En aquel río, apareció otra generación de patitos guapos (no había ninguno feo, según consta en las crónicas), nacidos todos el mismo día, como es de rigor en estos casos. Quiso la mala suerte que la pata madre falleciera en el intento de ayudar a sus hijos a ver la luz, por lo que aquellos patitos nacieron huérfanos. Privados, pues, de la referencia materna, todos los patos se fijaron en el más grande de los hermanos, el cual inició la marcha hacia el río, ufano de su recién estrenado poder de convocatoria. Allí se lanzaron al agua, sin más dilación. Aquí cabría apuntar que los patitos son de natural muy inteligentes, pero muy vagos, por lo que suelen tener problemas para lograr trabajos bien remunerados. Pero en el caso que nos ocupa, el problema no fue cosa laboral, sino que los patitos siguieron a su hermano mayor sin más ni más, y como el líder navegara río arriba, los otros le seguían detrás; si lo hiciera río abajo, los otros hacían lo propio; eso sí, en formación de cuña perfecta, como sólo la genética puede establecer. El pato grande comandaba la tropa con mucha soltura y movía el grupo de aquí para allá, pero no tenía ni idea de qué más hacer; hasta que el hambre los fue venciendo, y poco a poco cada vez que miraba hacia atrás, notaba que había un hermano menos siguiendo su estela. Alarmado, se paró a reflexionar sobre las causas de las desapariciones. Pero aunque se paró, notó que seguía la dirección de la corriente, río abajo. Como aún no comprendía la causa de este fenómeno, también le dio motivo para iniciar otro puñado de sesudas reflexiones. Por desgracia, éstas no pudieron llegar a una conclusión satisfactoria, pues los tremendos remolinos adonde las rápidas aguas les encaminaron acabaron con dichos pensamientos de forma un tanto brusca, dado que no se salvó ninguno.
martes, 10 de junio de 2008
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5 comentarios:
Alla hu akhbar!!!
¡QUË PENA!Les falta su madre y por muy grande que sea uno de ellos, para que los demás le sigan ninguno sabe de los peligros contra
los que tendrá que bregar para lograr supervivir.Acaban de "salir del cascarón"
BONITA FOTO. M.T.
Si que es extraña una imagen con tantos patitos sin mamá pata a la cabeza, igual no le resta belleza.
En cuanto al relato, es un poco agotador. Creo que el remolino también le afectó.
Bss.
Comprendo tus deseos de contrarrestar esta imagen bucólica, pero hubiera preferido un "happy ending". No estoy recrearme en el sentido trágico de la vida, estos días.
Toda una aventura sin duda en la que mirar hacia atrás puede hacer que caigas. Un beso!
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