domingo, 13 de enero de 2008

Sublime arte mundanal


El nuevo arte contemporáneo es algo maravilloso y democrático. Por donde quiera que uno mira, puede hallar una espléndida muestra de esta expresión del espíritu que tanto nos honra como especie y como prueba de nuestra evolución siempre constante.
Obsérvese, si no, en esta escultura hallada en una zona ruinosa de un puerto en obras. Admírese la alargada forma de los materiales de metal que se proyectan hacia el cielo en retorcida pose no exenta de orden que el artista ha diseñado con anterioridad. Las formas resultantes nos recuerdan a Julio González aunque de forma algo más tosca, al que se le añaden pinceladas de Calder, pero sin su movilidad. Pero la cosa no acaba ahí, sino que la base proporciona al conjunto una solidez como sólo el hormigón armado y el asfalto combinados pueden ofrecernos. De tal modo que si por un lado la estructura triangular del conjunto nos habla de movimiento, acción, inestabilidad, los materiales empleados nos susurran al oído que la tierra está en la base de todo, y que el arte, manifestacion suprema del Espíritu, sobrevivirá tanto tiempo como las montañas que se adivinan al fondo. Y aún podríamos decir más cosas, pero al fin y a la postre, lo que resta es la hermosura que nos instila la mezcla. ¡Ah!, qué de belleza nos proporciona por doquier el Arte Contemporáneo. Y gratis, además. Ejem.

Juego, felicidad


Los gestos más puros son de quienes no nos miran, de quienes no se sienten observados. De entre ellos, los de los niños son los más sinceros, los más naturales, los más dignos de admiración.
Contemplar las evoluciones de un grupo de niños mientras juega es una gozada para los sentidos, en el más puro, estético (y humorístico) sentido del término.
Esta instántánea no fue, en cambio, tomada por mí, sino por otra persona que comparte mis gustos y algunas de mis principales aficiones, y que atiende por Isabel Fraga. El mérito es, pues, suyo. Yo sólo resalté un poco el resultado final.

Ángulo recto, perfecto


Caminaban lentamente, cuando el sol declinaba. Sus caras estaban serenas, pero serias. Sus manos no iban entrelazadas y sus cuerpos caminaban el uno al lado del otro, sin pegarse. Cuando llegaron a la rotonda, se sentaron sobre el pretil, frente al mar, dejando la gente a sus espaldas. Hablaron muy poco, apenas unas palabras de cada vez, en dos ocasiones. Luego callaron. Se dejaron arrullar por el rumor del manso oleaje y acariciar por el sol que iba bajando cada vez más. De repente, él se inclinó suavemente y se echó sobre su costado. Ella no se inmutó, y permaneció sentada como estaba, sin mirarle, con la vista perdida lejos, en el horizonte. Formaron de ese modo un ángulo recto, el único instante perfecto de una tarde -es de imaginar- bastante imperfecta.

Colgado de los libros



Uno entra en una librería con la intención de impregnarse de los aromas que las palabras emiten, para hurgar por los anaqueles, hollar virginidades con perfume de imprenta y comprobar si la cacería surte resultado y alguna pieza resulta cobrada.
A veces, lo que más nos sorprende no son los libros, sino el entorno, mágico, que se establece alrededor.
Cuando vi a este antropomorfo de madera cabeza abajo colgando de una cuerda, rodeado de libros de filosofía, comprobé que imagen, palabra, imaginación, pensamiento y materia, se podían fundir a la perfección

Burbujas de navidad


Todo el mundo odia la Navidad, pero todo el mundo se sumerge en ella. Yo ya no digo ni Pamplona, pero procuro aprovechar las cosas hermosas que la misma nos procura. La iluminación suele ser hortera, repetitiva, gastosa, por no hablar de las connotaciones religiosas de la misma.
Pero si uno se mueve un poco, y mira con atención, a veces se encuentra uno con cosas distintas, que al fin y al cabo son las que nos emocionan más porque combaten mejor la sensación de rutina o monotonía.
Esto bien podría ser un ejemplo de ello.

Pensamientos en el duro trabajo


Las posibilidades son varias.
A) "Qué solessito máh rico que hassse. Y tóa esta hente entrando, y ensussiando, y totar, pa'qué limpiá, si pa'lo que me pagan, y se va a enmierdá otra vess. Aquí me quéo, con este caliqueño, mientras la mañana pasa."
B) "Pero qu'hijos de puta, que no hace ni dos minutos que he barrido ahí mismo, y echando esa mierda al suelo. En cuanto acabe el cigarro, les voy a hacer limpiarlo con la lengua, a los muy guarros."
C) "Mmmmm. Aaaaahhh. Mmmmm. Joé, qué buena es esta maría del Hamid. Le tengo que pillar más porque mmmmmm, está de muerte, como la piba ésa que va ahí, diossss, cómo nos íbamos a poner los dos en mi queli"
D) "¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Me dejé abierta la llave del gas?"

Añada usted la suya, si tiene lo que hay que tener.

sábado, 12 de enero de 2008

Mariposa osada, a petición


No lo tenía pensado, pero ante una petición de alguien especial, ¿cómo negarse?
Lamentablemente, el mundo lepidóptero, además de no ser una de mis especialidades, es escurridizo, y precisa a mayores de una paciencia que muchas veces me falta.
Este pequeño y osado ejemplar canario, bien que no excesivamente bello, resulta único en mi colección (pues no tengo más). Y con mucho gusto lo ofrezco a quien inició la relación con esta nueva bitácora.

Soborno confidente


Se conoce que la chiquilla no se fiaba de los Reyes Magos, que la carta enviada días antes no le ofrecía suficientes garantías de que lo solicitado llegaría algún día a sus manos. Por ello, nada mejor que ejercer presión sobre algún protagonista que asegure el encargo con mayor fiabilidad. Nadie mejor que uno de los camellos reales para hacer las mejores migas y, a cambio de quién sabe qué prebendas, asegurarse el botín ansiado. Los gestos son bien evidentes. Ella, vigila intromisiones. Él, se solaza ante el atrevimiento y sonríe ante el previsible soborno. Un adecuado tráfico de influencias, muy acorde con los tiempos que vivimos.

jueves, 10 de enero de 2008

¿Eros angelical o ángel erótico?



A algunas esculturas los nombres oficiales les sientan mal, o la gente acaba confundiéndolos, de acuerdo con la cultura o la idiosincrasia de cada pueblo o lugar.
A ésta, en pleno Picadilly Circus, el nombre de Eros parecía a los londinenses demasiado clásico, muy continental quizá, y lo asociaron con la terminología cristiana, asociándolo a un ángel, que es algo más propio, sobre todo en la iglesia anglicana, y más asociado a un arco y unas flechas, que son las armas favoritas de los mensajeros alados de Dios, como todo el mundo decente sabe.
Yo no me adscribo a la segunda posibilidad, pero la primera se le antoja a uno algo errática e imprecisa, por cuanto el hombretón que se sostiene sobre una sola pierna es bastante mayor en edad que el primitivo hijo de Afrodita. Con todo, la estética acaba por transformarlo todo. Si no de primera mano, sí con algunos afeites extra. Y, después, que cada cual diga y piense como le plazca

martes, 1 de enero de 2008

Aquí hay algo que falla


El pollo llegó a casa convencido de que el trato sería justo: recibiría una alimentación extra y la seguridad que el lugar del que provenía no aportaba; a cambio, él aportaría colorido a la familia, juegos varios e incluso habría incentivos si acertaba a despertarlos a la hora a cada uno. Pero lo que vino después de cruzar el umbral le hizo albergar serias sospechas de incumplimiento de contrato. Con el cuchillo en mitad del cuello, el pollo, ya pelado, piensa que algo está mal, que algo falla.

Aleta caudal


Los estorninos son unos pájaros muy gregarios y bulliciosos (y desde mi punto de vista humano y prepotente, muy estúpidos), cuyas evoluciones sólo les reportan alimento y sensación de pertenencia al grupo.
Esta vez, sin embargo, me brindaron un motivo de felicidad componiendo para mí durante un breve instante una figura que, ligeramente perfilada con el Photoshop, es la que ahora muestro.
Me pareció muy ocurrente que a un grupo de pájaros tan poco creativo le diera por jugar a ser la parte trasera de una ballena, un animal pausado, inmenso, solitario, inteligente. Otra paradoja más de las que se compone la vida.

Inicio y declaración de intenciones

Uno querría que esta bitácora fotográfica fuese, ante todo, eso, un lugar donde mostrar fotografías. Como me conozco, y dada la posibilidad de infinita verborragia que permite la red, seguro que habrá muchas más palabras de las precisas. Pero en verdad no serán necesarias. Las imágenes deberían poder hablar por sí solas. Si después de observarlas, se requiriese cierta información, seguro que se podrá satisfacer con el párrafo acompañante. Si no, siempre se podrá pedir personalmente, vía correo, o añadir algunos comentarios sobre el particular que si bien tampoco son estrictamente obligatorios, sí que contribuirán a evitar que esta página sea en exceso narcisista. Salud y proyectos.

AVISO A VISITANTES

Todas las imágenes (salvo excepciones indicadas) y los textos que las acompañan son propiedad del autor de esta bitácora. Su uso está permitido, siempre que se cite la fuente y la finalidad no sea comercial
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.