domingo, 28 de febrero de 2010

MICRORRELATO

DE NUEVO, EL ZORRO ______________________________________
El zorro quiere ser mi amigo, pero yo no le dejo. Me doy dos vueltas seguidas y quedo casi como estaba. Respiro con pesadez; tanto, que me oigo a través de mi cuerpo, como si viviera al otro lado. No le doy razones, ni le explico, pero intuyo que él sabe. Me conoce de otras veces. Yo también a él. Por eso no quiero ser su amigo. En cuanto le diera confianza me pondría ojos tiernos y empezaría a hablarme de mi pelo, del trigo sin cortar y de que lo esencial no se puede ver, sino sentir. Resulta muy pesado. Es un pelmazo, este zorro. Pero tampoco es cosa de humillarlo y degradarlo a ser un personaje de sueño. No lo soportaría si se enterase. Y dejo que me siga mirando, así, a suficiente distancia.
Del libro Micrólogos

3 comentarios:

Samu Chao dijo...

Una persona que no siente, se vuelve cruel, pues no puede sentir el dolor de los demás, ni disfrutar de la felicidad.

la cocina de frabisa dijo...

Tu relato me lleva a reflexionar sobre quién es en realidad el zorro.

Concluyo que ambos, por eso no podrá haber amistad. Siempre a suficiente distancia, ambos sabéis lo que hay.

Muy interesante el rodeo de la narrativa para que el final haya sido coherente.

un beso

Cher dijo...

Desconcertante y escalofriante relato, no me hace sentir a gusto, pero muy bueno porque creo que con ese fin se ha hecho.
A mí me lo cuentan de pequeña... y me da más miedo que el lobo de Caperutita. Y sin embargo este zorro es tan real, lo conocemos todos/as también... como que algunas veces forma parte de nuestra piel.

AVISO A VISITANTES

Todas las imágenes (salvo excepciones indicadas) y los textos que las acompañan son propiedad del autor de esta bitácora. Su uso está permitido, siempre que se cite la fuente y la finalidad no sea comercial
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.