Esta fotografía algo desenfocada, de formato algo inusual y calidad discutible, impropia de mí (ejem) ha sido realizada por mí mismo con la cámara que en ese momento tenía a mano (más bien, a bolsillo), que era mi teléfono móvil.
Pero antes de desentrañar los misterios que alberga, me gustaría que el espectador (o espectadora) intentara adivinar de qué se trata, de qué material está hecho, qué representa, desde dónde está sacada la toma, etcétera. Que intente adivinar, en definitiva, qué puñetas es eso que muestra esta imagen. A primera vista, podría parecer un dibujo abstracto, una pintada callejera, una foto aérea, no sé, algo así, ¿verdad? Luego, los colores, bien delimitados por ese trazo grueso de color blanco: sólo cuatro tonos, con gran definición, pero que tampoco revelan demasiado de su contenido, aunque se adivinen trazos de escritura o numéricos.
El asunto es bien simple: me gustaría saber qué se puede pensar de esa imagen, así, sin más información. Prometo desvelar mañana el “secreto”; si alguien responde a la llamada, claro. Suponiendo que nadie lo acierte, que imagino que entre la muy abundosa gente inteligente que conozco, habrá quien sepa, adivine, se atreva, y lo escriba (aquí o por otros conductos más o menos oficiales).
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