VIOLENCIA DE GÉNERO
_______________________________
Aquella noche, el mar embistió con crueldad lanzando contra la roca oleajes, arenas, maderos. Duramente golpeada por el temporal, dejó caer algún fragmento, pero con paciencia lo soportó todo. Como siempre, continuó creyendo que era bueno, manso y fiel, pero que algunas noches se volvía loco, y se rebelaba contra ella, agrediéndola hasta en lo más íntimo. Nunca ha podido averiguar por qué cada cierto tiempo se comporta así, pero eso no le impide seguir pensando en su naturaleza serena y fiable, o que poco después —al alba— él volvería tranquilo a lamer su base, dulce y sensible, a regalarle esas caricias espumosas que tanto le gustan, que tanto les unen. Como siempre, aquella noche la roca lo soportó todo, otra vez más, porque creía amarlo, en el fondo, muy profundamente.
Del libro Micrólogos
5 comentarios:
Una relación tormentosa muy bien narrada.
Adecuado uso del lenguaje en busca del simil que hace honor al título del relato.
No dejo de compadecer a la roca que vive en la ignorancia del que cree que "el que bien te quiere, te hará llorar" y para guinda, la pobre no puede utilizar el "ahí te quedas".
un beso
Por más que amemos al mar siempre hay que tener un pie(de no ser los dos)en tierra firme,ya que no sabemos cómo le amanecerá el día,si calmado o con bravura y la roca por dura que sea, el tiempo la desgasta.
Mejor ir ...a puerto seguro. M.T.
Mucho tiempo sin pasar por aquí...Ni me enteré de que habías vuelto...
Yo sería un canto rodado enseguida porque los avatares impetuosos, estoy segura de que mermarían cualquiera de mis aristas defensivas y acabaría arenilla sin más.No aguantaría, no...Aunque el mar fuera lo mejor que me rodeara...
Que bonito es el mar...y el amor tralará, tralará.
Ayyy cuantas son las veces que se confunde el sexo y el amor; y os digo más, cuantas son las veces que relegamos el amor propio por el sentirnos: ¿"amados/as", deseados/as?
Por favor, que no nos vendan más cantos de sirenas al embarcarnos en ésta travesía de las relaciones, pues CREER... no es VER.
Muy bien traído, el simil, oyes.
Publicar un comentario