Miro la ribera y la magia aparece. Cierro los ojos, y se
intensifica. Como nunca supe pintar, juego a imaginar la realidad en forma de
lienzos. La niebla uniforma la mirada. Se omiten los rasgos de contraste. Sólo las
formas prevalecen. La humedad del ambiente se contagia. Los árboles equilibran
la horizontalidad del río. La escena es perfecta. No puedo dibujarla. No sabría
pintarla. Sólo puedo hacer una foto. Luego, tratarla, editarla, iniciar la
impostura. A la postre, lo imaginado surge, como si fuera un lienzo. La magia de
la informática. No menos misteriosa ni creativa que la de toda la vida.
Orilla del río en Peyrehorade (Landas, Aquitania, Francia)
Julio, 2016 -----Panasonic Lumix G6
1 comentario:
Chulisima, me encanta!!
Publicar un comentario