CONTRABANDO: Comercio clandestino que se origina cuando se prohíben o se racionan determinados productos cuya necesidad es manifiesta, insoslayable y eterna, por mucho que se empeñen los llamados bienpensantes. Al aparecer otro condicionante añadido al producto (el riesgo por el peligro), el precio será mayor, con lo que el placer y la morbosidad al consumir lo contrabandeado aumenta directa e inexorablemente.
CONTRADICCIÓN: 1. Hábito de pensamiento o de obra que demuestra a las claras la amplitud de registros de que consta el ser humano; tantos posee, que le es imposible decidirse por uno en concreto, prefiriendo seguir varios a la vez, a ser posible opuestos, para que del contraste surja una nueva luz o una nueva ristra de problemas, que siempre dan mucho juego para autocompadecerse. 2. Oposición entre lo dicho y lo hecho, o entre lo hecho hoy y lo hecho ayer, o entre el deseo y la realidad, o entre lo que piensa uno de los miembros de la pareja con respecto al otro. Abunda mucho, por ser atributo humano, pero hay especímenes que obtienen cotas elevadas de tal condición. No doy ejemplos, están en la mente de todos.
CONVENIO: La etimología habla de “venir con”, pero transitar con alguien no presupone que lo haga a gusto, sino que tal vez efectúe una transacción que logre de los males, el menor, que suele ser el pan nuestro de cada día de los convenios, sobre todo desde el punto de vista del débil, que siempre queda del mismo lado o, lo que es lo mismo, del peor.
CONVENTO: Conjunto de dependencias en el que una comunidad no mixta practican el retiro, la holganza, la sublimación y la irrealidad, todo ello con simulación de meditación trascendente.
CONVERSACIÓN: Acción consistente en el intercambio —a menudo trivial o estéril— de palabras entre unos contertulios que pueden llegar a convertirse en tertulianos; no confundir con diálogo (v.), que todavía hay clases.
CONVERSIÓN: Proceso de renuncia a las ideas (en general, religiosas) que se tenían, a cambio de otras que puedan ofrecer de uno mejor imagen, nuevas e influyentes amistades, provechos materiales o políticos varios, perspectivas más excitantes, matrimonios más ventajosos, etc.
CONVIVENCIA: Transcurso de la vida realizado en común que sirve para alejar los fantasmas que agobian a quienes contraría la soledad; pero, en realidad, para lo que aprovecha es para comprobar en propia carne y sin intermediarios que el amor es una cosa, que la pasión es otra, que el día a día es un proceso altamente abrasivo, que el otro es otro y que uno es, siempre, lo más importante; y que, por supuesto, es el otro (o la otra) quien tiene la culpa, faltaría más.
COOPERATIVISMO: Grandilocuente idea que tiende a unir voluntades individuales en un proyecto común que puede ser económico, social o político. Es tal la desproporción entre lo proyectado y lo conseguido, que aún asombra que siga habiendo defensores de tal práctica. Lo que no sorprende es que quienes sean sigan siendo los mismos, es decir, los que de forma individual aún logran menos.
COPROFAGIA: Gusto por la ingesta habitual de excrementos, basura, etc. Como todo hábito alimenticio excéntrico y estólido, proviene del mundo anglosajón, concretamente de Estados Unidos, donde lo denominaron, piadosamente, fast food. Como si la esencia de tal basura tuviera que ver con la rapidez y no con el contenido de tal recetario.
COPROLALIA: Uso frecuente y extemporáneo del taco lingüístico (taqueo), así como de las frases donde abunden las obscenidades y salidas de tono, con el fin infantil de llamar de algún modo la atención, habida cuenta de que aquellos a quienes aqueja este vicio no pueden llamarla por los medios ordinarios, es decir, saliendo en algún programa vespertino de televisión, donde la opinión (sic) de la calle pueda ser tenida en cuenta.
Del libro inédito Palabrerío canalla, 1999