martes, 29 de enero de 2019

ESCRIBIENDO, DE NOCHE, HACE AÑOS, COMO AYER MISMO

Leo, leo. Docenas de entrevistas pasan ante mis ojos y revueltos por mis dedos, años después de haber sido seleccionadas y guardadas. Es uno de mis modos de suplir mi “carencia de interlocutores válidos”, tantas veces aludida. Sin embargo, si no supiera que ese tipo de actividad podrá —podrá— tener alguna concreción material, algún objeto a un plazo más o menos largo, es muy posible que yo no desarrollase esa tarea. 

Ahora, de noche, siento dos músicas en el exterior, una música interna y una música de esferas futuras.

En el exterior, la lluvia me avisa de su virulencia en los cristales e intenta distraerme de las sensaciones que me produce la audición del adagietto de la 5ª de Mahler, sin conseguirlo sino sólo parcial y momentáneamente. (Para siempre, esta música irá unida a Visconti y a Bogarde en la versión cinematográfica de Muerte en Venecia. De modo imperecedero, mi espalda se contrae al ritmo cansino, ascendente de una de las melodías más hermosas que se hayan podido componer, y cuya feliz asociación con una de las obras literarias más hermosas —también— y terribles que se hayan escrito nunca.)

En el interior, unas notas de índole agridulce. El ordenador marca ya buena parte de mis pulsos diarios, pero su ausencia no me tiene maniatado, ni mucho menos. Aprovecho para inmiscuirme en pulsiones distintas de mi contradictorio yo, cuya inestabilidad sorprendería a más de uno y de dos si la pudieran comprobar por sí mismos.

En el futuro, unas esferas de curva imperfecta a simple vista, de prodigiosas tonalidades en una segunda aproximación, de atractivo suficiente a través de la distancia como para ejercer de reclamo natural hacia el que tender mi transcurso, sin aspavientos o prisa alguna, tan sólo prosiguiendo la marcha sin pausa que la dilatase en exceso con riesgo de que el interés se evapore y todo lo demás entre en crisis estructural o existencial.

Entre medias, yo aguardo.

En el diario Escorzos de penumbra, entrada de 4 de Marzo de 1999

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