Contemplamos El espíritu del Éxtasis, y de forma automática nuestra mente deriva hacia el lujo, hacia lo inalcanzable, hacia los deseos jamás cumplidos. Enseguida imaginamos bodas, jeques, estadistas. Podemos pensar en coleccionismos, despilfarros, sobornos. Acaso también en fantasías que jamás podremos realizar. Tal vez porque hay productos diseñados para suscitarla de forma recurrente, mientras inyectan el virus de la envidia más perniciosa.
Pocos pensarán, en cambio, en la merecida fama de un producto casi enteramente realizado a mano, con mimo y dedicación, de un modo preindustrial, preciso, casi perfecto, que se elabora más que se fabrica de una forma demorada que crea valor añadido con tiempo. Con tiempo. Eso es lo que deberíamos admirar cuando esa figura alada interrumpa nuestra mirada. Tiempo. Sólo tiempo. Lo único que de verdad merece la pena. Casi.
Rolls-Royce utilizado para bodas de postín (León, Castilla y León, España)
28 Diciembre 2013 ----- Panasonic Lumix G6
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