martes, 13 de junio de 2017

GATO APRENDIZ DE GUARDIÁN


Los gatos no me gustan. Sólo estéticamente, y no todos. Pero éste se ganó a pulso mi respeto. Era muy pequeño, pero tenía muy claro cuál iba a ser su función en la vida: guardián, como su madre, de una librería de lance a la entrada del monasterio de Poblet. Vigilaba, y no te quitaba ojo de encima. Claro que la edad se le notaba en que, si pasaba un rato, se acercaba buscando con inocencia una caricia. Yo se la negué, pero no me opuse a que se restregara contra mi tobillo, pues más arriba no llegaba. Así, mientras ojeaba libros de filosofía, un gatito de pocas semanas, frotaba su cuerpo contra mí, en una situación que perdurará en mi memoria, por lo inusual, por lo atípico del sitio, por lo extravagante del dueño, por la mercancía que adquirí. Y por sus uñitas, que si bien aún no eran preocupantes, muy en breve lo acabarán siendo.

En Poblet (Tarragona, Cataluña, España)
Abril, 2017 ----- Nikon D500

No hay comentarios:

AVISO A VISITANTES

Todas las imágenes (salvo excepciones indicadas) y los textos que las acompañan son propiedad del autor de esta bitácora. Su uso está permitido, siempre que se cite la fuente y la finalidad no sea comercial
Si alguien se reconociera en alguna fotografía y no deseara verse en una imagen que puede ver cualquiera, puede contactar conmigo (fredarron@gmail.com), y será retirada sin problema ninguno.