Sí, parece que llegó el momento en que todo contribuye a que disfrutemos sin tasa del tiempo de estío, donde todas las ilusiones posibles cobran cuerpo otra vez, donde el calor nos obliga a mostrar la carne y la piel antes ocultas, donde podremos relajarnos de las intempestivas jornadas laborales, donde llegaremos a lugares desconocidos y sentir que todo cuanto existe está puesto a nuestro servicio, donde, acaso, alguien distinto, especial y único, acceda a nuestras vidas por un período que nos parecerá una eternidad. También es la época en que las frustraciones son directamente proporcionales a la intensidad de las expectativas que las generan, en que el hastío ante la falta de obligaciones nos mueve a replantearnos toda nuestra vida, en la que hacemos balance de logros y fracasos, en la que convivimos mucho más tiempo con quienes compartimos la vida, en la que los gastos superan con mucho a los ingresos, en la que la tradicional obligación de disfrutar ocasiona más desengaños, en la que todo placer parece más corto y por tanto más fugaz.
En cambio, nada de estas reflexiones puede impedir que unos chiquillos extraigan toda la sustancia a la vida y arrojen sus cuerpos a un río, que viene aún bien crecido y dispuesto a ser el marco de sus aventuras veraniegas. Y frente a eso, nada sirve; ni el pensamiento, ni la palabra.
En cambio, nada de estas reflexiones puede impedir que unos chiquillos extraigan toda la sustancia a la vida y arrojen sus cuerpos a un río, que viene aún bien crecido y dispuesto a ser el marco de sus aventuras veraniegas. Y frente a eso, nada sirve; ni el pensamiento, ni la palabra.
6 comentarios:
Ese momento ha llegado pero sólo para algunos. Y casi que me alegro de no ser uno de ellos.
Quizás por esa razón hoy mi post ha coincidido en un punto con el tuyo....
casualidad...
...pero yo he puesto piscina en lugar de río...
Los ríos sin fondo me dan miedo.
:-)
Calla, que yo he nacido de un pueblo y tenía río...
Ahora paso el río para ir al trabajo... que lástima...
Besicos
Bonita la foto,yo soy de mar y no de rio pero cada uno tiene que disfrutar lo que tiene más a mano y los chiquillos le sacan provecho a todo.
Si llegó el verano,vacaciones preparativos de maletas,kilometros de rodaje,gastos,calor....pero también más tiempo para pensar,decidir algo que habiamos aparcado por falta de tiempo,leer en fin muchas cosas.
A disfrutarlo que se hace corto.
M.T.
Vacaciones.... eso es lo que necesito; beberme el verano a grandes tragos.
Eduardo, un gusto visitar este espacio donde pudiste fusionar palabra e imagen. Mi pasión es la fotografía, pero hay momentos que es tan necesaria la palabra no?
Aquí, desde Buenos Aires, donde tenemos tan lejanas las vacaciones de verano, te dejo mi saludo invernal pero no menos cálido.
El verano llega y nos cambia la forma de vivir pero lo bueno es que nos adaptamos pronto, yo tengo aún más obligaciones que el resto del año :( Pero la verdad es que de momento muy bien! Si viviera cerca de un río limpio para allí que me tiraba!
Un beso!
Publicar un comentario