OJALÁ, TÚ
Ojalá, me dijiste, ojalá. Pero nunca supe a qué te referías. Jamás me dijiste por qué me dejabas esa duda en el alma, cada vez que aparecías. No me contaste por qué tu belleza me sofocaba, me hacía agua, me disolvía hasta las palabras. Siempre escabullías tu imagen, y sólo a veces regresabas a mis ojos. Ojalá, sí, me repito. Ojalá te hubiera encontrado alguna vez, tangible, cuando mi cuerpo te recreaba y te sentía próxima. Ojalá pudiera haberte hallado. Si hubieras existido, de hecho. Ojalá hayas existido alguna vez. Ojalá tú, algún día, en algún lugar. Ojalá ambos.
Del libro Micrólogos
4 comentarios:
Muy bien lograda la anhelante descripción de un vínculo invisible, se nutre de una esperanza deliciosa y recrea desde el gozo.
Todo un canto de fe e innovación.
Enhorabuena!
Bienaventurados los que tiene deseos de Vida, porque su sed será calmada en las Serenas Aguas, despertando al Profundo Sueño de la Consciencia (colectiva).
Ojalá entienda tu próximo relato, ojalá!!
bicos, desorientados
(no entiendo ná de ná)
Ahhhh, tampoco entiendo nada del comentario de Cher, mejor hoy me acuesto pronto porque seguro que no estoy aguda, jajajjajajajaja.
Tenía una gran bolsa donde no encontraba nada hasta que he decidido llenarla de esperanzas, de sueños, de ilusiones, de vida...Ojalá siga así toda mi vida.
Fantástico relato y buen comentario de Cher
Publicar un comentario