea potencialmente letal.
CREMACIÓN: Combustión poco ecológica de los restos de un pariente que evita un gran número de visitas forzadas al cementerio, por lo que es una actividad en auge. Lo de poco ecológica es porque no tiene en cuenta que se priva de ese modo del sustento de varias docenas de microorganismos que también tienen derecho a la supervivencia, según las últimas tendencias del ecologismo (v.) en auge.
CRIMEN: Liberación de tensiones propias (deseos largamente soterrados, ambiciones difícilmente ocultadas, cruces de cables diversos, etc.) sobre otros sujetos que no sean uno mismo, o bien en sus propiedades materiales y/o conyugales.
CRIOLLO: Chorizo de carne blanca oriundo de Hispanoamérica. Por si están pensando en otra cosa, me refiero, obviamente al embutido; aunque toma el nombre de los otros...
CRISTIANISMO: Secta numerosa de quienes se atribuyen el título de seguidores de la doctrina de Jesús de Nazaret, llamado el Cristo, sin importarles demasiado lo que aquél pensara o hiciese. Como dicha doctrina fuese casi imposible de seguir, fue interpretada y readaptada de muchas maneras o variantes distintas, para hacerla exportable y propagandizable, porque muchas y distintas son las sendas del dominio mental y de  la credulidad humana.
CRÍTICA (Literaria o de Arte): Inutilidad clamorosa que alimenta a un nutrido y creciente número de cretinos que recomiendan a los demás lo que está bien hecho y lo que está mal, como si eso pudiera hacerse sin revolcarse en el cieno del resentimiento.
CRÍTICO: Ejerciente venal de una entelequia utópica: intentar explicar con palabras lo que el propio artista, músico o literato no ha podido realizar ni queriendo, y encima permitirse la arrogancia de pontificar sobre ello, recomendando, vetando, ridiculizando o animando con paternalismo a proseguir por la vía del crecimiento que todo proceso artístico requiere.

domingo, 13 de mayo de 2018

ARMONÍA ENTRE LO GÓTICO Y LO ABSTRACTO


Una de las cosas que me gustan más del arte, es la convivencia en armonía de estilos y obras diferentes. Y una de las que más me desagradan, por contra es la mala unión de estilos y obras diferentes. Este que muestro aquí es, felizmente, un ejemplo de lo primero.

He visitado varias veces Aguilar de Campóo, y su Monasterio de Sta Maria la Real, rehabilitada con tino y mucho amor por el dibujante-arquitecto Peridis, gran impulsor de todo cuanto suceda en esta su tierra. Sin embargo, la omnipresente colegiata de San Miguel, es difícil de ver, porque o está cerrada, o está cerrada. Ahora, en cambio, ha abierto sus puertas de un modo continuado porque alberga la décimo tercera convocatoria de Las Edades del Hombre, de título Mons Dei (Montaña de Dios), a la que le deseamos la mejor de las suertes, que últimamente andaban algo esquivas. Pues bien, en la imagen contemplamos la portada gótica (s. XIII) de este templo con varios estilos posteriores añadidos. Aunque no la traigo a colación por esos estilos de siglos posteriores, sino por la escultura que han colocado delante.

Como he estado por la zona norte palentina, puedo afirmar que no es la única obra de acero cortén que hemos visto. Es más, pareciera haber sobrevenido una fiebre "colocadora" de obras de carácter preferentemente abstracto en esta localidad de Aguilar, en Cervera de Pisuerga, etc. Pero ante una portada gótica han colocado dos esculturas (la foto sólo muestra la de la izquierda) abstractas del siglo XXI. A mi juicio, con absoluta armonía y encaje la una con las otras. Es como si las líneas curvas de las arquivoltas del templo se comunicaran de algún modo con el volumen compacto y las líneas sinuosas de la escultura (obra de José Luis Sánchez, de 2014, titulada "Cruz de Término"). Cuando ese traslado de líneas, de masas, de energías -si se quiere-, se produce, algo mágico surge donde antes el espacio era más plano. Ahora, esta fachada ha ganado, a mi juicio, presencia, interés, diálogo con el pasado desde el presente. Vamos, que esa fachada ahora ha merecido unas cuantas fotos y una entrada en este blog. Y con eso queda todo dicho.

Aguilar de Campóo (Palencia, Castilla y León, España)
Mayo, 2018 ----- Nikon D500

AVISO A VISITANTES

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