lunes, 19 de noviembre de 2018

MI PALABRERÍO CANALLA (39)

DERECHOS HUMANOS: Conjunto de libertades y ventajas que los humanos se han ido dando a sí mismos, poco a poco, a medida que los siglos pasaban, como medio de intentar matarse entre sí un poco menos y ser un tanto menos infelices. En contra de lo que se suele pensar, no son inherentes al hombre, sino que éste los ha creado con un fin concreto que, pese a no lograrse en su plenitud, como han acreditado una utilidad determinada, se mantienen y hasta se celebran sus aniversarios como si fuese un niño pequeñito al que hay que animar a crecer.
DERROTA: Lance habitual en la vida de todo ser humano, de carácter sumamente instructivo; ante su presencia se moldean caracteres, se orientan trayectorias, se concentran energías, si se es medianamente inteligente; si no, las derrotas suponen la excusa perfecta para poder despotricar contra todo y disculpar nuestra propia inoperancia, iniciando así el tranquilizador camino de la autocompasión o el de la crítica absoluta hacia todo.
DESALIENTO: Pasajero receso en el disfrute natural que caracteriza a cualquier espécimen humano en su tarea destructiva de relaciones, de enseres, de proyectos. Una vez recuperado el aliento, todo continúa como si tal cosa.
DESAMORTIZACIÓN: Operación burguesa de redondos beneficios para poner en venta unos bienes eclesiásticos injustamente acumulados para poder comprarlos de baratillo y asentar definitivamente sus regímenes en la Europa occidental a lo largo del siglo XIX.
DESCEREBRACIÓN: Proceso televisivo por el cual todo aquel que se somete a una dosis intensiva de deporte de interés general, teleseries con risitas y moralina o debates pseudotertulianos (matutinos, vespertinos o nocturnos), experimenta lo que únicamente la ciencia ha logrado a través de la cirugía, y también los jíbaros, a través de arcanos procedimientos: es decir, la reducción del cerebro, de un modo paulatino e irreversible.
DESCONFIANZA: Recelo hacia el comportamiento de los demás para con uno; generalmente, con muy buenas razones, aunque a veces también se falla.
DESCUBRIMIENTO: Hallazgo novedoso desde un punto de vista unilateral, o sea, del que lo descubre; lo que es descubierto ya se conocía a sí mismo desde tiempo inmemorial (el caso del continente americano es ejemplar en este punto).
DESEO: Apetencia por algo o alguien, para cuya obtención se suele necesitar sortear un alarmante número de obstáculos sociales, hormonales, psicológicos, monetarios. Se contrapone a la realidad, como ya Cernuda advirtiera, bien porque no se satisfaga, bien porque cuando se satisface ya deja de ser deseo para incorporarse al vertedero de la realidad, que subjetivamente es mucho menos atractivo.
DESENGAÑO: Recuperación del control de la realidad y de los sentidos, tras un período de engaño voluntario o ajeno, inducido por regla general por el amor o la amistad o la confianza inadecuada o un proyecto excesivo.
DESERCIÓN: Inteligente huida de la empresa en que uno se halla metido sin haberlo querido. Para evitar su contagio, es considerada una falta gravísima y se tacha a quienes la cometen de cobardes, cuando lo paradójico es que para llevarla a cabo hace falta una gran dosis de valentía y de coraje suplementario.

Del libro inédito Palabrerío canalla1999

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