jueves, 19 de diciembre de 2019

YA LLEGAN LAS COMILONAS


Ya quedan pocos días. Los manteles ya están planchados, las copas limpias, las vajillas, dispuestas. Falta la comida, que salvo excepciones, se compra siempre al final, buscando su frescura, su exquisitez, sus exotismos. Ello implicará más coste, pero se asumirá como sucede siempre esos días. Los españoles aprendemos la ley de la oferta y la demanda desde muy pequeños, gracias a la dinámica de precios que se opera en estas fechas. Ahora, lo que hacemos es corroborándola año a año.

Quedan pocos días para lo mejor, para lo peor. Para los recuerdos ilusionados, para las ilusiones futuras, para los recuerdos tristes, para los deseos próximos. Son unas fiestas entrañables y crueles, familiares y terroríficas, grupales y personales, en las que hay demasiadas contradicciones y contrarios en liza como para que no sean las más conflictivas del año, a pesar de que la mayoría las espera con ilusión y esperanza.

Aun así, restan pocos días para que las jornadas pantagruélicas y los excesos en los fogones sean el único punto en común que ostentaremos la mayoría de los españolitos que seguimos dando bandazos por sobre la piel de toro. La comida, único punto de unión para nosotros. Eso sí que es un símbolo identitario común, y no la bandera o el mensaje del rey.

Rape con langostinos en lecho de verduras de temporada
Junio, 2019 ----- iPhone 8 Plus

miércoles, 18 de diciembre de 2019

MI PALABRERÍO CANALLA (52)

ESPÍRITU: Pues eso quisiera yo saber; claro que los que creen en él y afirman su existencia y enuncian sus características, también querrían, lo que pasa es que han prometido no declarar su ignorancia, más que nada, por ver si con esa apariencia de seguridad, captan a alguno más para incrementar el redil de los crédulos secretistas.
ESQUIZOFRENIA: Forma de lucidez unidireccional e irracional cuya manera de conducirse, al no resultar convencional y a veces peligrosa, ha sido tachado de dolencia o enfermedad mental. Así están las cosas.
ESTADÍSTICA: Arte de la suma y de la división aplicado a las relaciones humanas, que tranquiliza mucho a los políticos, a los geógrafos y a los economistas. Ejemplo: en un país de 100 habitantes, 5 de ellos poseen 80 cerdos y los restantes, entre todos, de 20; resultado estadístico: cada habitante dispone de un cerdo, o sea, un cerdo per cápita.
ESTATURA: Dimensión a lo alto en el ámbito físico; dimensión a lo ancho en el sentido mental o moral.
ESTÉTICA: Intento académico de adecuar lo inaprehensible (el Arte) a lo comprensible y aun a lo divulgador y lo prosaico.
ESTILISTA: Versión publicitaria, pseudo-artística y habitualmente huera del tradicional peluquero, que cuenta con la connivencia de los medios audiovisuales para extender tanto sus desatinos estéticos como los entresijos de su vida privada, lo cual también forma parte de la estrategia comercial expansiva empleada en estos casos.
ESTILO: Ingrediente de la elegancia (v.) que consiste en convencer a los demás de que el comportamiento propio tiene suficiente entidad por sí mismo como para ser tenido en cuenta e incluso poder ser imitado.
ESTOICISMO: Posibilismo que ante la inevitabilidad de la muerte, ha llegado a un pacto con ella para que, al menos hasta el momento final, no le amargue con su inminencia, a cambio de una entrega final sin resistencias ni huidas enojosas.
ESTUPIDEZ: 1. Tentativa de los más cuando quieren emular a los menos. 2. La virtud más apreciada por las diferentes religiones y sectas en sus respectivos rebaños. 3. Conjunto de características mentales de gran utilidad entre la sociedad y que se transmite genéticamente de forma voluntaria.
ETERNIDAD: Imposible metafísico con nítidos ribetes masoquistas, que pretende una prórroga infinita del tiempo. Como si no fuese ya suficiente con vivir una vida.

Del libro inédito Palabrerío canalla1999

lunes, 16 de diciembre de 2019

GALERNA CANTÁBRICA


Estos días otoño-invernales de galerna cantábrica, de alertas naranjas y de lluvias continuadas y pertinaces, cuando se puede salir, lo único que cabe es contemplar cómo la naturaleza puede siempre con todo, incluso con la belleza del arte circundante. Y si se aguarda lo suficiente, siempre aparece una imagen que justifica todo lo ingrato de la espera.

Extremo oriental de la playa de Comillas (Cantabria, España)
Diciembre, 2019 ----- Nikon D500

domingo, 15 de diciembre de 2019

TRES NOTICIAS, TRES; FRESQUITAS, DE HOY MISMO

En este domingo lluvioso, finiotoñal y lector, recalo en algunas noticias de los periódicos e informativos que me llaman la atención.

La más reciente, que una selección de mujeres pierde por la mínima la final de un campeonato del mundo de un deporte como el balonmano que, si bien no es mayoritario ni de grandes masas, sí tiene tradición notable en nuestro país, aunque en el ámbito "masculino". Otra más de las múltiples pruebas del poderío "femenino", que cuando quieren logran lo que ansían, porque al tener más dificultades para conseguirlo, están más curtidas en sinsabores y en usar la voluntad para sobrepujarlo todo. Que hayan perdido de ese modo, para mí no les resta un ápice de importancia a su gesta, con respecto  a si hubiesen alcanzado el codiciado e inédito trofeo. Olé por ellas. 

La que menos sorpresa me produjo: el fracaso de la cumbre del clima a la hora de llegar a un acuerdo planetario contra las emisiones y cambiar el modelo de producción, transporte y consumo. ¿Realmente alguien pensaba que se iba a lograr? Y, aun suponiendo que se hubiera logrado, lo que tampoco era descartable, pues ya se logró en Tokio -con el resultado conocido-: conociendo la catadura de comportamiento ético de la mayoría de los fulanos que nos representan (sic) ¿todavía hay quien piensa que se iría a respetar?

La que más alegría me instiló, con todo, fue comprobar en las páginas centrales de un periódico local asturiano cómo un tal Eduardo Infante, profesor (de filosofía ¿eh?, no economía, informática o biotecnología de los alimentos) ha diseñado un modo de impartir su asignatura que incluye un uso generalizado de Twitter. Ahí, comenta, ha creado aulas virtuales donde "participan todos" y porque lo que allí cuentan, al estar comprimido, "tiene una profundidad mayor que lo que se atreven a decir en público". Apunta, a mayores, que "es apasionante, porque hay silencio en clase y en la pantalla hay mucha profundidad". Olé por él, pero sobre todo, olé por sus alumnos, que se benefician hoy mismo de la aleación entre la bestia negra de la enseñanza -el puñetero pero fascinante móvil- con una de las asignaturas más incomprendidas y vilipendiadas por la reata de estúpidos que pretenden gobernarnos. 

sábado, 14 de diciembre de 2019

BUENA RUTA TENGAS, CAMINANTE; BUENA VIDA, TAMBIÉN


Con buen trazo, pulso firme y excelente caligrafía, el anónimo autor de esta pintada desea que la andadura sea provechosa, libre de sobresaltos, con meteorología favorable, plena de conocimiento y creciente en sabiduría. Se halla en una de las localidades alejadas del más transitado ramal del Camino de Santiago -el francés-. Pero eso da lo mismo, porque el mensaje es universal, transferible y polivalente.

Valdría también para desear una singladura vital que resultara enriquecedora y no tan sólo biológica; para augurar una trayectoria que permita mayor cantidad de momentos gratos que de los inevitables sinsabores que vivir comporta.

Y cualquiera que se encuentre de bruces con esta imagen y esas dos palabras en una pared bien céntrica de la localidad fronteriza de Ribadeo (donde Galicia y Asturias confluyen y se confunden), podrá tomar nota del detalle, y agradecer mentalmente a quien fijó con firme trazo en el muro palabras tan sencillas y deseo tan hermoso.

Pintada en Ribadeo (Lugo, Galicia, España)
Mayo, 2016 ----- iPhone 6 Plus

viernes, 13 de diciembre de 2019

HITOS DE MI ESCALERA (41)

Tras el batacazo que supuso abandonar mi tesis doctoral, que originó mi decisión de opositar, ya contada en el anterior hito, transcurrieron varios meses que yo llamo mi “depresión particular”, la etapa con más angustia en el alma que he pasado en mi vida. La fui sobrellevando, sublimando, enmascarando, día a día, mes a mes. E intenté solventarla como pude, a pelo, sin medicación, con bastantes borracheras, comportándome de modo atípico respecto a mi carácter, y con una estresante desorientación vital desconocida por completo para mí, pues siempre había tenido un objetivo claro donde dirigirme. La fotografía, la soledad y el alcohol fueron mis compañeros entonces. Hasta que sucedió el milagro. En realidad, fueron dos milagros, pero el segundo (mi tercera pareja), no fue tan determinante como el primero: la revista universitaria Campus.

Campus ya existía desde hacía algunos números, gracias a la tenacidad y empuje  de un puñado de alumnos de las diversas facultades leonesas, dirigidos por el sorprendente Pablo Vivancos, una de las personas más resolutivas que he conocido en mi vida. Una de las más generosas, también. La revista era una publicación juvenil, gamberra, independiente, que sobrevivía gracias a las ventas y a la publicidad, por lo que no dependía de organismo alguno. Su temática se ceñía a lo universitario, con sus diferentes problemáticas y circunstancias.

A principios de 1989, yo ya había participado con un relato para esa publicación. En febrero, animado por uno de sus miembros, el inefable Álvaro Valderas, también mi maestro en algunas técnicas de revelado y edición fotográfica, recalé en una de sus reuniones. Presentado a sus miembros, pregunté cómo podía colaborar de forma más habitual. Me preguntaron qué sabía hacer, y yo les dije que escribir y hacer fotos.  “Pues eso vas a publicar aquí: textos y fotos”. Nunca nadie me había dicho que publicaría, sin más. Pregunté a Pablo cuáles eran los límites, y él, con esa cara limpia, tranquila y ligeramente irónica que le caracterizaba me contrapreguntó: “Tú, ¿firmas con tu nombre tus artículos, cuentos o fotos?”. Sorprendido, asentí con seguridad. “Pues entonces, no hay límites”. Me sonrió, y siguió con otras cosas. Me quedé estupefacto.

Sólo unas semanas después, salía el número 8 de Campus, en el que ya aparecían algunos textos y varias fotos de mi autoría -nada importantes, sólo labor de reportero gráfico-, pero también ¡la portada!, idea del propio Pablo, y que fue muy sonada y comentada, pues sacaba a los cuatro miembros masculinos más conspicuos de la revista, al lado de la cafetería, con los pantalones bajados y en gayumbos. El enigmático epígrafe rezaba: "Estamos de muda". 

En abril, la revista, como haría durante varios años, planteó su viaje de primavera, que ese año fue a París. Yo no tenía dinero para el pasaje, lo que me mortificaba mucho, y le dije a Pablo que no iría. Cuando éste se enteró de la verdadera causa de mi negativa, no tardó ni dos segundos en preguntarme qué me parecería si Campus me contrataba para hacer un reportaje completo sobre lo que haríamos en la capital francesa, para luego publicarlo en el número siguiente: la remuneración de mi trabajo sería el importe del billete. No me lo podía creer. El seráfico Pablo me estaba proporcionando la posibilidad de volver a mi ciudad preferida en una época en la que me faltaban muchas cosas, dinero entre ellas. Tuve que contenerme para no darle un beso en los morros, de la alegría. Semejante lección de generosidad aún hoy me hace llorar cuando la recuerdo.

En el número siguiente, que casi fue un monográfico realizado por mí y por el dibujante Peio García, Pablo ya apenas pudo participar, ocupado como estaba en terminar su Derecho, y, luego, en iniciar una carrera de gerente de centros comerciales que lo encumbraría al olimpo empresarial. Es entonces cuando Peio y yo tomamos el relevo y co-dirigimos la revista durante unos cuantos meses más.

Pero si traigo la revista Campus a este rincón de mis Hitos es porque esa publicación cambió muchos de mis presupuestos mentales y en verdad me cambió muchísimo: me puso en contacto con un grupo magnífico de personas muy diversas y valiosas; me enseñó el poder de la colaboración sin renunciar por ello a la individualidad; me enseñó formas alternativas de divertimento; me permitió sacar a la luz mis bilis universitarias y algunas de mis creaciones literarias y fotográficas; aumentó mi autoestima personal como pocas cosas lo hicieron a lo largo de mi existencia; pude tratar de igual a igual a rectores, decanos y profesores, en quienes percibí la prevención -e incluso el miedo- cuando tratábamos de entrevistarlos o de buscar alguna información. Y, en definitiva, me demostró que podía hacer otras cosas que no tenían que ver sólo con la Historia. Ahí tuvo lugar el inicio del cambio para que el rígido monocorde que era entonces, llegara a ser aquel en quien me convertí poco después.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

LA ANTIGÜEDAD DE LA CRUZ GAMADA, EN CLASE


Hasta que les enseño imágenes como ésta, mis alumnos asocian la cruz gamada o esvástica a lo que más les suena de la historia universal, más que nada por las películas y/o series: la época del nazismo hitleriano. A la mayoría de la gente le sucede lo mismo. Es lógico. Se abusó tanto en dicho período de ese símbolo ancestral, que ahora su sola contemplación produce de entrada un rechazo casi instintivo. Pero cuando identifican, como en este caso de un mosaico romano que muestro aquí, que ese símbolo ya se usaba en la antigüedad, es entonces cuando les pica la curiosidad para saber cuándo surge, qué significaba, etcétera. Luego, no me cuesta demasiado fingir que no sé mucho del tema (porque en realidad es así), pero les cuento cosas de la India, de los hititas, y hasta de los celtas, con cuyos trisqueles y tetrasqueles algunos investigadores los relacionan. Y a continuación, como es prescriptivo, les insto a que busquen en la red -no sólo en Wikipedia- orígenes, significados, imágenes, historias. Siempre hay alguno (más bien, alguna) que siente que la llamada que planteo está personalizada y dirigida a su persona, y se lo toma muy a pecho, por lo que al día siguiente suelen venir con toda una retahíla de informaciones que quieren compartir conmigo o con los compañeros. Ese día me roban media clase, como mínimo, pero ese día ellos ganan más del doble. Eso, tirando por lo bajo.

Mosaico de la Villa romana de La Olmeda (Palencia, Castilla y León, España)
Marzo, 2011 ----- Nikon D300

martes, 3 de diciembre de 2019

POBRE MURAKAMI

Según un reportaje de El País Semanal de 30 de junio del corriente, el éxito de Haruki Murakami en occidente viene dado no sólo por varias circunstancias (culturales, literarias, contextuales, etc.), sino porque nos da “cinco lecciones de vida”. Francesc Miralles, autor del artículo -en una sección de psicología, he de advertir-, las enumera con su explicación.

1ª) “La soledad es la mejor vía al conocimiento”, lo cual es verdad verdadera. Pero también una falsedad como un templo, si se la toma como la única senda. Sin los demás, no somos nada. Sin el lenguaje, que nos enlaza con los demás, menos aún.

2ª) “El mundo es imprevisible”. Esto ya sí parece una verdad absolutamente original, que ningún literato ha entrevisto antes que él. Ni ninguna persona cabal tampoco, incluso desde los umbrales de la humanidad.

3ª) “No busques un sentido”. Como todo es caos y arbitrariedad, no hay culpables, dado que todo sucede sin razón aparente. Esto tampoco lo sabíamos, embarcados como estábamos en cosas religiosas, bélicas, revolucionarias o imperialistas. Menos mal que él nos lo deja bien claro.

4ª) “Si sobrevives al caos, ya has ganado”, vamos, que el arte de vivir es salir lo mejor librados posible. Otra idea profunda y muy original, que supone una aportación exclusiva a la comprensión del ser humano que este autor propuso en su momento.

y 5ª) “El orgullo y el miedo nos quitan lo mejor de la vida”. Esta es otra verdad sacrosanta que conocemos muy pocos especímenes de la raza humana. Si a eso le hubiera añadido la falta de empatía, entonces ya no nos cabría duda alguna de la sabiduría absoluta del literato nipón.

Pobre Murakami. Si supiera lo que se escribe cuando se intenta divulgar su obra.  Según Miralles, estas cinco ideas nos ayudan a vivir, a lo cual no oponemos nada, si no entramos en detalles. Ahora bien, que sean la causa de su extraordinario éxito, nos parece petulante y poco generoso con este cachazudo eterno candidato al Nobel. Seguramente tendrá más que ver con la delicada fluidez de su extraordinaria prosa. Y también con que después de leer un libro suyo, aunque uno haya estado metido hasta el fondo en él y haya disfrutado de una experiencia muy gustosa, pasado un pequeño lapso de tiempo todo lo leído se va disolviendo lentamente, como un caramelo en una boca ávida, y desaparece poco a poco de la memoria, anticipando la demencia senil que, antes o después nos aquejará a todos.

lunes, 2 de diciembre de 2019

YA ESTÁ AQUÍ EL PARIPÉ SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO


Como sólo los muy sordos o muy ciegos desconocen, hoy comienza a desarrollarse por espacio de dos semanas una conferencia internacional (vulgo paripé) sobre el cambio climático, de la que algunos optimistas todavía esperan iniciativas, acuerdos, decisiones. Vamos a ser castigados con noticias, anécdotas, tentativas, cotilleos, vídeos, publicaciones, debates, etc, por ese espacio de tiempo, transcurrido el cual la cosa terminará, y el mundo continuará su preocupante curso.

No me encuentro entre los que esperan algo del encuentro. No soy optimista. El ser humano no es dado a acordar casi nada cuando tantos deben otorgar su plácet. Los acuerdos bilaterales o zonales, puede que se den. Pero los planetarios va a ser si no imposible, dificilísimo que se den, cuando hay tantos imbéciles de entre quienes rigen nuestro mundo que aún no creen lo que las evidencias nos muestran a cada semana, y en lo que está de acuerdo la práctica totalidad de la comunidad científica. No estamos preparados todavía para pensar de forma global. Tal vez no lo estemos nunca. Tal vez nuestro inveterado individualismo sea una de las causas de nuestra decadencia y -acaso- de nuestra propia extinción.

De momento, y resignado a recibir toneladas de información que en dos semanas se evaporarán, contribuyo modestamente con esta impactante imagen, tomada este mismo año en una exposición al aire libre de lienzos de autores locales, en el pueblo más grande de las Merindades burgalesas. 

Medina de Pomar (Burgos, Castilla y León, España)
Marzo, 2019 ----- iPhone 8 Plus

viernes, 29 de noviembre de 2019

LA MANDANGA DEL BLACFRIDEI ÉSE

A muchos les encanta que les timen cada cierto tiempo; y a otros muchos, aunque no les gusta que les engañen, les estimula en demasía su propia ambición y el embeleco de engañar a su vez al otro. Gracias a esa necesidad, los timadores suelen campar a sus anchas desde que el mundo es mundo. Del mismo modo, a muchos les encanta adquirir productos aunque no se disponga de dinero suficiente para ello, por eso lo compran a crédito, sin entender que de ese modo se pagará una cantidad mayor que la original, y sin saber muchas veces si se dispondrá de la posibilidad de devolverlo. Gracias a ese comportamiento tan poco lógico el capitalismo, y sobre todo los bancos, ha progresado con paso firme, anulando otras formas de economía alternativas.

Obligado en su necesaria huida hacia adelante, el capitalismo inventa (mejor, recrea) formas (antiguas) con las que estimular lo único que le permite mantenerse en movimiento sin caerse: las compras permanentes y constantes de los consumidores. Y entre esas triquiñuelas se encuentra la mandanga del blacfridei, sacado del magín (¡cómo no!) de avispados empresarios estadounidenses, y exportado con golosa excitación hacia los demás países del orbe, que gustan de imitar los comportamientos yanquis en todo aquello que tenga que ver con los fastos (y también con los gastos, por supuesto; que aquéllos no se sostienen sin el concurso de éstos).

El éxito de iniciativas como ésta dice tanto de los humanos como de los sistemas educativos, que no preparan precisamente para que pensemos con claridad ante situaciones de tan global manipulación. Eso sí, los menos afectados por dicho control son precisamente quienes incurren en él, satisfechos de gastar sin tasa, convencidos de que hacen el negocio de sus vidas, o, cuando menos, ahorran un puñado de euros, mientras los gastan. Por contra, los que aparentemente evidenciamos mayor lucidez, somos (¡brillante paradoja!) quienes más pesar manifestamos ante prácticas de este calibre. Lo cual demuestra que además de la manipulación a que se somete al potencial comprador, además de los pingües dividendos que les ayudamos a ingresar, logran en quienes aceptan el reto una narcotización digna de los opiáceos más eficaces. Pero todo sea por el subidón de adrenalina que se obtiene al comprar algo, lo que sea, aunque no se necesite, y las cuentas corrientes queden tiritando, justo un mes antes de la mayor época consumista del año, que será el siguiente asalto de esta cadena sin final.

jueves, 28 de noviembre de 2019

ASÍ COMIENZA LA VIDA


Todo comienza aquí, en un amasijo de ramas, virutas, lana, juncos, sabiamente entremezclados para formar un hueco, un lecho, donde reposar el cuerpo que dará calor a la siguiente generación. La vida se resume en imágenes como ésta, en la que lo elemental sobrepuja todo lo complejo o trascendente que podamos pensar. La vida se puede condensar en algo tan sencillo como es el modo de transmitirla; si bien no nos vale cualquier modo, sino que buscamos el añadido del mayor mimo que se pueda aportar.

Las criaturas que se desarrollan en el interior de cada uno de esos cascarones pueden estar tranquilas: unos animales capaces de haber construido un espacio como éste con los elementos de que disponían no permitirán que les suceda nada malo, y sí crearán el entorno más favorable para que ellos, en su momento, puedan hacer lo propio con sus futuras crías. La vida, ya digo. Pero con un punto extra de seguridad, de pericia, de ternura. 

Castillo de Peñafiel (Valladolid, Castilla y León, España)
Abril, 2014 ----- Panasonic Lumix G6

miércoles, 27 de noviembre de 2019

MI PALABRERÍO CANALLA (51)

ESPACIO: Ante mi confesa ignorancia, permito que el docto y fiel DRAE me suplante en mi agotadora función: 1. Continente de todos los objetos sensibles que existen. 2. Parte de este continente que ocupa cada objeto sensible. ¿Ven qué fácil resulta, ahora que ya se sabe?
ESPADA: Arma blanca alargada cuya estética al menos compensa en parte el fin para el que fue creada, que no fue otro que proseguir a distancia y con más probabilidades de éxito suplementario lo que la cobardía hizo inviable con el tiempo, es decir, la hermosa lucha cuerpo a cuerpo.
ESPARTANO: 1. Natural de Esparta, pueblo heleno, excepcional entre los demás por usar más el músculo que el cerebro, con considerables beneficios bélicos, aunque no culturales. 2. Régimen de vida o de educación de dureza extrema que sostiene que mortificando la carne la personalidad y el carácter salen beneficiados. Esto es cierto, lo que pasa es que quien lleva a cabo dicha forma de vida, cuando tiene la personalidad y el carácter bien fuertes, no sabe qué hacer con ellos ni en qué emplearlos.
ESPECIAS: Cualquier polvo mágico o hierba milagrosa que proporciona un sabor característico a las comidas; suelen emplearlas con profusión quienes no tienen ni idea de cómo cocinar los alimentos para que, por sí mismos, ofrezcan su verdadero sabor o la equilibrada mezcla de varios a un tiempo.
ESPEJISMO: Ilusión óptica o mental que puede tener que ver con el cine, con una pretensión laboral, bolsística, humanitaria, con el desierto, con la reverberación, con el éxito, con el amor...
ESPEJOS: Reproductores fidedignos de aquello que se coloque delante. Como no poseen movilidad ni entendimiento propios, se entiende que quien se somete a su juicio lo hace de modo voluntario y ateniéndose a las consecuencias.
ESPERA: Período de tiempo durante el cual se albergan deseos y esperanzas de que ocurra algo o de que no ocurra; suele ser una inversión temporal útil desde el punto de vista que ayuda a sobrevivir, pero inútil desde el punto de vista esencial, pues lo que va a ocurrir, ocurrirá, con espera o sin ella.
ESPERANZA: Sustancia volátil e inestable con que se alimenta la espera (v.). Acostumbra a insuflar energía positiva mientras se experimenta y no se obtienen pruebas en contra. Cuando se hallan, en cambio, adquiere un punto de evaporación que sume a su anterior poseedor/a en una profunda frustración o descreimiento que a veces degenera en un proceso depresivo.
ESPERMATORREA: Que ocurra fuera del acto sexual, pase, porque campos de aplicación es lo que sobran; pero que suponga una emisión in-vo-lun-ta-ria de semen, es algo que no se debería permitir, oiga, eso es una verdadera putada, un desperdicio horroroso; vamos, la pera.
ESPÍA: Variedad política del voyeur y del cotilla, por la que se saca una buena cantidad de dinero a cambio de incrementar el riesgo de dejar de practicarla para siempre.

Del libro inédito Palabrerío canalla1999

martes, 26 de noviembre de 2019

SOLEDAD IMPREVISTA, AGRADECIBLE


Después de unos minutos de gritos y amenazas, él se levantó, exclamó "ojalá te pudras, mala puta", se levantó, arrancó el coche y se marchó dejándola allí sentada. Ella no podía creérselo. No la había golpeado, su piel acariciada por el tardío sol estival no sufría magulladura alguna, su ropa seguía intacta, ¡estaba viva! Le daba lo mismo que la hubiera dejado allí, a 7 km de su domicilio. Ahora podría estar un ratito a solas, pensando, sintiendo o tan sólo viendo a la gente pasar y divertirse. ¿Cómo no sentir un inmenso alivio, tras el altercado violento, tras su marcha? Casi le dio por reírse, mientras seguía sentada en el banco de piedra, de espaldas al mundo. El problema estaría a la vuelta, donde todo seguiría como hasta ahora. Pero la tarde ahora era un remanso de paz del que podría disfrutar un poco más. Una bocanada de tranquilidad imprevista, un pequeño alto en el duro camino, un fugaz intermedio entre infiernos. 

Robado en la Ciudad de la Cultura, en Santiago de Compostela (La Coruña, Galicia, España)
Mayo, 2014 ----- Panasonic Lumix G6

lunes, 25 de noviembre de 2019

VIAJAR, SEGÚN JAVIER REVERTE, AVEZADO VIAJERO

Intercalo aquí, por si fuese de utilidad, algunas respuestas del reputado viajero (y escritor de viajes) Javier Reverte, contestando a las preguntas que le efectuó Vicente Castedo en el número 37 de la revista L y más, de junio de 2014.

¿Ha cambiado más el mundo o la literatura desde que empezó a viajar y a escribir?

El mundo ha cambiado mucho. El tiempo en que yo empecé a escribir y viajar estaba poblado de sueños y ahora está poblado de derrotas. ¿La edad? No creo. Yo miraba el mundo como un espacio en el que descubrir la vida y descubrirme. Y ahora lo veo como un territorio de tristeza. Y si cambia el mundo, ¿cómo no va a cambiar la literatura? ¿O acaso no caminan juntos el arte y la vida?

(...) El viaje enriquece a quien lo hace. ¿Enriquece a quien recibe al viajero?

El viaje que no te hace cambiar es un mal viaje. Yo viajo para convertirme en alguien un poco distinto. Y no sé si enriquezco alrededor. No lo pretendo, la verdad.

(...) ¿Qué le ha enseñado viajar?

A saber que no sé nada y que todo puede empezar a aprenderse en cualquier momento, a la edad que sea. Tengo casi setenta años en los números y menos de veinte en el alma.

(...) ¿Viaja con teléfono móvil?

Nunca.

(...) Si no fuera a contarlos, ¿no haría todos esos viajes?

Solo viajo para escribir. Si viajara para otra cosa, me aburriría el mundo. Viajo para comprender.

(...) ¿Cuál es su libro de viajes de cabecera?

La Odisea, de mi amigo Homero.

viernes, 22 de noviembre de 2019

DENOSTACIÓN Y AÑORANZA DE LA INDUSTRIA


Hubo tiempos no demasiado alejados en que lo que aquí vemos era algo de lo más natural en una provincia como la de Asturias. También por estas tierras humos como los que aquí se elevan fueron denostados, criticados y obligados a reconvertirse. Tiempos pasados en que imágenes como éstas dieron origen a lo que hoy conocemos como ecologismo. De igual modo, por esa época en la que fue desmanteladas las industrias siderúrgicas saguntina y vasca, comenzaron a echarse de menos en determinados lugares estructuras contaminantes como ésta, pero que rebosaban de actividad y de vida y de futuro. Después de tanto despotricar contra los humos blancos de la siderurgia y los amarillos de la industria química, o contra la peste negra del polvo de carbón, resultará que dentro de pocos años, echaremos de menos toda esa podredumbre, cuyo carácter ponzoñoso nadie discute, pero que ya muchos añoran, pues todo ese veneno medioambiental era sinónimo de trabajo, de sueldos, de vida, y de poder vivir cerca de donde nacías. Dentro de pocos años, ya digo. O ya mismo.

Industria cerca de Bourges (Cher, Val-de-la-Loire, Francia)
Julio, 2012 ----- Panasonic Lumix G6

jueves, 21 de noviembre de 2019

LOS ENEMIGOS DE LOS LIBREROS

Si le preguntamos a un librero de los de siempre (de los que nos atienden personalmente, dan conversación y saben tras lo que se andan), sobre los retos que más los acucian, que más nerviosos les ponen y que más peligro señalan sobre su futuro, es probable que respondan que están cercados sobre todo por tres problemas de muy difícil solución.

El primero saca de quicio a cualquiera que tenga el más mínimo amor por la cultura, y no es otro que la idea, cada vez más extensa, cada vez más invasiva, cada vez más vox populi, de que, dado que los productos culturales les parecen caros, la cultura ha de ser gratuita. Se trata de un argumento falaz de principio a fin, dado que la mayoría de quienes así piensan desconoce que el libro es uno de los productos más baratos del mercado en su relación entre lo que cuesta producirlo y la calidad de lo que se entrega. Pero lo más probable es que quienes piensen eso, jamás se dejen convencer por razón alguna, porque jamás han hecho nada que les haya costado algún esfuerzo, y por eso demandan que los productos culturales como el libro, les salgan gratis. Son los mismos que no protestarían demasiado porque una entrada en un partido de la máxima supere los 100 €, o porque entrar al concierto de una banda famosa se acerque a dicha cantidad. Por ello, la piratería es hoy por hoy uno de los mayores enemigos de cualquier producto cultural, sobre todo en el libro y la música, que han admitido muy bien el paso del formato analógico al digital, posibilitando su copia ad infinitum.

El segundo, nada baladí, es el coste de los alquileres de los locales donde se ubican. Pues muy pocos tienen el recinto en propiedad, siendo alquilados la mayoría. Pero a quien arrienda su espacio le da lo mismo que en el local esté una librería o una franquicia de una tienda de ropa o de telefonía móvil. Y como los libreros no pueden competir en margen de ganancias (máximo, un 30 %; al lado de los 200 ó 300 % de una tienda de ropa o de móviles), el resultado se intuye sin dificultad: muchos se tienen que ir a lugares más alejados y menos atractivos para el comprador, o cerrar definitivamente por los elevados costes. El gremio lleva demandando ayudas institucionales mucho tiempo, alegando que una librería en un barrio genera patrimonio, que es algo muy beneficioso, y que un cierre supone una pérdida cultural para todos. Pero con la querencia que la cultura suscita en nuestros iletrados gobernantes, ya se imagina uno por dónde seguirán yendo los tiros.

Y en tercer lugar, la competencia de las grandes compañías de venta por internet, propia del capitalismo más feroz, que proporciona muchas ventajas al usuario de cualquier lugar, por aislado que se halle, a cambio de unos pequeños inconvenientes para éste y la posibilidad del abismo para las pequeñas librerías, que no pueden ofertar ni en tiempo ni en posibilidades al mismo nivel. Las propias editoriales y las distribuidoras, por ese orden, contribuyen en buena medida a ello, proveyendo tarde y mal los pedidos que recibe el librero, pues así eliminan un intermediario más, y su margen de beneficio se ensancha con ello.

Podríamos añadir algún otro riesgo, como que por falta de presupuesto por recortes diversos las bibliotecas compren menos libros, o que las editoriales no respeten la ley del libro, y vendan directamente sus productos a las escuelas e institutos. Pero ¿para qué añadir más? Sólo con los tres primeros, nuestros amigos los libreros ya tiemblan y no saben muy bien cómo poner freno a la muy preocupante bajada  creciente de sus ventas.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

LA ATRACCIÓN IRRESISTIBLE DE GIROLAS Y CRUCEROS


De las partes de una catedral (también en las iglesias de peregrinación), las que más me atraen la mirada son los cruceros y las girolas. Por supuesto, hay mucho donde mirar en estos edificios, la mayoría románicos o góticos, pero estas dos zonas ejercen sobre mí un poder imposible de resistir. Desde muy joven, cuando aún no sabía de arte, pero ya sabía que el arte me encantaba, la nave que recorre la cabecera del templo por detrás del presbiterio (girola, o deambulatorio) y la confluencia entre la/s nave/s longitudinal/es con la/s nave/s del transepto (crucero) era lo que me imponía más de estas construcciones. Aún lo siento así. Por ello son las que reciben más disparos de mi cámara, a la caza de alguna imagen que no se parezca a los cientos de ellas que he realizado con antelación. Pero no sólo hago fotos de esas zonas: también me quedo un buen rato mirando hacia arriba.

Es verdad que la postura de la cabeza y del cuello resulta forzada, pero cómo dejar de contemplar el delicado ensamblaje los diferentes elementos que conforman esas bóvedas que parecen suspenderse en el vacío, casi sin apoyos; cómo sustraerse a la inexplicabilidad de su milimétrica tensión, tan frágil como un castillo de naipes; cómo no maravillarse ante la técnica desarrollada por aquellos maestros de obras que fueron capaces, primero de imaginarlas y diseñarlas con antelación, y luego de asumir los inevitables ensayos y errores, erigirlas y mantenerlas en pie durante varios siglos. Ante el hecho inefable de su supervivencia a través de los tiempos, se va recorriendo con la mirada la magia que une las líneas que conforman curvas con geometrías quebradas, cuyos oscuros arcanos aún hoy se nos escapan a la mayoría, y uno no sale de su asombro. Cuando se logra salir del pasmo, enfoca y congela. El resultado es un recuerdo que intensifica aún más lo que aquel día se contempló con el más grato de los alborozos.

Catedral de Coutances (Normandía, Francia)
Julio, 2019 ----- Nikon D500

martes, 19 de noviembre de 2019

APRENDER DE LOS FRACASOS

En El País Semanal de 28 de octubre del corriente, se publicó un artículo de un tal Xavier Guix titulado “Aprender de los fracasos”, donde se narran algunas de las vicisitudes de Steve Jacobs, fundador de Apple, marcadas por sonados fiascos, despidos o golpes infortunados que, en cambio, han supuesto para esa persona imprevistos y fructíferos cambios de órbita, y mejoras generalizadas de sus condiciones previas. Lo que nos viene a decir este artículo (algo tópico, pero que me sirve para poner unas palabras sobre el tema, que acostumbro a comentar a algunos de mis allegados más queridos, e incluso en clase, en plan ejemplarizante) es que los llamados fracasos son muy instructivos si se los toma como lecciones de las que sacar oportunas conclusiones. Un fracaso es un fracaso, y siempre duele, pero cuando se encadenan varios, se los considera más bien como una crisis, y lo que tienen en común todos ellos es que suponen dos elementos que van juntos, y que otorgan a la sensación de fracaso algo ambiguo: las oportunidades que brotan de la nueva situación y la sensación de amenaza y de miedo ante lo incierto y lo desconocido. Una crisis siempre acarrea un cambio, una  lucha entre lo que fue y lo que será. Sería como un proceso simbólico que implica una muerte para que se dé un renacimiento. 

El autor intenta desmontar la negatividad de esas situaciones, señalando una nueva definición de fracaso que, según él sería otro tipo de resultado. Es decir, triunfar sería un resultado, y fracasar, otro; lo cual es meridianamente cierto, pero también lo es que ambas situaciones llevan aparejadas una serie de sentimientos, positivos el primero, negativos el segundo. Pero si tomamos los fracasos, es decir, el no cumplimiento de la expectativa creada, como un resultado más del que extraer las consecuencias procedentes, habremos dado el primer paso para que el aparente fracaso siente las bases, tal vez, de una novedad positiva de la que sacar estupendas consecuencias. Desde este punto de vista tan pragmático, cualquier resultado es susceptible de relativizarse, y de positivizarse, por tanto. Es decir, que si tomáramos cada fracaso como un resultado sin más (ni negativo, ni positivo), se podría analizar para corregirlo allí donde fuese necesario, y progresar desde el mismo punto a donde se llegó. El problema lo constituyen los sentimientos, y la asociación de un mal resultado a una carencia personal, a un fallo de nuestras propias personas. Por ello, cabría decirse que el fracaso está dentro de cada persona, y no en los resultados que obtenemos: sería algo subjetivo y no algo objetivable por completo. Es evidente que hay elementos que sí son objetivables, pero la interpretación de los mismos, no lo son, y es ahí donde procede actuar. El autor de este artículo llega a hablar inclusive de que el fracaso se alimenta de un “fracasador”. Y es que ya Epicteto nos avisaba de ello hace muchos siglos. Y no habría que hablar siquiera del genio que creó Apple, sino que muchos podríamos poner ejemplos de nuestra vida personal en la que determinados encontronazos vitales fueron la catapulta con que nos impulsamos hacia adelante, al igual que las naves espaciales deben hacer el gasto inicial de recorrer la circunferencia de un planeta para ser impulsados a su vez por la inercia resultante sumada a su gravedad mayor.

Diario (digital) de 2007 -inédito-; entrada de 20-XII-2007

miércoles, 13 de noviembre de 2019

EL CHICO AUSENTE, ¿DESPLAZADO?


Aquí parece evidente que hay cuatro chicos que están muy “enchufados”, muy “en conexión”, muy integrados dijéramos, y uno que no lo está, que está con la mente en otro lugar, que no posee un móvil con el que poder extender su pensamiento más allá de su cuerpo, como si estuviera  desplazado mentalmente, además de ya estarlo físicamente en el extremo del banco. Está por ver si el chico de la izquierda, que parece fuera de juego, está a disgusto o simplemente es el único que puede tener vida cerebral exportable. No está del todo claro. La expresión facial nos ayuda un poco, y en primera instancia pareciera que mira de reojo y con envidia hacia la pantalla del móvil de uno de sus amigos (porque presumimos que los cinco son amigos, aunque tampoco queda claro, dada la ausencia del objeto-fetiche que integra-y-da-permiso-de-permanencia-al-club). Pero si se insiste en la observación, la imaginación tal vez nos desvíe algo la primera idea, y puede que el crío se esté aburriendo de sus compañeros “tecnológicos” y, dado que no tiene nada que hablar con ellos, pues no dispone del elemento clave para socializar, no tenga mucho que dar ni por supuesto recibir. O sea, que a lo mejor está recordando el último cómic que leyó, o la última nota que le dieron en clase, o igual piensa que no le apetece la barbacoa del domingo, porque va a tener que recibir a esos primos pesados que no soporta; aunque (¡quién sabe!) es posible que sea una chica la que le abstrae el cerebro y la atención, o la enfermedad de su abuelo, que ya no responde a sus preguntas como antes. No se sabe. Es un dilema que uno puede solventar a conveniencia. Yo, lo más que puedo desvelar es que tengo un preferido en este quinteto y que ya he decidido qué piensa el chiquillo de las manos juntas y la mirada sesgada. Y que lo que he terminado por imaginar lo coloca a años-luz de sus “actualizados” compañeros. Por encima, desde luego. Pobres.

Robado en Úbeda (Jaén, Andalucía, España)
Marzo, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

martes, 12 de noviembre de 2019

MI PALABRERÍO CANALLA (50)

ESCLAVITUD: Situación social de sometimiento absoluto y forzoso de quienes adolecieron de suficiente dignidad, poder, ambición y tecnología como para imponerse a quienes sí tuvieron y desarrollaron todos esos elementos con la intención de dominar, cosa que lograron a medias por sus méritos, a medias por los deméritos de quienes pasarían a ser esclavos.
ESCRIBA: Personaje privilegiado de la Antigüedad que sabía escribir en una época  en la que nadie más sabía. Dicho privilegio, que se había sacado de su cuerpo, lo rentabilizaba con toda justicia exigiendo las amplias dosis de poder que toda especialización comporta. De su importancia y necesidad han quedado dos ejemplos escultóricos egipcios de rara e inusual belleza, porque ya tiene mérito que una persona que escribe sea objeto de respeto y adoración.
ESCRITOR: Iluso no demasiado violento que pretende convencer a los demás de que una diferente y personal combinación de las palabras puede alcanzar la categoría de arte. Su intento acostumbra a quedar en pretensión, tan sólo. Ahora, cuando lo logra...
ESCRITURA: Uno de los códigos con que los humanos siguen intentando comprenderse, sin conseguirlo más que en contadas ocasiones, las cuales no acostumbran a tener que ver con el empleo de dichos códigos. La escritura puede serlo todo. O puede no ser nada, como nos ejemplifican los folletos de Telepizza o de Hipercor.
ESCRÚPULOS: Excusas con que justificar la cobardía, la indecisión, la indolencia u otro tipo de parálisis, represiones o ineficacias.
ESCUELA: 1. Institución pública en la que se comienza la labor de desbastado homogeneizador, a la par que la domesticación de los niños, so pretexto de educar. 2. Lugar donde se dice que se realiza tal labor, pero que en la actualidad se emplea más como guardería de infantes, para que sus madres no se arrepientan demasiado pronto de haberlos traído a este mundo.
ESCULTURA: Trasunto tridimensional y matérico de una visión muy personal de lo que quien esculpe observa en la realidad o se inventa de modo descarado y  rentable.
ESENCIA: Prima hermana de la sustancia, según me contó afectada y pretenciosamente alguien. En realidad, no sé muy bien lo que es la esencia, pero recuerdo que cuando a mi madre se le acababa el frasquito de perfume de Myrurgia, siempre quedaba en el fondo una materia densa que no desaparecía ni se evaporaba. Cuando le pregunté, me respondió que a eso se le llama esencia.
ESLOGAN: Frase suficientemente llamativa que malgasta el ingenio de su/s creador/es por una cantidad de vil metal, al objeto de lograr que su conocimiento sea propiedad del común, con el fin de proporcionar más vil metal a quien/es le/s contrató para que la creara/n y difundiera/n.
ESMALTE: 1. Sustancia que se coloca en las uñas con la intención ciertamente vana de que se mire hacia ellas para luego mirar el conjunto completo sin que el contraste sea demasiado violento o descorazonador. 2. Barniz de cromatismo usualmente brillante con que se intenta ocultar la basta esencia de algunos materiales.

Del libro inédito Palabrerío canalla1999

lunes, 11 de noviembre de 2019

AÑORANZA DE ESTÍO


Quede esta imagen veraniega que ofrecemos como ejemplo de lo que ahora uno añora y desea con vehemencia, tras dos semanas de temporales, vientos, lluvias, tormentas, chubascos, fríos y otras meteorologías asociadas al otoño invernal de estas fechas. Hoy, sólo eso. Ya llegará otra vez ese sol, ya.

Península (Presqu'île) de Giens (Var, Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia)
Julio, 2013 ----- Nikon D300

domingo, 10 de noviembre de 2019

EXULTACIÓN ELECTORAL

¡Qué alegría! Al fin podemos volver a votar. Mi ánimo exulta y no sabe cómo expandirse bien sin que la onda expansiva afecte cuanto toque. Nada hay que me excite más que ir a votar. Hoy, tras escuchar la radio un ratito, me levanté de un salto, desayuné, me duché, leí la prensa digital en la tableta, y con la zozobra comprimiéndome el abdomen, me fui a depositar mi voto en la urna correspondiente de mi colegio electoral, que es una escuela también el resto de los días. He estrenado zapatos y camisa, y a punto estuve de comprarme un nuevo bálsamo para después del afeitado, aunque al final imperó la cordura que mi madre me inculcara de siempre, pues aún quedaba la mitad del frasco. Además, el día está tan, pero tan desagradable, que lo de acudir a un lugar donde te vas a encontrar con los vecinos y departir las incidencias de la jornada, es un gusto de difícil comparación. Con esta meteorología, ¿quién en su sano juicio puede plantear objeciones para ir a votar? Con este tiempo lluvioso, ventoso y de temporal, nada hay como acudir ante las urnas para que la esperanza y el estímulo broten de nuevo en nuestras almas. Luego de satisfecha la responsabilidad cívica, se va a por el pan y la prensa de papel, se da un paseo bajo el pertinaz aguacero (en mi caso sin paraguas) y se regresa al hogar con una sensación de plenitud difícilmente comparable a otras. Ahora, sólo resta esperar que todo termine como hace unos meses y que estos sanos y avispados muchachotes amaguen con que sí, pero luego no, y tras el fallido intento, bien orquestado y ensayado, podamos ir a unas nuevas elecciones dentro de pocas semanas, una vez pasen, claro está, las entrañables fiestas de Navidad.

sábado, 9 de noviembre de 2019

SERENIDAD FRENTE AL IMBÉCIL


Las dos niñas juegan con las palomas. Les dan comida. Les gusta que se suban a sus brazos, que coman de su mano. Disfrutan con algo bien sencillo. Dan y reciben. Desde su egoísmo placentero e infantil, desprenden generosidad de la que se benefician las pequeñas aves. En cambio otros, para disfrutar, han de destruir algo previamente hecho. No les vale crear. Ni dar ni ofrecer nada. Deben deshacer. Impedir que los demás logren su pequeño momento placentero. Así, mientras las dos niñas dan comida a las palomas, arracimándolas en torno suyo, un descerebrado corre hacia ellas, deshaciendo el grupo y mostrando con su congelado gesto grotesco su verdadera naturaleza disruptiva, intolerante con el bienestar ajeno. Ya no es ni simpático el gesto. Es sólo un ejemplo de cómo el mismo objetivo (el disfrute) se busca a través de actitudes contrapuestas. Una muestra más de que la envidia (el más inútil de los pecados capitales), aliada con la estupidez, produce siempre disonancias y errores, cuando no catástrofes o tragedias. Las niñas muestran en sus caras sorprendidas, pero serenas, mayor madurez que el joven imbécil que ha hecho su brusca aparición intentando hacerse el gracioso. No todo está perdido. Algo es algo.

Robado en Barcelona (Cataluña, España)
Enero, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

viernes, 8 de noviembre de 2019

LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (30)

Pregunta 71

¿Estaría dispuesto a tener horribles pesadillas todas las noches durante un año si luego se lo recompensara con una extraordinaria riqueza?

En principio, y así en seco, no. Por dinero ya he dicho que no muevo apenas un dedo. Sin embargo, es un mundo que me es ajeno. Casi nunca he tenido pesadillas, en el sentido clásico del término. Algún mal sueño, sí (pocos, la verdad); pero pesadillas en las que la inmersión en ella es de tal veracidad que se confunde con la realidad y produce verdadero terror, la verdad es que no. Y no me importaría saber qué pasa, qué se siente, en el buen sentido de que son sólo eso, pesadillas, y no realidades devastadoras. Por ello, y teniendo en cuenta que iba a ser sólo un año, sí me prestaría a ello si se me concedieran dos condiciones: a) poder recordarlas con suficiente nitidez como para que pudieran formar parte de mi material mental que poder traducir en mis cuentos; y b) una mayor disposición intelectual para aprovechar todavía más el tiempo. Serían dos condiciones nada más, pero irrenunciables. Por ese precio diría sí, sin dudarlo. 

Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron elaborados entre 1998 y 1999

jueves, 7 de noviembre de 2019

LA MAGIA, EN EL ENSAYO; NO EN LA ACTUACIÓN


Mientras aguardaba el inicio de su presencia en el escenario, la cantante invitada se relajaba en el jardín anexo con su guitarra. Muy concentrada, no abrió los ojos en ningún momento, salvo para mirar dónde colocar mejor sus dedos en los trastes. En algunos instantes, la oímos cantar en voz baja. Alrededor, la gente charlaba animada, tomaba copas; también esperaban. Ella, aislada de todos, llamaba la atención sin embargo por el intenso color rojo de su abrigo, que la destacaba de su entorno. De repente, paró de rasgar las cuerdas, estuvo unos instantes eternos quieta, en silencio, como muerta. Y a continuación se arrancó con un blues intenso que nos dejó maravillados a quienes estábamos cerca de ella. Fueron unos momentos mágicos. Embriagados por aquella fuerza, decidimos asistir a su actuación, que comenzó poco después. Pero aquella plenitud, aquella conjunción entre quien toca, canta y quien escucha, no volvió a tener lugar.

Robado en el Mercado "Two Market", en Barcelona (Cataluña, España)
Enero, 2016 ----- Panasonic Lumix G6

viernes, 27 de septiembre de 2019

LA NOVEDAD PERMANENTE DE BORGES

Borges posee un secreto que tal vez fuera inconsciente, pero que yo, como lector asiduo suyo, contemplo con perplejidad creciente. Leo mucho sus obras, tanto las que subjetivizan opiniones, como aquellas que, efectuando igual cometido, adquieren la evanescente forma del relato corto. Pues bien, con las primeras, y después de haber leído lo mismo durante muchos años, siento placer inmenso al recobrarlos de nuevo y, al hacerlo, siento como si la sorpresa fuese igual de virginal que cuando lo leía por primera vez. Con los cuentos, algo extraordinario sucede: todos han pasado ya por mis anhelantes ojos, pero no recuerdo el argumento exacto de casi ninguno, aun de los más famosos y originales. De tal manera, cuando los releo, la fiesta es siempre iniciática, pues parece como si no los hubiera degustado jamás.

No sé qué embrujo particular posee, ni si el secreto se halla en la urdimbre o en la calidad del hilo que la trenza, pero creo que los cuentos de Borges exteriorizan de una forma magistral la transpiración de sus propios sueños, instilando en quien los lee la sustancia del olvido, como un opio volátil que se introdujera por la mirada, nos indujese al placer dulce, y luego al sueño y a la amnesia más absoluta. Algo que, a pesar de lo que aquí expongo, no deja de ser una experiencia indudablemente gozosa.

(Del diario inédito Instantes intestinos e inconstantes, entrada de 21 de julio de 1997)

jueves, 26 de septiembre de 2019

DEFENSOR DE SU ESPACIO (A LA SOMBRA)


El calor sobrecoge. Es la hora más ardiente del día. Todos buscamos lugares con algo de sombra. Pero hay quien ha llegado antes, quien posee esos espacios. Y no está dispuesto a dejarlos sin lucha. Pese a la cercanía de los cuerpos, la inmovilidad del felino demuestra que sabe mucho de los humanos, que quien conoce al dedillo la ciudad es él, y no los turistas. El complemento de su rostro no deja lugar a dudas sobre su firme propósito: defender su posición, cueste lo que cueste. Su mirada y la tensión de su cuerpo lo dejan bien claro. Unos pasos más, un rodeo inevitable sin perdernos de vista. Los visitantes ceden.

En Auxerre (Yonne, Borgoña, Francia)
Julio, 2018 ----- Nikon D500

miércoles, 25 de septiembre de 2019

LA INCAPACIDAD PARA CONTAR DE LOS DIRECTORES DE CINE ACTUALES

El otro día, hace ahora una semana, vi una película que tenía mucho de original en su planteamiento, aunque los resultados distaron de lograr un éxito rotundo. Se trataba de Lumière y compañía, una película que se sustentaba en la idea de ofrecer tan sólo 52 segundos de rodaje a 40 reputados y conocidos directores de países distintos con la cámara de los hermanos Lumière, restaurada y arreglada. Una empresa de concepción muy hermosa que debía erigirse en un original homenaje a los dos personajes que inventaron el cinematógrafo.

Sí, la idea es muy interesante. Pero tiene un inconveniente: su carácter colectivo. Cuarenta directores con ideas, trayectorias e intereses distintos, e incluso contrapuestos. Cuarenta historias cuyo origen es diferente. Mas aun con todo, uno imagina la posibilidad de poder ver cuarenta maravillas. Lo que vi, en cambio, fue la constatación increíble pero manifiesta de que la mayoría de los directores de cine actuales no tienen casi nada que decir y, además, lo que es todavía complementariamente más grave, no saben cómo contar.

De la película saqué provechoso algún material. Por ejemplo, las respuestas de los directores a preguntas acerca de por qué hacían cine, si creían que el cine acabaría muriendo, etc. A nivel teórico, la mayoría dijo algo que al menos podría tildarse de sugestivo. Sin embargo, de las mini-obras que fueron sucediéndose a lo largo de la proyección, no seguidas, sino intercaladas entre otras entrevistas, para evitar cierta monotonía, de las peliculitas, digo, me gustaron ¡tres! Tres, sobre cuarenta. Claude Lelouch, Zang Yimou y otro cuyo nombre no recuerdo. Algo también las de Trueba y Lynch. Pero paro de contar. Lamentable.

Salí de la sala con la conciencia pura de que hoy día se llama director a cualquiera que consigue ponerse al mando de un equipo de personas que obedecen sus órdenes y cuya filmación resultante se exhiba en cines comerciales. Aunque no sé de qué me asombro. En Literatura hay legiones de imbéciles que se autodenominan escritores sólo porque atiende a la segunda acepción del diccionario. Pero, sí, el chasco ha sido inmenso porque los nombres eran lo suficientemente relevantes como para esperar algo más lleno de chicha. No ha sido así, desde luego. La mayoría rodó sus 52 segundos pensando no sé en qué y haciendo unas tonterías supinas. O no se lo tomaron como un ejercicio serio, o su capacidad de crear bajo pedido produce una impresión calamitosa.

Porque, a poco que se piense, ¡qué oportunidad! Poderse poner en el lugar de los hermanos Lumière y hacer exactamente lo que ellos hicieron, sólo que con la superioridad de todo un lenguaje que los pioneros galos in siquiera llegaron a prever en un principio. Pues bien, con todo a su favor, rodaron mierda plana sin ningún interés, con lo cual, insisto, corroboro mis ideas sobre la escasez de conceptos o percepciones de que estos fulanos hacen gala. Porque si aún les hubieran impuesto el tema o el argumento, todavía cabrían las reticencias; pero ¡podían rodar lo que quisieran! Fascinación por lo lamentable. Y no hay excusa posible por la carencia técnica de la cámara en cuestión. Habiendo qué decir o transmitir, el cómo se adecua sencillamente a aquello de lo que se dispone. No hay excusa posible. Ni la inmovilidad, ni los escasos segundos, ni la rigidez estática. Nada. En fin. Ya me he desahogado lo suficiente.

(Del diario inédito Bancal de almácigas, entrada de 10 de Agosto de 1996)

martes, 24 de septiembre de 2019

ÁFRICA EN ORBANEJA DEL CASTILLO


La erosión y el azar logran convertir lo que es materia dura y amorfa en algo que parece haber sido modelado hasta lograr recrear una forma reconocible, de un modo aparentemente sencillo, como si en algún momento el material hubiera sido blando. La caliza es una roca que da muchas gratificaciones a quienes amamos la escultura, la geología, el arte y el azar. Hay muchos ejemplos de modelado erosivo que son muy conocidos (la Ciudad Encantada de Cuenca, el Torcal de Antequera, las Tuerces en Aguilar de Campóo, la montaña barcelonesa de Montserrat, etc., sólo sin salir de la España peninsular). El que aquí muestro hoy es menos conocido, aunque el pueblo es mucho más famoso.

Orbaneja del Castillo, al norte de la provincia de Burgos, es uno de esos pueblos hermosos que acabará muriendo de éxito, por la cantidad de visitantes que concita sobre todo los fines de semana; tanta, que a veces surgen atascos monumentales que acaban siendo objeto de titulares de prensa. Su emplazamiento, en uno de los cañones del curso alto del río Ebro, ha sido modelado por el agua de este río, en un proceso que se denomina como kárstico. Y en su paisaje, destacan dos elementos: una cascada imponente que brota en la surgencia de la Cueva del Agua y atraviesa toda la villa, hasta desplomarse en el propio Ebro, que circula abajo del cañón; eso, por un lado. Y, por otro, las cresterías rocosas que "protegen" todo el entorno en la parte superior, a modo de almenas de una fortaleza. En realidad, yo creo que ése es el verdadero "castillo" de Orbaneja, su protección natural; porque del teórico castillo medieval que da origen al topónimo, no ha quedado ni rastro.

Pues bien, en esas almenas kársticas hay un elemento que siempre me llamó la atención. Es un hueco completo en lo alto de un farallón, ya al extremo del pueblo, que, cuando uno se alinea de forma conveniente, recrea la silueta de África. Siempre que he ido, es uno de los motivos que más me apetece fotografiar, desde lejos o acercándolo con el zoom, aunque no siempre la luz es la adecuada para que quede bien nítida la oquedad. Ahí queda, pues, para solaz de quien por aquí se pasee.

Roquedo superior de Orbaneja del Castillo (Burgos, Castilla y León, España)
Marzo, 2019 ----- Nikon D500

lunes, 23 de septiembre de 2019

LAS PREGUNTAS DE GREGORY STOCK (29)

Pregunta 69

Si un amigo suyo casi siempre llega tarde,
¿usted se resentiría o, simplemente, lo tendría en cuenta? ¿Usted es siempre puntual? 

Le haría ver que no me agrada la repetición por sistema de sus retrasos. Si persistiera, el toque sería más perentorio, más amenazante. De todos modos, esta pregunta está más relacionada con mi pasado. Hoy soy mucho más tolerante, porque me di cuenta de que las broncas que echaba me hacían más daño a mí que a los abroncados, que no sólo no entendían mis ideales de perfeccionismo llevados al extremo, sino que continuaban actuando de igual guisa. Recuerdo el caso de Anones o el de Loli como los más paradigmáticos por lo que se refiere al fracaso de aquella estrategia. En el primer caso porque, encima, se lo tomó a mal. En el segundo caso, porque me ignoró completamente; eso sí, con unas sonrisas maravillosas, que evaporaron con facilidad cualquier resto de mis enfados. Desde entonces, harto de esperar a determinadas personas, di en llegar tarde yo; eso sí, de un modo controlado: diez minutos, que han hecho de mí el más puntual de los impuntuales. Hoy, a más de esto, hay que acotar que no se me dan apenas circunstancias en las que mis citas puedan dar lugar a aquellas situaciones porque o bien son en casas, donde cualquier tardanza se sobrelleva muchísimo mejor ¡dónde va a parar!, o bien tienen un desplazamiento en coche de por medio, por lo que los plazos de urgencia se diluyen un tanto y no originan represalias sañudas ni de mi parte ni de las de los demás. De todas formas, tengo una tendencia muy común en los últimos años a apurar mucho el tiempo de permanencia en mi casa antes de salir, por una esquizoide sensación de perder el tiempo de forma inútil; y de perderle el respeto a la puntualidad en determinadas circunstancias que no tengan que ver con el ámbito profesional, aunque mi tendencia dominante siga estando más cercana a la puntualidad (quien tuvo, retuvo) que a la posición contraria.

Pd/ Los textos que responden a las cuestiones formuladas en El libro de las preguntas de Gregory Stock, fueron elaborados entre 1998 y 1999

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