miércoles, 11 de junio de 2014

EL MENSAJE DE LOS PETROGLIFOS


El granito gallego no es fácil de tallar, por dureza, y por su naturaleza compuesta de tres minerales diferentes. Jamás se podrá realizar en su superficie una labor de talla fina, cuyos detalles admiren a quien contemple. En cambio, sí podrá hacer profecías sobre su durabilidad y resistencia, así que pasen los tiempos y las lluvias, abundosas por esos pagos.

Con todo, algunos humanos que poblaron esas tierras antes de que tuvieran los nombres actuales, dieron en labrar sobre dicha dureza unos signos rítmicos, circulares, laberínticos, de ordenación aparentemente caótica y significado más misterioso aún. Se les ha llamado petroglifos, a falta de mejor claridad y conocimiento. Parece que han sido tallados en tiempos posteriores a la etapa neolítica, en épocas ya metalistas, por percusión, con primitivos mazos que probablemente serían también de la misma piedra con la que deberían chocar y humanizar, desproveyéndola de su lisura y rugosidad naturales, para atribuirle desde aquel preciso instante un significado simbólico, que es algo exclusivo de nuestra especie.

Todo son especulaciones sobre la utilidad de tales dibujos pétreos. Las hipótesis son a veces muy imaginativas. Pero si algún día se llegase al esclarecimiento de los enigmas que esos laberintos circulares nos lanzan, seguro que no nos sorprende el resultado de dichas investigaciones. Porque con sólo imaginar lo que los movió a llevar a cabo tales ímprobas tareas, seguro que acabamos relacionándolo con algo que tenga que ver con el miedo, pues no otro es el sentimiento de quienes han creado algo a lo largo de sus vidas. Miedo a no ser, a morir, al dolor, al sinsentido de la existencia, al castigo por el mal realizado, a la cólera de los espíritus, al azar, a que los astros caigan sobre nosotros, al destino, a lo desconocido; miedo, en definitiva, a que la frágil memoria nos olvide para siempre. Y si, por una sorprendente casualidad, fueran signos de un primitivo idioma, seguro que si los juntásemos, cada frase diría algo parecido a: “Tenemos miedo; sabemos que vamos a morir. Recordadnos”.

Petroglifos de Mogor (Marín, Pontevedra, Galicia, España)
Agosto, 2004 ----- Minolta DiMAGE Z1

1 comentario:

la cocina de frabisa dijo...

Yo pienso que ponen "Te amo, Liberca, y como mires a Tiburcio, te tiraré más fuerte de los pelos" Es que las mujeres siempre nos hemos llevado la peor parte y a éstos lo de arrastrar a las mujeres por los pelos les molaba mucho.
Claro que igual tienes razón y tienen miedo al olvido, pero yo me quedo con mi teoría romántica.
Besos

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