miércoles, 2 de julio de 2014

LECTURA EN FAMILIA, COMO ANTAÑO


Entre mis adicciones más frecuentadas se encuentra la lectura, es sabido. E incluso cuando no leo, y encuentro algo en mis viajes que la refleja o alude a ella, no dudo en disparar. A veces, la sorpresa me retiene unos instantes antes de hacerlo. Y me da tiempo a pensar, a sonreír, a admirar lo que ante mis ojos se ofrece. En ocasiones, también después. Esta fue una de ellas.

En la ciudad de Oporto no carecen de esculturas. Por eso, resultó sorprendente que recalara en ésta, dado que no es propiamente una escultura de bulto redondo, sino un mediorrelieve que se halla en la peana de otro elemento que ahora no viene al caso. Pero si se mira bien, además de a los seis protagonistas y del escueto y referencial mobiliario se asistirá a una escena entrañable. Una mujer -suponemos que la madre- está leyendo un libro a los demás -suponemos miembros de su familia-. ¡Leyendo un libro! Y se supone que en voz alta, porque la atención con que los otros parecen beberse sus palabras es alta y hasta contagiosa. Los gestos así lo denotan, la mirada concentrada en la lectora, la dirección de sus cuerpos, el agrupamiento en piña, el mentón en la mano abierta que lo sujeta; parecemos oír sus palabras de sólo mirar cómo ellos escuchan atentamente. Nos atrapa el entusiasmo, el deseo de saber cómo proseguirá la trama a continuación. Nos sumerge en el enigma de saber qué obra es la que los mantiene a todos tan en tensión, cuál el tono del relato, cómo acariciaría los oídos la voz de quien les lee. Y todas esas preguntas pueden quedar sin respuesta, o crear una para cada momento, adivinando cada pieza y colocándola a nuestro antojo, que para eso es una obra pública y se encuentra en la calle ante la mirada de quien repare en ella. Yo lo hice, en su momento. Confieso que antes tiré la foto. Pero, una vez realizada, me quedé pensando, imaginando, recreando. Hoy he regresado a Oporto, a aquella mañana soleada de invierno frío. Hoy, recuperé esa lectura. Hoy os la ofrezco para que la completéis.

Peana del monumento al escritor portugués Julio Dinis (Oporto, Portugal)
Enero, 2013 ----- Panasonic Lumix G3

No hay comentarios:

AVISO A VISITANTES

Todas las imágenes (salvo excepciones indicadas) y los textos que las acompañan son propiedad del autor de esta bitácora. Su uso está permitido, siempre que se cite la fuente y la finalidad no sea comercial
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.