DETALLADO EXAMEN
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Cuando aquella mujer le trajo la maqueta encargada, procedió a examinarla con detalle, durante unos minutos. Fue memorizando cada línea, cada intersección, cada oquedad. Calibró los contrastes, las texturas y cómo la luz incidía en las superficies de los diferentes elementos de que constaba. También el aroma que desprendía jugó un papel importante en su juicio. El silencio del inmueble y de aquella sala favorecía la concentración de todos sus sentidos. Al finalizar el examen, el arquitecto dio su aprobación para incorporarla de inmediato a su despacho. La maqueta, en cambio, fue devuelta con algunas objeciones sin especificar.
Del libro Micrólogos
4 comentarios:
Espero que la mujer supiera aprovechar la "oquedad" del cerebro del arquitecto a su favor. Es lo que tiene no tener el cuerpo calloso desarrollado... que la balanza solo se inclina al juego de una sola baza.
Muy listillo, se quedó con la portadora,la maqueta seguro no estaba mal, pero ella debia ser más interesante. M.T.
Jajajajajajajaja.
Es muy gracioso Eduardo!!!
Así somos muchas de nosotras, nos miran, nos observan, nos huelen, pero al final queda lo superficial. no lo que una quiere llegar a transmitir-
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