SOMBRA RIVAL
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Mientras hacía puños contra el punching, se sentía bien, distendido, poderoso. Cuando se entrenaba con el saco, su sudor le parecía la mejor coraza contra el mundo. Pero cuando peleaba con su sombra, no podía resistir la tentación de pensar que ella siempre le esquivaba, que era inalcanzable, la que siempre salía indemne de sus golpes, la que jamás se agotaba. Eso fue así, año tras año, y sus combates, que se contaban por victorias, no lograban satisfacer su ansia de derrotarlo todo, incluida su sombra. Era un campeón reconocido, pero sus muchos campeonatos no le quitaron nunca la impronta de tristeza del rostro. Su sombra se le resistía. Hasta que un día encontró la solución, comprobó que la única forma de derrotarla y que no se moviera, que no se le escapara, era cuando se derrumbaba sobre ella. No le importó así perder su último combate, con el gimnasio vacío, con sólo un foco arrojándoles luz desde lo alto. La sombra, humillada, no se volvió a mover jamás, ni a tener aquella especie de vida propia. El campeón, tampoco.
Del libro Micrólogos
3 comentarios:
Triste historia ,claro está ni se llevaba ni se fiaba de su propia sombra,ante tanto incoformismo un KO a duo y asunto resuelto.M.T.
Me recuerda a la historia del Hombre Araña, el del traje negro. La lucha interior es la más dura batalla a la que nos enfrentamos, y son tantas las sombras que arrastramos... aiiinnnsss, que confundimos ser campeones con evolucionar.
Muchas sombras nos persiguen diariamente. No sólo la nuestra que ya es un coñazo tenerla encima como nuestra conciencia. Es, la debilidad, la impotencia, el querer y no poder, el aguantar y callar, el sufrir en silencio alguna que otra situación, el sembrar y no recoger lo sembrado o por estúpido que parezca el sembrar papas y recoger lentejas.....EN DEFINITIVA MUCHAS SOMBRAS NOS ATURDEN DÍA A DÍA. y nosotros aguantando sin remedio, hasta que llegue el hoy del mañana.....
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