Qué mejor trasunto de lo que supone la vida, que esta escalera de caracol, de época barroca, donde el inicio parece confundirse con el final, donde las vueltas se entrelazan girando alrededor de un centro que, cuanto más se mira, más lejos parece hallarse. Eso sí, a diferentes alturas, y en un sentido tan ascendente como descendente, y sin que contemplemos una meta factible a corto o medio plazo. Así se nos muestra la vida. Claro que no acostumbra a hacerlo con una estética tan fascinante. Por desgracia.
Escalera del Museo do Pobo Galego, de Domingo de Andrade, Santiago de Compostela (La Coruña, Galicia, España)
Mayo, 2014 ----- Panasonic Lumix G6
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