ADVERTENCIAS COMO REFRANES
Contra lo que me advertía siempre mi hermano mayor, me fié de la virgen y no corrí. Por eso logró alcanzarme y apoderarse de mí para siempre. Y desde entonces madrugué a diario, buscando libertades añoradas, aunque no por ello amaneció antes de su hora. Menos mal que es cierto que nunca llovió que no acabara escampando. Pero, aun así, ¡cómo me revienta el refranero! Casi tanto como mi hermano.
Del libro Micrólogos
1 comentario:
¡Albricias!! Hoy estoy lúcida, lo entendí todo a la first time.
Los domingos es lo que tienen y si hay cambio de hora y una duerme más, ni que venga la virgen ni san pito-pato.
Qué quieres que te diga, a mí me rechifla el refranero.
En fin, que quien ríe último ríe dos veces, ya sé que no tiene nada que ver, pero es el único que se me ocurre.
bicos
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