Como profesor de Historia, estoy acostumbrado a leer
historiografía, biografías, novelas históricas, reportajes, memorias, artículos,
y cualesquiera tipos de documento que trate sobre mi materia, la cual, a día de
hoy, sigue siendo el amor que me ha durado más en la vida. Por eso estoy en
disposición de poder decir que el libro que acabo de terminar, enfebrecido, es
una obra diferente. Conste que sabía
de él, de su temática, de su especial planteamiento, de su éxito editorial, etc.
Conste que lo tenía en mente (aunque que yo diga eso no asegura nada, porque yo
tengo “en mente” o “en cartel” muchas docenas de libros, unos comprados ya, y
otros en vísperas de guarnecer o asaltar mi apretada biblioteca). Pero hace diez días,
tras comer con una amiga querida y en nuestra rutinaria visita a la única
librería grande de mi ciudad, ella me regaló Sapiens. De animales a dioses, del israelí Yuval Noah Harari. Pues bien, diez días después, hace
un ratito, lo he terminado, tras devorarlo con mucha paciencia y con lentitud de
vértigo, subyugado libremente, valga el triple oxímoron que acabo de largar.
Pues bien, la obra, que lleva como subtítulo “Breve historia
de la humanidad”, intenta una interpretación diferente contando lo mismo de
siempre, pero aplicando un modo de análisis sorprendente, fresquísimo, unas
preguntas que no son las habituales, algunas de ellas muy perturbadoras. Y todo
ello, con una capacidad narrativa que para mí quisiera yo en mis relatos más logrados. Los abundantes subrayados, comentarios y escolios con que he decorado el volumen lo hacen
inservible para cualquiera que no sea yo mismo; pero ¿qué más da?
La historia del ser humano es fascinante, ya desde sus
durísimos inicios, en los que, como apunta el autor, nuestros primitivos antepasados apenas destacaban de
otros muchos animales que le superaban en casi todo. Pero a partir de hace 70.000
años se dio lo que él llama la “Revolución cognitiva”, o sea, la aparición un primate
-nuestra especie actual- cuya conciencia y capacidades no tenían parangón con todo lo que
había sucedido con nuestros ancestros, incluidos los neandertales, nuestros primos más próximos. El viaje
que se inicia desde entonces hasta nuestros días se puede recorrer en cualquier
manual al uso, y hay que decir que abundan. Sin embargo, lo maravilloso de este
libro es cómo ordena los materiales, cómo los va exponiendo de un modo enlazado, con una batería de explicaciones -algunas de ellas sabidas, otras sorprendentes-
que te deja maravillosamente convencido a veces; e inesperadamente confuso o creativamente
pensativo en otras. En eso radica su portentosa calidad, su muy valiosa aportación. En eso, y en el inquietante final, en el que pronostica la posibilidad de que la especie a la que pertenecemos dé paso a otra biónica o ciberorgánica de características, desarrollo y consecuencias difíciles de anticipar.
Desde que lo compré, no he dejado de recomendarlo a aquellas
personas que pudiera interesarles el tema. De manera sorprendente, la totalidad de ellos me
comunicaron que se lo habían comprado, y algunos no habían esperado más para
sumergirse en sus densas, pero luminosas aguas. Desde que lo compré, he añadir
también, no he dejado de explicar que nada tengo que ver con la editorial
Debate, ni recibido estipendio alguno por esta modesta publicidad. No obstante, aventuro que, debido al persistente entusiasmo con que les he ido asaltando, no todos me habrán creído.
1 comentario:
También muy refrescante sus comentarios sobre el libro, creo no podría estar mas de acuerdo en que este libro cuenta de manera diferente la historia y hace una muy amena lectura.
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