miércoles, 17 de agosto de 2016

MIRADOR AL CIELO




En el Palazzo Rosso de Génova hay una sorpresa al final del recorrido. Después de haber comprobado cómo la burguesía y la nobleza genovesas podían llegar a un nivel de refinamiento a la altura de las más ricos reinos europeos, siendo ellos “tan sólo” una república; después de haber contemplado una buena colección de cuadros muy desconocidos, pero algunos de belleza inusual (por sorpresiva); después de haber efectuado el recorrido del palacio, que en realidad hoy es antes que nada un museo; después de todo eso, el vigilante de turno nos indica que tomemos el ascensor para visitar “la terraza”. Como íbamos algo avisados por las guías consultadas, el ofrecimiento entró dentro de lo previsto. Lo que no previmos es que la “terraza” fuera algo como lo que aquí se muestra. Sorpresivamente.

Por lo visto, hace unas décadas, una de las directoras de este museo concibió una idea inusual, pero a la que le puso tanto ardor (y tantos contactos), que logró que alguien pusiera el dinero y el tiempo necesarios para llevarla a cabo. Como se aburría de su cometido administrativo, de vez en cuando le apetecía elevarse sobre todo aquello, y ver toda la ciudad con su inmenso puerto a sus pies, y el cielo sobre su cabeza. Así, imaginó una sobreelevación de uno de los tejadillos del palazzo, con su escalera, su barandilla y su mirador. Y logró que se construyeran. Y, durante un tiempo, consiguió disfrutarlo. También, que la criticaran con acerba continuidad. Pero eso se le dio, como es natural en este tipo de personas, una higa y le trajo al pairo. Coherentemente.

Ahora, años después, también los visitantes podemos llegar allí, y paladear dichas vistas o, como la mayoría, hacer muchas fotos sin ver nada. El día que yo puse los pies en dicho mirador, había un cielo magnífico, que gracias a un filtro polarizador parece más oscuro de lo que en realidad era. Pero la disposición de las nubes era tan hermosa, que sin subir a lo alto, ya se disfrutaba de todo sin problema ninguno. Arriba, unos pocos visitantes nos precedían haciendo lo que casi todos. Aunque cada uno terminará diciendo que la suya fue una experiencia única. Obviamente.

Tejado del Palazzo Rosso (Turín, Italia)
Julio, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

1 comentario:

la cocina de frabisa dijo...

Es muy bonita la foto, el cielo en toda su magnitud da una idea aproximada de lo que significa llegar hasta allí, la historia la apuntala. Bss

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