VELOCIDAD RELATIVA
La liebre volvió a retar a la tortuga. Esta aceptó y, como es natural, llegó la última, aunque riendo a carcajadas, como tantas veces. La liebre, molesta por la hilarante indolencia de aquella perdedora, le preguntó por qué, pese a tanta derrota seguida, se reía tanto. La tortuga respondió, flemática: ≪cuando llego, siempre en último lugar, me da por pensar la de kilómetros sensatos que voy a andar yo en mi vida, después de que tú hayas dejado de correr sin sentido para siempre≫.
Del libro Micrólogos
2 comentarios:
Sí, sí, sí, siempre con sentido: sentido del humor, sentido de orientación y sentido de la dignidad (aún perdiendo la carrera). Aunque no comprendo muy bien el sin sentido consentido por la tortuga de aceptar el reto, quizás fuera por darle a la liebre un sentido diferente a la palabra velocidad. ¿A qué sí? Sino no tendría sentido correr esa carrera, no sería sensato.
Ay lebratos aprended del maestro.
Tengo muchos amigos que por correr más de la cuenta sin sentido, ahora, con 19 años nada más; no saben qué hacer con su vida.
No obstante, tampoco hay que dormirse en los laureles que vida solo hay una y a ti te encontré en la calle (adaptación).
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