domingo, 17 de octubre de 2010

MICRORRELATO

LA PRUEBA

Asustado, tembloroso, aquel hombre entró en el salón semioscuro. Una vez dentro, se arrojó al suelo cabizbajo, y entre sollozos pidió perdón al padrino por su reciente equivocación. Le habló de sus deudas, de su desesperación, de que haría cualquier cosa para sacar a los suyos adelante. Quería continuar en la familia, con todos los respetos y pedía una oportunidad para expiar su falta. Hasta ese desliz, había sido un hombre de fiar e hizo una relación de situaciones que demostraban que se había podido contar con él. El padrino lo escuchó en silencio, pero no daba muestras de aprobación. Al final, dijo: “no me convences”. El hombre porfió, con la mayor educación, insistiendo en sus habilidades, apelando también a la piedad, que él sabría corresponder, si era perdonado. “Está bien, te pondré a prueba”. El arrepentido a punto estuvo de desmayarse de satisfacción y su rostro irradió un destello de luz. “No te alegres tan pronto. La prueba será dura. Tendrás que matar”. El hombre dijo que estaba dispuesto. “Será a tu único hijo”. El mundo se le vino de golpe encima. Se echó a llorar con gran congoja y tras unos instantes eternos admitió que no podía hacerlo, que le resultaba inhumano. El padrino se levantó y lo miró primero con desprecio, luego esbozó una sonrisa helada. “Te llamas Abraham, ¿verdad?”. El hombre asintió con el gesto, sin levantar siquiera la cabeza. “Lástima que yo no sea Dios”.
Del libro Micrólogos

4 comentarios:

Cher dijo...

Microrrelato de ¡padre y muy señor mío!
Los Padres de La Biblia... ¿dónde están las madres que los parieron?Relegadas, regaladas y mal vendidas.
Cuando se relega el lado femenino, sea donde sea; no hay dios, el patriarca es tirano y el padrino sólo favorece las pretensiones de humillar al vencido.

alfonso dijo...


Si hubiera sido Dios le hubiera dicho que echase un vistazo.
Y viendo un carnero trabado en un zarzal, lo tomó y lo sacrificó en holocausto...
A partir de ese momento, y por esa historia, los judíos dejaron de hacer sacrificios humanos a Dios.
Por lo que veo, el personaje, aparte de no ser Dios tampoco era judío. En fin... de alguna mafia, seguro.
Un relato muy ingeniosos. Sí, señor.

Saludos

CR & LMA
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Anónimo dijo...

Con lo fácil que es perdonar sin tener que poner a prueba a nadie.
Esa situación ya se vivió hace siglos y por una causa religiosa. Pero caramba no tenemos que ponernos tan trágicos por haber metido la pata alguna vez. El que no lo haya hecho que lance su primera piedra, que yo...la recogeré para volverla a lanzar. TODOS HACEMOS MAL ALGUNA VEZ!
M.L.

XuanRata dijo...

La prueba: prueba de que, en contra de lo que dice el tópico, la historia nunca se repite exactamente.

Muy bueno.

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