Hace unos meses, cuando uno pasaba cerca del pantano de Barrios de Luna, la desolación o la belleza acudían a uno, dependiendo de en qué aspecto se incidiera más. Yo procuro inclinarme por la segunda, siempre que sea posible, siempre que pese a todos los indicios brote el verde y la vida desde la tierra calcinada y muerta. Así lo vi yo en octubre del año pasado. Sólo hay que variar el punto de vista a la hora de encuadrar.
Fresno en las riberas resecas del Pantano de Barrios de Luna (León, Castilla y León, España)
Octubre, 2017 ----- Nikon D500
No hay comentarios:
Publicar un comentario