La política nos depara siempre un tema de conversación, pero
es muy difícil que nos produzca placer lo que comentemos. En primer lugar,
porque la política (en un sentido ideal, que no es el que impera casi nunca)
pretende el bien común, no el individual; y quien opina siempre es un
individuo. Jamás le lloverá a gusto a nadie, salvo a los fanáticos de uno u
otro signo, los cuales no cuentan, porque sus incapacidades les aproximan a la
idiocia, lo que les anula la capacidad de comprensión y de diálogo. En segundo
lugar, porque cada época muestra sus principales carencias con mucha claridad en
este campo de lo público. Y la nuestra ofrece su flanco abierto desde
kilómetros de distancia: falta tanta decencia como sobra ambición, pero sobre
todo faltan líderes poderosos que sean capaces de elevar las mínimas
conciencias desde sus bajuras actuales hasta un proyecto común creativo,
ilusionante, y con vocación de avance, no de retroceso a tiempos “mejores”. Se precisan
líderes claros -a la vieja usanza- que guíen a una ciudadanía hastiada e
indignada, pero sumisa y desconcertada como hacía mucho tiempo que no se veía
así. En tercer lugar, porque la revolución tecnológica ha introducido la
política vía internet, vía móvil, vía redes sociales, de un modo tal que
recuerda mucho al hastío ante algo que no se ha pedido para nada, pero que se
encuentra por todas partes, y ante lo que todos opinamos de continuo. Eso hace que hasta los que más descreen o
pasan de ella, suelten lindezas en un tuit, compartan lo que leen en los medios
digitales, o se enganchan a una playlist de
raperos anti-sistema. Toda esa sobresaturación no propende a la reflexión
regeneradora, sino al hartazgo, carburante excelente para quienes con dos o
tres ideas sin hilván inflaman el malestar y con él se encaraman al poder que
tanto les tienta. Así, dan la impresión de crear nuevos liderazgos y mostrar nuevos
puntos de partida, sin ser ni una cosa ni la otra. Sí, son malos tiempos para
la lírica. Pero, que yo recuerde, jamás fueron buenos.
lunes, 24 de abril de 2017
domingo, 23 de abril de 2017
LIBROS, TODOS LOS DÍAS
No hoy, sino todos los días, días de libros, libros, libros.
De libros que surgen con facilidad, o que se resisten a aparecer; de libros que
nos recreen, que nos formen; de libros que nos remuevan, que nos evadan; de libros
que nos permitan dialogar, a los que podamos criticar o amar para siempre; de
libros que nos muevan a más lecturas tras la inicial, que nos transformen; de
libros que nos inspiren, que nos sacudan el interior; de libros que sirvan de
espejo, o de esquina inmaterial donde sea grato el refugio. De libros, libros, libros. No hoy, sino todos los días, todos.
Librería Amagada, al lado del Monasterio de Santes Creus (Tarragona, Cataluña, España)
Abril 2017 ----- Nikon D500
viernes, 21 de abril de 2017
POR COBARDÍA (MICRORRELATO)
—Eres un cobarde —dijo—, un indeciso, un fracasado, que nunca sirvió más que para dar bulto al cuerpo que respiraba por ti, que has dado de lado todas las oportunidades que la vida te fue brindando, que rechazaste cuanta posibilidad de ser un héroe anónimo fue surgiendo y que diste esquinazo a cada promesa que hiciste a quienes no merecías no ya su interés por tu persona, sino meramente su compañía. Eres un cobarde, pero no uno cualquiera, sino de la peor especie posible: la de los que lo saben, pero intentan ocultarlo con la apariencia de otras actitudes de desapego, aislamiento, torres de marfil y otras estupideces, que argumentas con vehemencia bien aprendida, a poco que se te saque el tema. Tu cobardía es la peor, porque no sólo te afecta a ti (ése sería un mal menor) sino que influyó en todas aquellas personas que se interesaron por tu vida, que te quisieron sin reciprocidad, que frustró tantas iniciativas, que abrasó tantos recuerdos. Eres un cobarde absoluto, de los que merecen ser castigados por ello, de los que no merecen la vida que arbitrariamente les fue concedida.
Y disparó, a continuación. El espejo saltó hecho añicos. La bala se incrustó en la pared. Ninguna esquirla rebotó.
Del libro inédito Micrólogos, 2012
jueves, 20 de abril de 2017
COMIDA CON AMOR
La comida es algo
que nos alegra la vida. Lo obvio es que nos nutre, que sirve para alimentar nuestros
cuerpos. Pero la comida puede ser también uno de los fuegos que nos caliente el
alma, que nos muestre las infinitas posibilidades que los ingredientes
atesoran, y que son inagotables en sus combinaciones. A esa llama nos acogemos
quienes pensamos que comer es algo más que ingerir y digerir alimentos. A ese
calor nos arrimamos quienes creemos que la comida puede ser una absoluta manifestación
de amor.
Tosta de rulo de cabra, emparedado de fresas y aguacate (creación de Frabisa)
Abril, 2017 ----- Nikon D500
martes, 18 de abril de 2017
LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (7)
Pregunta 10
En su opinión, ¿qué sexo tiene una existencia más fácil en nuestra cultura? ¿Alguna vez sintió deseos de pertenecer al sexo opuesto?
Preguntas ambas, de respuesta obvia en el primer caso (el masculino) y nítida en el segundo (no).
Pero no en nuestra cultura, no: en cualquiera del 99 % de las culturas, el varón dispone de muchos más privilegios, menos cuanto más avanzada sea esa cultura. Poco a poco ha ido cediendo terreno y concediendo derechos, pero más a nivel teórico o legal, que en la realidad práctica del día a día. En última instancia, a poquito que se profundice, cada hombre esconde a un furibundo machista. Y muchos, incluso en primera. Esta es una de las grandes contradicciones del ser humano como especie, que prefiere no contar con el concurso de la mitad de sus miembros, alegando razones tan estúpidas como ancestrales y subconscientes. Por esta razón, si nos encontramos en un desarrollo de índice 100 (por ejemplo), de haber sido otra la situación de la mujer a lo largo de la Historia, estaríamos en un índice varias veces superior, con diferencia.
Por lo que respecta a estar a gusto con el sexo que me ha tocado, debo decir que jamás me planteé esa posibilidad, tanto a nivel ucrónico como futurible. Bien porque mis hormonas y educación no hayan desestabilizado lo que la biología y el azar determinaron, bien por mi pragmatismo nítido, que me obliga a aprovechar y explotar al máximo lo que tengo y dejarme de gastos inútiles de energía anhelando lo que no podrá ser.
Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron creados entre 1998 y 1999
lunes, 17 de abril de 2017
MUÑECOS
El muñeco es
pequeño, risueño, vulgar, juguetón. Invita al viandante a unirse a sus juegos, con sus
manitas abiertas. No todos entendemos sus propuestas. La mayoría pasa de largo.
Pero él no se amilana, e insiste. Siempre hay alguien a quien seducir. Siempre hay
con quien prorrogar el tiempo con divertimentos varios.
La muñeca es más
grande, impasible, elegante, melancólica. No mira a nadie. Tan sólo atiende a sus propios
ensueños, donde vive afincada desde hace tiempo. Son sus pensamientos, sus
deseos ocultos, su soledad atenuada por la admiración que procuran sus
cabellos, los únicos embelecos a los que atiende, mientras se engaña para
siempre.
Ambos son
hermanos. De diferente padre. De diferente madre. Sólo comparten el mismo lugar
en el puesto donde su dueño los vende. Y no todos los días.
Mercadillo en Reus (Tarragona, Cataluña, España)
Abril, 2017 ----- Nikon D500
domingo, 16 de abril de 2017
MI PALABRERÍO CANALLA (18)
BESTIALISMO: Concúbito entre humano y animal, que suele ser un tanto desproporcionado, dado que quien lleva la iniciativa es siempre el humano, y el animal raramente puede ejercer su derecho a la libertad de opinión. Común y habitual en medios rurales, en los urbanos es objeto de gran reprobación, como si la coyunda entre humanos no supusiera hacerlo entre animales.
BIBLIA: Maravilloso conjunto de libros cuya calidad literaria sólo es comparable a la ceguera vesánica y a la sevicia reiterada con que determinados personajes han interpretado e impuesto como verdades inconcusas, los estupendos y aprovechabilísimos episodios mitológicos que contiene.
BIBLIOMANÍA: Alteración maníaca que toma a los libros como si fueran seres vivos, con los que se habla, conversa, discute y a los cuales se trata con mimos impensables, más incluso que si se tratase de una persona. En el fondo, todo bibliómano es un pobre ser que no se da cuenta de que los seres humanos, en sus múltiples registros son mucho más sabios que los libros, más manejables, más fieles, más provechosos. Valga la ironía, entiéndase.
BIBLIOTECA: Universo geométrico que se distingue por albergar a su vez un número variable y tal vez infinito de otros universos caracterizados porque su fisonomía y contenidos cambian de modo notable, dependiendo de los rasgos cualitativos de quienes los observen.
BIEN: Lo contrario del mal (v.), oiga; y a ver quién es el que me susurra una definición imparcial de ambos, que pueda servir para este diccionario tan ecuánime y objetivo.
BIOGRAFÍA: Colección de fragmentos de una vida hilvanados fragmentaria y selectivamente por quien no la vivió, cuya antología, ordenación y montaje tienen un final hagiográfico o cáustico, sin posibilidades intermedias, tal vez porque si se opta por éstas a nadie le interesaría la vida del otro.
BLASFEMIA: Transgresión lingüística que aúna la libertad de expresión con la venganza hacia la inhibición divina, y con la que a veces, si es procedente y no mecánica, se queda uno como dios. Lo-juro-por-el-niño-Jesús.
BLENORRAGIA: Moco fluido aunque espeso que emana del sexo, pero que no tiene que ver con otro tipo de líquidos más esperados y deseables; aparece como consecuencia de lubricidades descocadas practicadas sin requerir comprobantes de ITV, o documentación de fiabilidad similar.
BLOQUEO: Situación en que ni un pasito pa’lante-María, ni un pasito pa’trás. Vamos, que la cosa queda como un poco estancada, y resulta tan poco creativa que incluso puede hacer renunciar al sujeto paciente de sus anteriores anhelos artísticos. Si se prolonga en el tiempo, puede llegar a oler mal, sobre todo si andan los políticos estadounidenses de por medio.
BODA: Ceremonia civil o religiosa que une legalmente dos pretensiones de naturaleza, inteligencia y pretensiones diferentes, cuando no opuestas; posee gran utilidad económico-fiscal para los contrayentes, y también para el ramo hostelero.
Del libro inédito Palabrerío canalla, 1999
sábado, 15 de abril de 2017
LOS RITOS SIGUEN SU CAMINO
Este año hemos huido de las procesiones. Esta foto no sugiere añoranza de las mismas, y mucho menos hacer penitencia por ello. O tal vez sí.
Cofrades trompeteros en Zamora (Castilla y León, España)
Marzo, 2010 ----- Nikon D100
viernes, 14 de abril de 2017
GIRO FINAL (MICRORRELATO)
Su familia era la que le venía clavando la puntilla en los dos últimos años de inconvenientes seguidos, sin pausa ni aparente solución. Lejos de comprenderlo, la mujer y los dos hijos lo responsabilizaban del momento terrible que estaban viviendo. Así, él era el culpable de estar en el paro, de que no hubiese suficiente dinero para llegar a fin de mes, de que la despensa estuviera a medias o peor todavía, de que los deseos de los chicos para estar a la última no pudiesen realizarse, de que los arreglos de la casa hubieran de demorarse tiempo y tiempo, de haber tenido que vender uno de los dos coches y algunos enseres para capear el temporal, de las malas relaciones con los familiares que hubieran podido ayudarles, de las amenazas de embargo y de los cortes intermitentes de luz y gas. Por eso, y por considerar que era imposible razonar con aquella mujer y sus dos criaturas, educadas a imagen y semejanza de ella, y porque si bien lo miraba, no quedaba más que una salida digna, ese domingo madrugó mucho más de lo habitual. Aún no había amanecido. La noche seguía oscura cuando terminó el desayuno y recogió los cacharros. Se sentó con cierta rigidez solemne. Sobre la mesa de la cocina, recién sacado de su caja y de su funda, el revólver que en días mejores se había comprado para disponer de cierta protección en aquella casa algo alejada de todos. Cargó el tambor sin dejar ningún hueco. Lo hizo con movimientos lentos, como pensando en la trascendencia de lo que iba a hacer. Pero lo cierto es que no pensaba en nada. Sólo contemplaba el brillo del fluorescente sobre el metal, que de puro nuevo aún refulgía. No consideró la posibilidad de una carta explicativa. Sólo un gesto, una acción, y todo acabaría definitivamente. Asentó con firmeza su mano sobre la culata, y amartilló el arma. Antes de volarse la cabeza, dio en mirar por la ventana, y lo que vio lo estremeció: un amanecer extraordinario en el que las luces cárdenas daban latigazos horizontales sobre su conciencia, donde la oscuridad de lo más próximo se dejaba invadir por la proximidad creciente de una nueva policromía de belleza momentánea, que arrobó su pensamiento y su acción. Los recuerdos lo traicionaron otra vez. Su débil carácter lo forzó a dejar el revólver sobre la mesa, mientras bajaba la cabeza, sollozando. Cuando volvió a mirar por la ventana, el día ofrecía otro tipo de belleza cambiante, pero que irradiaba una extraña paz. Una paz que en este caso se amplificó durante unos instantes eternos por la lente convexa de sus lágrimas.
Del libro inédito Micrólogos, 2012
jueves, 13 de abril de 2017
PARAGUAS PARA EL RÍO
Cuando divisamos, desde lo alto del Col de la Forclaz, el
lago de Annecy, nos estremecimos ante tanta belleza. Cuando llegamos a la
localidad homónima, justo al extremo norte del lago, nos sorprendió la ajustada
mezcla de lugar antiguo, bellamente ofrecido a los turistas, sin agobios
extremos. Al recorrer sus calles, nos maravilló una instalación que se hallaba
a lo largo del tramo del río Thiou, que rinde sus aguas allí mismo, en el lago.
Una serie de paraguas amarillos se encontraban sobre el agua, como protegiendo
al río de la lluvia que se avecinaba próxima. El aguacero estaba comenzando
cuando arribamos a sus orillas. Unos instantes después, descargó todo lo que
debía. Los paraguas aguantaron el aguacero, rodeados de miríadas de gotitas que
burbujeaban en la superficie. Nosotros, también.
Instalación en Annecy (Alta Saboya, Rhône-Alpes, Francia)
Julio, 2017 ----- Panasonic Lumix G6
miércoles, 12 de abril de 2017
TESTAMENTO BIOLÓGICO
No sabemos por qué, pero no entendemos el valor de los
momentos hasta que se han convertido en recuerdos.
Lo que sí sabemos es que cuando perdemos esos recuerdos,
vamos perdiendo de modo progresivo nuestro yo más personal e íntimo.
Para tenerlos, hay que vivirlos. Pero si, con todo, se
pierden por uno de esos azares perros de la vida, lo que quede de vida celular no
merece la pena. Además, los problemas, sufrimientos y gastos que origina en las
personas próximas resultan poco tolerables. Y ese dolor resulta siempre estéril.
Es mejor cortar de forma radical.
A la espera de que se formalice en papel ante fedatario
público, quede esta nota como testamento biológico del autor de estas líneas,
autorizando cualquier acción en su nombre que dé fin a la despersonalización de
quien esto escribe, y al sufrimiento infinito de quien conmigo se halle.
martes, 11 de abril de 2017
VERTICALIDAD DEL GÓTICO
Para quien albergue dudas sobre el impulso ascensional y vertical del arte gótico, valga como muestra este conjunto de pináculos y chapiteles de la Catedral de Burgos, vistos desde la Plaza del Huerto del Rey
Catedral de Burgos (Castilla y León, España)
Marzo, 2017 ----- Nikon D500
lunes, 10 de abril de 2017
LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (6)
Pregunta 5
En el caso de desarrollarse un nuevo medicamento que curara la artritis pero provocara una reacción fatal en el uno por ciento de las personas que lo tomaran, ¿desearía usted que se lo suministrara al público?
Por supuesto que sí. El porcentaje de muertes es mínimo en comparación con el número de vidas que verían mitigados sus sufridas existencias. Yo me decantaría por el lado más pragmático posible, siempre que se advirtiera a quienes lo tomasen de esa posibilidad, como cuando uno come libremente ese pescado japonés, cuya hiel venenosa puede matar si por error del cocinero es manipulada de manera incorrecta. Incluso yo, si la padeciese, me administraría el fármaco. Las contraindicaciones jamás deben retrasar cualquier procedimiento que erradique el dolor improductivo. De hecho, la mayoría de los medicamentos cuenta con un porcentaje variable de posibilidades de error o reacción contraria. Y eso jamás ha arredrado a ningún avance sobre el particular. Creo que el autor no ha planteado bien la pregunta, porque todo lo que sea formularla con menos del 50 % de dicha “reacción fatal”, aboca a una respuesta positiva. Y aún más. Si dicha cuestión se le ofrece a un enfermo terminal de la misma, seguro que se prestaría gustoso a experimentar con la novedad, a cambio de una probabilidad negativa aún más alta. Cuando no se tiene mucho que perder, uno se vuelve mucho menos exigente. Es una pena que tengamos que estar en esas circunstancias para comportarnos de manera tan cabal.
Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron creados entre 1998 y 1999
Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron creados entre 1998 y 1999
viernes, 7 de abril de 2017
EL JUGADOR DE AJEDREZ
Está ahí, agazapado e inmóvil, aguardando. Todo él
embadurnado de negro y purpurina, en una mezcla que quién sabe cuánto tardará
en ponerse, y cuánto en quitarse, cuando acaba su jornada. A veces, se expone
en medio de la plaza, pero otros momentos, está justo detrás de una esquina, y
te lo encuentras por lo general, de golpe, sin haberlo previsto. La sorpresa es
inmediata.
Siempre brotan las preguntas, en tropel. ¿Sabrá jugar al
ajedrez? ¿Será bueno? ¿Habrá elegido esa representación porque un día jugaba,
se hartó de perder, y buscó una salida dramatizada a su problema personal? ¿O
fue todo fruto del azar? ¿Tal vez una apuesta con alguien? Hay muchos mimos,
pero ¿un ajedrecista? Las posibilidades de movimiento que también tiene, una
vez depositada la moneda, son limitadas. Entonces, ¿por qué? Tal vez el
sentimiento de que no hay juego más bello, o la idea de que utilizar un tablero
y unas piezas ordenadamente dispuestas lo diferencia de sus demás compañeros, o
que, en efecto, es un gran maestro “pasado de rosca”, que optó por camuflarse
del mundo de este modo, sin despertar sospechas y disponer así de su querido instrumental
siempre a la vista, pero sin la obligación de tener que ejercitarse de
continuo.
De todas las posibilidades que pude intuir, me quedé con
esta última. Me pareció la más reconstruible, si bien no la más probable. Aun
así, aposté fuerte por ella, entreviendo la historia de su plan. “Sé quién eres”,
le dije. Al principio, ni se movió de su pétrea posición. Luego, le fui
contando todo lo que había deducido, y también lo que me fui inventando. Ni pestañeó.
Al final, apelé a su orgullo. “Te reto a que demuestres quién eres. Cuando
termines aquí, podrías jugar una partida conmigo”. Habló por primera vez muy
serio, aunque sin alterar su posición ni sus ojos cerrados. “De acuerdo”. Y me
dio la dirección de un bar. A la hora convenida, nos encontramos sin saludo
previo. A los lados sólo agua y cerveza negra. No había reloj, pero dio igual.
Tardó 16 movimientos en darme un mate que ni siquiera pude intuir para poder
abandonar y evitar la humillación de la derrota. Al pronunciar la palabra “mate”,
se levantó y se fue. En los quince o veinte minutos que duró el encuentro, no me
dirigió la mirada en ningún instante.
Mimo ajedrecista en
Génova (Liguria, Italia)
Julio, 2016 -----
Panasonic Lumix G6
jueves, 6 de abril de 2017
TELEGRAMA FALLIDO (MICRORRELATO)
El telegrama no ofrecía lugar a dudas. Te urgía a venir cuanto antes. Pensé que el pretexto familiar surtiría efecto. Siempre fuiste persona crédula, y sensible. Nunca planteaste conflicto alguno, tampoco con mi familia. Al contrario, siempre ofrecías apoyo a la comprensión y al acercamiento de posturas. Pero esta vez no viniste. No sé por qué. Tal vez haya una porción de azar en este hecho. Acaso la memoria te indujo a la sensatez. Puede que alguien de mi entorno te avisara con tiempo. Incluso cabe la posibilidad de que tú misma intuyeras la celada de mi parte. Pero esta vez no podrá ser. Mi plan no podrá llevarse a cabo como fue trazado. Nos quedaremos ambos sin saber cuánto tiempo tardarías en llorar con desconsuelo, si gritarías suplicante o te quedarías muda de terror ante lo que fueras a ver, si tu resistencia lograría competir con mi capacidad de demora, si te desmayarías antes de aparecer los primeros espasmos, o después, si al final de los dos días de rigor te dejaría, como casi siempre, sola y desnuda en la casona, hasta que recuperaras la consciencia por ti misma, o te concedería la gracia de llevarte al hospital y urdir una historia creíble para los demás y que permitiera obviar trámites policiales. Aunque, bien pensado, sólo te quedarás sin saberlo tú. Yo sé perfectamente lo que habría sucedido. Y que habría sido la última vez.
Del libro inédito Micrólogos, 2012
miércoles, 5 de abril de 2017
UN BUSTO SOBRE EL MAR
Una de las cosas que más llama la atención cuando se visita Salinas, es una escultura que se encuentra en un promontorio, sobre una escollera-anticlinal del Devónico, nada menos: lo que aquí llaman “La Peñona”. Antes de que tras una galerna
invernal remodelaran la zona, rehabilitaran la pasarela actual, y construyeran
un museo de anclas, ya habían colocado una escultura de busto, aunque grande, dado el
lugar, extrañamente encaramada a la roca, cuyos estratos de base estaban
oblicuos con respecto al plano del mar. La escultura, realizada en bronce por Vicente Menéndez-Santarúa,mostraba el rostro de un personaje menos que secundario, pero al parecer muy
querido por estos pagos; nunca llegué a entender por qué. Se trata de Philippe
Cousteau, uno de los hijos del famoso oceanógrafo Jacques-Ives Cousteau, muerto cerca de Lisboa en accidente de hidroavión, en 1979. Uno entiende casi todos los reconocimientos, incluso a personas
alejadas tanto geográfica como mentalmente de donde se les rinde homenaje. Pero
¿qué pinta la figura de este aventurero, elegido por su padre para ser su
heredero principal, en un entorno como Salinas? Que se sepa, este hombre no
habría pasado a la historia, de no ser por su apellido y su trágica muerte
prematura. Se entendería que en su lugar natal, incluso en su país de origen, se
le recordara de algún modo. Pero ¿en Salinas? En realidad, no pinta nada. Y
menos, si no figura su padre, verdadero pionero, inventor y canalizador de una
nueva mirada del ser humano hacia todo lo que suponga la exploración e
importancia de los mares. El cual sí sería merecedor de cuantas esculturas se quisiesen esculpir o modelar. Con todo, la escultura de su hijo sigue ahí arriba, arrostrando
las embestidas del mar en los oleajes invernales y los miles de fotos que se le hacen de continuo. No pinta nada, siendo sinceros. Y, sin embargo,
es bella, sugerente, humana. Y un referente de la zona. Bien conservada sea, pues.
Busto de Philippe Cousteau, Museo de Anclas de Salinas (Asturias, España)
Junio, 2008 ----- Nikon D300
martes, 4 de abril de 2017
PERFIL DE LA IRONÍA
Creo que la ironía me envuelve demasiado a menudo en los
últimos tiempos. Como una niebla que difumina los contornos, pues así la
realidad cobra otra dimensión. Pero me parece que es una forma sublimadora de
una rabia en los adentros que sabe mucho de impotencias y de contención.
Si reviso ciertas definiciones de la misma, comprendo más la
naturaleza de la misma.
- La ironía es el júbilo y la alegría de la sabiduría (Anatole France)
- Es en la ironía/donde comienza la libertad (Victor Hugo)
- La ironía es el pudor de la humanidad (Jules Renard)
- La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor (ironía) que es capaz de utilizar (Friedrich Nietzsche)
- La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonríe (Jacinto Benavente)
Por puro egoísmo, me interesa remarcar la primera y la
cuarta. No creo que tenga que ver con pudor, precisamente, como indica la
tercera, sino con el miedo o la elegancia (que no son incompatibles). Y tampoco
creo que la libertad dé comienzo con la aplicación de la ironía, como marca la
segunda, sino que plantea una llamada de atención, que si no se corrige puede transformarse
en repique a rebato. Con todo, la más hermosa me parece la última, que además
profundiza de modo sutil en la idea de la impotencia y en la sublimación, que
son los dos puntos con los que iniciaba esta entrada.
lunes, 3 de abril de 2017
Y MÁS SENTIDO COMÚN, Y MÁS DECENCIA
Estamos de acuerdo. Si las leyes son injustas o se aplican mal, ¿de qué sirven? Pero a esta reivindicación encontrada en una calle de Génova, le
haría falta otra línea, tan necesaria como la segunda: “más sentido común”
(porque es precisamente hoy día cuando más se echa en falta, cuando mayor es el
contraste entre lo conseguido a nivel tecnológico y lo que retrocedemos a nivel
político y social). Del sentido común se suele comentar un chiste macabro,
cuando se dice que es el menos común de los sentidos. Si se tiene en cuenta lo
que sucede de continuo en nuestros tiempos, convendremos en la realidad de esa
paradoja.
También añadiría yo una tercera, con la que se completaría
el ramillete de reivindicaciones básicas de cualquier persona con la mente
sana: “más decencia”.
De modo que sólo con eso, con más justicia, más sentido
común y más decencia, ya habríamos andado un trecho larguísimo en un progreso
que hoy se ve más lejano que nunca, pues a medida que avanzamos parecemos
retroceder.
Podríamos discutir lo que entendemos por justicia, aunque si
no tenemos sentido común, o sea, raciocinio práctico, difícilmente la
concebiremos en términos útiles para la mayoría. Podríamos debatir también lo
que es la decencia, pero si observamos los sistemas morales de las principales
religiones, y hacemos un expurgo para quedarnos sólo con aquellos puntos en los
que coinciden las tres principales, no creo que hubiera mucha duda, sobre lo
que implicaría ser decente, que en definitiva es comportarse de modo que buscando
el bien propio, no se haga daño alguno a nadie.
Podemos obviar, si molesta, el símbolo de raíz comunista de
la derecha. Daría igual el emblema que reivindicara la petición. Es una necesidad
y una demanda universal. Y si es universal, lo será por algo. Entre otras
cosas, porque en todos los lugares se necesita más. Siempre más. Y nunca será
bastante.
Pintada en una calle
de Génova (Liguria, Italia)
Julio, 2016 -----
Panasonic Lumix G6
domingo, 2 de abril de 2017
MI PALABRERÍO CANALLA (17)
BASURA: Resultado final de cualquier manipulación o uso (bien a nivel material o a nivel personal), sea como sea, efectuada por quien sea, a lo que sea, a quien sea.
BATALLA: Enfrentamiento cruento de dos estupideces a través de un número elevado de intermediarios, los cuales son forzosos o mercenarios (pero lo más fascinante del caso es que también los hay voluntarios).
BAUTISMO: Inicio simbólico de algunas religiones que consiste en un derrame acuoso y valvar sobre la minúscula cabeza de quien no sabe qué, por qué, para qué, quiénes y contra qué, y que no puede reaccionar de otro modo que llorando. Otra modalidad del mismo se parece a la aguadilla, ya cuando se lleva a cabo con un adulto.
BAYONETA: Cuchillo de reserva que lleva el fusil para aparentar más longitud, para reflejar el sol en los ojos del adversario, para cavar trincheras, para pelar patatas u otras hortalizas, abrir vientres ajenos, ocasionar muertes silenciosas, etc.; todo ello, como se ve, con unas funciones utilitarias múltiples, al modo de los cuchillos suizos, aunque sin tijera ni cuchara ni sierra...
BEBÉ: Cría de humano caracterizado por su descontrol de esfínteres, alopecia transitoria, fealdad sublimada y modificable, y una absoluta e indemne impunidad por lo que a su comportamiento y educación se refiere.
BEBER: 1. Ingerir líquido con el fin de aplacar la sed del organismo, siempre tan exigente en sus necesidades. 2. Ingerir líquido cuyo contenido alcohólico pueda producir un cambio a mejor en quien se lo administre, lo cual dependerá de las circunstancias de la ingesta, de su graduación, de las características físicas del sujeto y del tipo de cambio que se le solicite. Por regla general, el cambio suele ser a peor. Sobre todo, a posteriori. Aunque quien lo practica no opina lo mismo, faltaría más.
BEDUINOS: Habitantes del desierto que practicaban el nomadismo tribal, el mahometismo, el pillaje habilidoso, la resistencia a las privaciones y el contacto simbiótico con los camélidos, que, de tan estrecho resulta sospechoso, sobre todo a los que no son beduinos (o tuaregs, en su defecto).
BELLEZA: ¡Ah! la belleza.
BESO: Conjunción de unos labios con otros o con otro trozo de la piel o de la vestimenta de un oponente, el/la cual puede responder o no a tal engañosa señal. Los hay que producen intenso placer. Otros son más convencionales. Pero todos tienen efectos secundarios que se omiten de continuo con irresponsable y reiterada actitud.
BESTIALIDAD: Desafuero que aproxima su categoría a la de algunas bestias a las que se considera bestias por motivos distintos a los que se debiera; al fin y al cabo, las bestias animales no pueden dejar de ser bestias, y quienes las imitan a voluntad o sin ella, están eligiendo ese comportamiento y desechando otros. Que quede bien claro.
Del libro inédito Palabrerío canalla, 1999
sábado, 1 de abril de 2017
ENTRESIJOS DE ALMONEDA
Hace años, yo no era un asiduo de los rastros, mercadillos y
otras vainas semejantes. Nunca me disgustaron ni los criticaba (con una madre
adicta a ellos, no podría), pero no era mi mundo, la verdad, con la excepción
de los puestos de los libros viejos o de segunda mano. Pero desde que mi santa
incurrió en el mundo de la cocina, vía blog atractivo y exitoso, y descubrió en estos lugares sus cazaderos preferidos a la hora de hacerse con el atrezzo necesario para sus bellos bodegones, a uno no le ha
quedado otra que aficionarse, o aficionarse. Porque la alternativa no se contemplaba, claro.
Una tienda de este tipo suele albergar un universo
sorprendente, ante el que siempre acabamos preguntándonos: “y estos tipos, ¿de
qué viven?”. Porque nunca ve uno mucha animación ni ventas, por lo que uno hace
cálculos rápidos y se dice: “es imposible vivir de esto”. Y, sin embargo,
teniendo en cuenta el número de lugares que visitamos, deben hacerlo, sólo que
se nos escapan los modos en que ellos pueda suceder y crea un misterio más en este mundo ya de por sí enigmático e inexplicable.
Yo he llegado a disfrutar en lugares así, porque aunque yo casi
nunca compro nada, aprendí a mirar los objetos, y, sobre todo, a fotografiarlos.
Los tomo como partes de una historia, de diferentes vidas y dueños, e imagino lo
que pudo ocurrir para acabar allí, en lugares a veces sórdidos, otras muy
limpios y ordenados, pero siempre en una mezcolanza difícil de describir si no
se ve en persona. Expuestos con la mayor pulcritud, o acumulados con polvo y desorden, pueden llegar a componer bellos encuadres, sobre todo si una buena luz contribuye a ello. Y, si se les mira con atención y se les pregunta, los libros,
los electrodomésticos, los muebles, los bibelots, las cuberterías, los
juguetes, y todo lo que allí pueda hallarse, responden. Cada uno puede contarte
una historia de dolor o de risa, de muerte o de abandono, de momentos
familiares felices, de discusiones interminables, de herencias descompuestas y
fratricidas. Muchos de ellos hablan, y si estás dispuesto a escuchar, el
tiempo ya no es un problema, y sales del lugar enriquecido y sabiendo que has
pasado un buen rato en compañías imprevistas. Pero a veces los objetos no
hablan, están mudos o atemorizados por los almonedistas, y por mucho que nos
acerquemos, nada se oye, como no sean los propios pasos o la horrorosa música
ambiente. Entonces, cambio el interruptor mental. E imagino: procedencias, destinos, trayectorias, transcursos, vejeces. Y la sala vuelve
a iluminarse de nuevo. Y el proceso concluye de igual forma.
Julio, 2016 ----- Panasonic Lumix G6
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