El color más luminoso, el más visible desde lo lejos, en mosaico casi monocromático de fruta fresca y atrayente, nos reclama la atención desde el más atronador de los silencios de una caja en el mercado. Su recuerdo me suscita el deseo de que el verano haga su entrada con todos los honores. Sólo falta un día, dicen los meteorólogos, pero aquí arriba no se nota mucho, bajo el persistente orbayo. Sirva este conjunto desordenado de formas para imprecar la llegada de la estación del ocio y del desparrame. Cuanto antes. De inmediato. ¡Ya!
Naranjas en un mercado callejero de Catania (Sicilia, Italia)
Abril, 2018 ----- Nikon D500
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