Siempre estamos venteando el futuro, pero como todo
transcurre cada vez con mayor velocidad, encontramos con mayor frecuencia reportajes como el que me
acaba de suscitar estas líneas, intentando prefigurar lo
que de interesante nos deparará la ciencia y la tecnología en los próximos
años. Luego, fallarán estrepitosamente. Porque a ver quién pudo prever la
explosión que la internet y el móvil iban a desarrollar sociológica y económicamente a nivel planetario. Pero el caso es que a la gente le gusta especular -con los datos actuales- sobre los logros del futuro que
están al caer. Es tarea vana, ya digo, pero... Según un reportaje reciente del suplemento Magazine, serían los ocho que siguen;
los enumero en lista, con algún apunte tan sólo.
- Reescritura y manipulación genética, tanto a nivel animal, como botánico, como ¡humano!
- Un ramillete impresionante de nuevos materiales, de los que destaca como más llamativo el grafeno
- Nuevas formas de gobernación de masas cada vez más desencantadas con las democracias liberales (aquí no se apuntan previsiones, curiosamente)
- Cambio en el concepto de ordenadores, que dejarían de ser sólo herramientas poderosas, para llegar a ser entes que aprendieran y reaccionaran de un modo “cuasi” humano
- Disposición de cada vez más energías alternativas renovables en la búsqueda de la ansiada fusión nuclear, con el agua de mar como combustible inagotable
- La aceleración de los estudios de biología molecular que intenten controlar las inevitables nuevas infecciones bacteriológicas y víricas
- Cultivos que precisen muy poca agua, logrando que ésta sea controlada técnicamente de forma que no se pierda apenas nada en el proceso
- La colonización del planeta rojo, referente mítico de los humanos, que siempre vieron en él la alternativa más viable a una Tierra decadente
Y a mí todo esto me parece divino y maravilloso y estupendo
y genial. Pero mientras no me prometan la teletransportación universal y sin
condiciones, por un lado; y por otro, nanoimplantes cerebrales con todo lo que es preciso saber a nivel técnico o enciclopédico (de inserción sencillísima e indolora),
a mí, la verdad, el futuro ese que anuncian, me dice “ven”, pero no lo dejo
todo. Y prefiero ir consumiendo día a día la dosis habitual de asombro que cada
jornada depare e intentar asimilar la velocidad de los cambios con la de mi
organismo, personalidad y estado mental, que no es poco (de momento).
1 comentario:
Yo también quiero un nanoimplante o como se llama, lo quiero de quita y pon y que combine con el peinado si puede ser, que seguro que se puede pedir y quiero hablar idiomas variados de modo fluido.
Y como siga pensando, quiero nanoimplantes de muchísimas cosas... uauuuu, la bomba.
besos
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